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Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo (parte 3): La solidaridad argelina con la resistencia chilena durante la dictadura de Pinochet

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Argelia condena el golpe contra Allende y rompe relaciones diplomáticas.

El viaje de regreso desde Argelia hacia Chile del canciller Almeyda aterrizando en Santiago en la madrugada del 11 de septiembre de 73, simbolizó de manera dramática la ruptura que se produciría entre ambos países producto del golpe en Chile y las nuevas circunstancias en que se desenvolverían las relaciones entre los pueblos de Chile y Argelia.

Cuando todavía no se desocupaban las salas de prensa  que cubrían la IV Cumbre de Jefes de Estado y de gobierno del Movimiento de Países no alineados (MNOAL) en el Club de Los Pinos en Argel, los cables de noticias comenzaban a informar sobre el sangriento golpe, el bombardeado contra Allende en el palacio de la Moneda y de su muerte luego de resistir a los golpistas.

La reacción argelina no se hizo esperar: Argelia condenaba enérgicamente el golpe de estado en Chile y rompía toda relación diplomática con la dictadura Pinochetista. El gobierno argelino, al rechazar categóricamente el golpe debido a su estrecha relación con el gobierno socialista de Salvador Allende, lo hacía ante todo en coherencia con uno de los principios rectores de su política internacional luego de su guerra independentista: la defensa del derecho inalienable de los pueblos a la autodeterminación.




La vía democrática al socialismo como proyecto revolucionario de liberación, basado en la nacionalización y estatización de sus recursos estratégicos -como componente esencial para su soberanía económica-, no alineada, antiimperialista, y anticolonialista del gobierno de Allende, representaba para Argelia, en el otro extremo del mundo, un proceso hermano muy próximo, similar en los fundamentos y objetivos asumidos.

La muerte de Allende impactó profundamente al presidente Boumediene y al pueblo argelino, suscitando su inmediata condena al golpe en Chile. Argelia solidarizó con el gobierno de la Unidad Popular y el pueblo chileno. A partir de ese momento, -desde su importante liderazgo en el tercer mundo-  se transformaría en uno de principales países que en el seno del MNOAL y en foros  internacionales, impulsó acciones en solidaridad con la resistencia democrática chilena y la condena internacional a la dictadura cívico militar de Pinochet.

El mismo día del golpe en Chile, el embajador Eduardo Salum recibió la solidaridad argelina siendo convocado al Ministerio de Relaciones Exteriores por su Secretario General, quién le transmitió formalmente que; “por decisión del presidente Houari Boumediene, el gobierno argelino rechaza el golpe contra el presidente Allende y no reconoce a la dictadura de Pinochet, señalándole que Argelia reconoce en su persona al pueblo de Chile y que seguiría reconociéndole como embajador y único representante de pueblo chileno.”[i]

El alto diplomático argelino le informó al embajador chileno que al día siguiente, el gobierno y el FLN organizaría una manifestación en rechazo al golpe de estado y en homenaje al presidente Allende. A menos de 24 horas de ocurrido el sangriento golpe militar, en la Plaza El Mouradia, muy próxima al edificio de la presidencia, y con la presencia de altos dirigentes de gobierno y del FLN, de estudiantes y trabajadores de la Unión General de Trabajadores argelinos (UGTA) y el Eduardo Salum, se inauguraría la primera placa en homenaje a Salvador Allende en un emotivo y solemne acto[ii]. Con aquella actividad realizada el 12 de septiembre de 1973, Argelia sería el primer país en organizar un acto público en homenaje y solidaridad con Allende y el pueblo chileno que comenzaba a ser perseguido y reprimido por la Junta golpista.

Ante la trágica muerte de su amigo Salvador Allende, el 14 de septiembre el presidente Boumediene, envió un sentido mensaje a Hortensia Bussi, viuda del presidente Allende, expresándole:

“Todos los hombres libres están de duelo. La trágica desaparición del presidente Allende es para nosotros una causa de tristeza que solo se justifica y se entiende desde las grandes amistades entre los pueblos de Chile y América latina y los pueblos del tercer mundo y desde la reflexión que producen los grandes cambios en la historia de los hombres”… “El presidente Allende entra en la historia como símbolo y encarnación de una fe y de un ideal que ninguna fuerza en el mundo será capaz de apagar[iii]

Rol de Argelia en la solidaridad internacional con la resistencia del pueblo chileno.

El gobierno y el pueblo argelino tuvieron un destacado rol en la solidaridad con la resistencia democrática chilena.  Durante los años de la dictadura de Pinochet en Chile Argelia fue anfitrión y organizador de numerosos encuentros internacionales en solidaridad con la resistencia chilena. Conferencias y manifestaciones solidarios con participación de organizaciones (nacionales e internacionales) sindicales, estudiantiles, de fuerzas políticas y de movimientos de liberación, juristas y defensores de derechos humanos, cineastas y artistas, se realizaron en las principales ciudades de Argelia. De estos destacan los siguientes:

A comienzos de 1975, los trabajadores argelinos de la UGTA entregaron simbólicamente en el muelle 3 del puerto de Argel, a los representantes de la Oficina de la resistencia chilena, una carga solidaria de 13 toneladas con alimentos y ropa. Los cuales serían transportados hacia Chile por un barco que recalaría en otros puertos, para recibir más donaciones de organizaciones de trabajadores, para ser entregada en navidad a los niños y familiares de prisioneros políticos y de detenidos desaparecidos y ejecutados en Chile. La carga del barco solidario fue enviada al puerto de Valparaíso vía Caritas Internacional y canalizada en Chile por el Comité Pro-Paz Ecuménico de Iglesias constituido por el Cardenal Arzobispo de Santiago, Raúl Silva Henríquez[iv].

En 1977  la Cineteca Nacional de Argelia, organizó la Semana internacional de solidaridad con Chile, la cual tuvo una masiva asistencia del pueblo argelino. Meses después, se realizaría la XIV Feria Internacional de Argelia, la que contaría con un pabellón especial dedicado a Chile en solidaridad con la resistencia chilena, el que sería inaugurado por el propio presidente Boumediene[v].

En enero de 1978, Hortensia Bussi viuda de Allende visitó Argelia siendo recibida con honores de Jefe de Estado. Se reuniría con el presidente Boumediene y participaría en los trabajos de la Quinta Sesión de la Comisión Internacional de investigación sobre los crímenes de la dictadura militar. En el encuentro del presidente argelino con la viuda de Allende, este le reiteró que “el pueblo chileno encontraría siempre en Argelia una segunda patria”, y le expresó su confianza en la victoria futura del pueblo chileno”[vi] .  La Comisión Internacional fue inaugurada por el jefe del partido FLN, Mohamed Salah Yahiahoui y contó con la asistencia de dirigentes de la izquierda chilena, de juristas, parlamentarios y dirigentes sociales argelinos. Estuvieron, además, presentes representantes de diversos movimientos de liberación encabezados por el Frente Polisario, la SWAPO y el MPLA, entre otros.

Un momento relevante del papel jugado por el gobierno argelino en la solidaridad con Chile se produjo al presidir Argelia el Vigésimo Noveno período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1974. Desde la presidencia de la Asamblea General, el ministro de relaciones exteriores de la época,  Abdelaziz Bouteflika[vii], rendiría homenaje al presidente Salvador Allende por su coraje, consecuencia y valentía en la defensa de la soberanía de su país, señalando que a pesar de la violencia ejercida por la dictadura en contra del pueblo chileno la revolución chilena continuaría y el pueblo chileno vencería.[viii]

En las Cumbres y encuentro del MNOAL los representantes del gobierno argelino efectuaron declaraciones o impulsaron resoluciones en contra de la dictadura chilena, las que fueron estableciendo de hecho una posición predominante del MNOAL sobre Chile. La Resolución promovida por Argelia y Cuba en la V Cumbre del MNOAL realizada en Colombo, Sri Lanka en 1976, en nuestra opinión, resume muy claramente los temas centrales sobre la situación chilena, contenidos en la gran mayoría de las resoluciones internacionales de la época:

“La Conferencia rindió homenaje al líder latinoamericano Salvador Allende y expresa su profunda preocupación por la agresión y presencia del imperialismo en Chile, que se refleja en la inversión del proceso de recuperación de los recursos naturales y de la transformación económica y social del país; por las violaciones flagrantes de los derechos humanos en el mismo y por el hecho de que la Junta Militar no ha permitido que la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas visite Chile. Se solidarizó con las resoluciones adoptadas al efecto durante el XXIX y XXX períodos de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con las decisiones pertinentes de diversas agencias especializadas de las Naciones Unidas, en particular la OIT y la UNESCO; así como las aprobadas por la Conferencia de Dakar sobre Materias Primas, la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer y la Comisión de Derechos Humanos en febrero de 1976, y reiteró las decisiones previas adoptadas por los países no alineados sobre el particular, reafirmando su solidaridad con el pueblo chileno. La Conferencia ratifica también la decisión de mantener la situación de Chile bajo su observación permanente y promover la solidaridad con el pueblo chileno.”[ix]

La dictadura chilena consideraba al gobierno argelino como uno de sus enemigos internacionales, tal como queda en evidencia en un informe reservado del director general de la Cancillería pinochetista, Javier Illanes, -documento que se filtraría a la prensa causando una gran repercusión internacional-. Dicho informe,  que estaba dirigido a los embajadores de la dictadura en el exterior, se clasifica a Argelia como un país enemigo “controlado por el comunismo soviético” junto a los países de Europa del Este, Cuba y el Congo.[x]

La política exterior de la dictadura pinochetista giró en torno al problema del aislamiento. El régimen militar no era indiferente a la condena y al aislamiento internacional que este significaba, por lo mismo, intentó revertir en vano su marginación del MNOAL. Su principal obstáculo para ese propósito, fue Argelia y Cuba. Solo al término de la dictadura y el inicio de la transición democrática con el gobierno del presidente Patricio Aylwin, Chile volvería a asistir oficialmente al MNOAL en la Conferencia Cumbre de Yakarta en 1992.

 

Organización e instalación del exilio chileno en Argelia.

La inmediata decisión de Argelia de no reconocer a la dictadura chilena y de reafirmar su relación y solidaridad con el pueblo chileno, significó continuar reconociendo a Eduardo Salud como embajador del pueblo chileno, lo que permitió organizar muy prontamente desde Argelia la solidaridad con la resistencia chilena.  Lo que además, permitió implementar un sistema de información y denuncia sobre las violaciones a los derechos humanos que se cometían en Chile, en contra de dirigentes políticos y sociales y militantes del  gobierno popular.

Así como durante los años 50 y 60 a partir de la insurrección argelina desde 1954 hasta la independencia conquistada en 1962, le había correspondido al pueblo chileno  apoyar en Chile y en América Latina la solidaridad con la lucha argelina, ahora era Argelia, quien desde el gobierno le devolvía la solidaridad al pueblo chileno, y junto a las organizaciones estudiantiles, de artistas y creadores, trabajadores estatales y movimientos de la sociedad argelina apoyaron a la resistencia chilena y organizaron la llegada e instalación de exiliados chilenos a Argelia.  Estos fueron insertados en el mundo laboral y se les otorgó el mismo trato, reconocimiento y nivel que recibían los profesionales y técnicos argelinos. La llegada de los chilenos exiliados a Argelia respondió a la instalación de un exilio militante, bajo una lógica de compromiso político y revolucionario tercer mundista y no se trató solamente de un exilio y refugio humanitario, como lo fue la situación de exilio de miles de chilenos en Europa Occidental.

En su trabajo sobre el exilio de los chilenos en Argelia, la historiadora Eugenia Palierakis, señala que en el mundo árabe y en el África, Argelia fue el país que albergo y acogió a la mayor cantidad de la comunidad de chilenos exiliados. Si bien hubo presencia de exiliados chilenos en otros países africanos como Mozambique y Angola, era un número significativamente menor, incluso muchos de ellos llegaron a esos países vía la coordinación efectuada desde Argelia. La llegada de los refugiados chilenos fue el resultado del alcance e influencia mundial de la diplomacia argelina y de las fuertes relaciones del FLN con el gobierno de Allende concluyendo que los exiliados chilenos en Argelia encarnaron “un cosmopolitismo revolucionario a través de su actividad profesional y activismo político” y estima que se instalaron entre 700 a 1000 exiliados de manera permanente en Argelia. [xi]

El Socialismo chileno y Argelia.

La relación política del FLN con Salvador Allende el socialismo chileno tuvo una importante relevancia en la historia de las relaciones entre Chile y Argelia. Esta relación tal central es posible ejemplificarla con un hecho político simbólico. el llamado Pleno de Argel. Un importante encuentro clandestino del Comité Central del Partido Socialista, que se realizaría en Berlín en la (RDA), se presentó ante la opinión pública internacional como si se hubiese realizado en Argelia. Los socialistas chilenos recibieron el apoyo del FLN para presentar el Pleno de Argel como realizado secretamente en Argelia con el objeto de resguardar la vida y la seguridad de los asistentes que participarían provenientes desde Chile frente al alcance de los servicios de inteligencia de la dictadura y servicios de inteligencia aliados. Para cubrir la operación y el despistaje sobre el evento que se realizaría en la RDA, viajaron previamente a Argel el propio Secretario General del Partido Socialista, Carlos Altamirano junto al dirigente Rolando Calderón y ofrecieron una conferencia de prensa convocada de último minuto en la localidad de Sidi Ferruch, en las afueras de Argel, informando sobre la exitosa realización de su evento realizado con amplias medidas de seguridad y presentaron los acuerdos políticos adoptados en el inexistente Pleno Extraordinario del Partido Socialista en Argel[xii].

La embajada de Chile en Argel: La Oficina de la Resistencia chilena.

La Oficina de la Resistencia asumió el rol embajada de Chile en Argelia. En primer lugar, jugó un papel muy importante en el apoyo a la resistencia en Chile y en la coordinación bilateral para la instalación e inserción del exilio chileno en Argelia. Fue relevante también en la difusión informativa y en la coordinación internacional de acciones contra la dictadura pinochetista.

La oficina pasó por diversas etapas en su trabajo y en su composición política[xiii]. Desde comienzos de 1974, se editó un boletín informativo semanal y una publicación mensual. Luego, se implementó un programa periodístico en la radio nacional y TV argelina. Se editaban múltiples documentos y publicaciones y se organizaron varias giras nacionales de información.

Otro de sus objetivos centrales fue la vinculación orgánica con los movimientos anticolonialistas y de liberación acreditados en Argel. Estableciéndose relaciones que fueron particularmente estrechas con movimientos y fuerzas del: Sahara Occidental, Palestina, Angola, Mozambique, Guinea Bissau, Cabo Verde, Sudáfrica, Namibia y Zimbawe[xiv].

 Desde Argel se proyectó la solidaridad chilena con la autodeterminación saharaui y palestina.

Una importante herencia de la relación argelino-chilena, que perdura hasta la actualidad, se construyó gracias al trabajo conjunto en solidaridad con los movimientos anticolonialistas y de liberación que tenían embajadas y oficinas en Argel. Un ejemplo de ello, lo constituyó la estrecha relación establecida entre los chilenos y los saharauis del Frente Polisario y su apoyo a la descolonización e independencia del Sahara Occidental. Tan importante fue la vinculación y cooperación establecida que, a partir de su trabajo en la Oficina de la Resistencia, el Dr. Heriberto Lira fue junto a los saharauis ,uno de los creadores y editores del Boletín de “Sahara Libre” que fue el primer informativo sobre la lucha saharaui impreso en español[xv]

La solidaridad chilena con la lucha del pueblo palestino experimentó, desde Argelia, un fuerte dinamismo a partir de la profundización de las relaciones entre el Partido Socialista y la resistencia chilena con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Ariel Ulloa, médico y dirigente del Partido Socialista y exiliado a Argelia desde comienzos de los 80, resaltó que “el FLN argelino nos apoyó y facilitó mucho las relaciones del Partido Socialista con la OLP y el presidente Yasser Arafat”. Desde Argel, nosotros trabajamos también ayudando a que la comunidad palestina chilena apoyase con más fuerza la causa palestina”[xvi].  En el histórico Consejo Nacional Palestino, realizado en el Club de Pinos de Argel en 1987, asistió una delegación socialista integrada por Germán Correa, Ariel Ulloa y Heriberto Lira, los que sostuvieron un importante encuentro con el presidente Yasser Arafat.

Luego de una larga y encarnizada lucha del pueblo chileno por terminar con la dictadura de Pinochet y reconquistar la democracia, el triunfo del “No” en el Plebiscito del 5 de octubre de 1988, abriría una nueva etapa de lucha por la democratización de Chile posibilitando la posterior elección de un gobierno de transición democrática en Chile. Paradojalmente, la misma fecha del 5 octubre de 1988, marcaría también un antes y un después para Argelia, pues a partir de esa fecha se desencadenaron grandes movilizaciones y protestas populares exigiendo cambios institucionales y económicos profundos. En un nuevo  y profundo contexto de cambios en ambos países, será el escenario en que se restablecerían las relaciones diplomáticas y se abriría una nueva etapa con nuevos desafíos en relación entre Chile y Argelia, etapa que abordaremos en la cuarta parte y final de este artículo.

[i] En entrevista dada por Eduardo Salum a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo”. Octubre de 2020.

[ii] IBID

[iii] Fragmento de la carta del presidente Boumediene a Hortensia Bussi. La traducción es nuestra, ver Boletín de la Oficina de la Resistencia Chilena en Argel. Junio de 1978, pg.1

[iv] Boletín de la Oficina de la Resistencia Chilena en Argelia. (1975). Número 11. pg. 1

[v] Boletín de la Oficina de la Resistencia Chilena en Argelia. (1977). Octubre pg.1

[vi] . La traducción es nuestra en Boletín de la Oficina de la Resistencia en Argelia, (enero-febrero) 1978, pg.2

[vii] Para más información sobre el presidente del vigésimo noveno período de sesiones de la Asamblea General en https://www.un.org/es/ga/president/bios/bio29.shtml

[viii] Boletín de Oficina de la Resistencia Chilena en Argelia. Junio de 1978. Numero pg.1

[ix] Extracto del Documento final sobre Asuntos Latinoamericanos de la V Conferencia de Jefes de Estado o de Gobierno de los Países no Alineados celebrada en Colombo, Sri Lanka, del 16 al 19 de agosto de 1976.

[x] Boletín de la Oficina de la Resistencia Chilena en Argelia. (junio de 1975) Numero 6. p2

[xi] En entrevista dada por Eugenia Palieraki a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo”. Octubre de 2020. Ver: Palieraki Eugenia. (2018). Ampliando el campo de percepción y lucha: los exiliados políticos chilenos en Argelia y el cosmopolitismo del Tercer Mundo.https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/14725843.2018.1452138

[xii] Boletín de la Oficina de la resistencia chilena en Argelia. 1978. Numero. 160 pg.8

[xiii] Desde sus inicios la oficina de la resistencia chilena en Argelia fue dirigida por militantes del partido Socialista y luego se incorporarían representantes de los partidos: Comunista, MAPU, MIR y Radical.

[xiv] Entrevista dada por Eduardo Salum a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo2., octubre de 2020

[xv] Entrevista dada por el Dr. Heriberto Lira a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo”. Noviembre de 2020

[xvi] Entrevista dada por el Dr. Ariel Ulloa a Esteban Silva en el marco de la investigación “Chile y Argelia: una historia de mutua solidaridad que resistió el paso del tiempo”. Octubre de 2020. El Dr. Ariel Ulloa fue embajador de Chile en Argelia durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos Escobar.

Por Esteban Silva Cuadra

 



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