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¿Qué es y por qué da tanto miedo el programa de gobierno de Jadue?

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Las pasadas elecciones de Gobernadores fueron una costura más en el traje de la nueva transición que se prepara desde las altas esferas del poder. En efecto, la disputa metropolitana Orrego/Oliva fue una muestra de como dentro del marco del Acuerdo por la Paz, comienzan a dirimirse sus alternativas. Un enfrentamiento entre candidaturas del orden establecido para servir políticas igualmente patronales.

Sin embargo, la semana pasada del mismo modo, estuvo marcada por el lanzamiento del programa de gobierno del candidato presidencial del Partido Comunista, Daniel Jadue. La jauría de la derecha reaccionó histérica con una campaña de terror, advirtiendo que tal programa era el anticipo de la dictadura del proletariado, dando lugar a una reedición de la campaña piñerista de «Chilezuela» contra Guillier en las pasadas presidenciales y que ha caracterizado la política gorila de la Derecha desde los años 50, desde las cavernas de Radio Minería, Agricultura y el Reporter Esso. La idea de que los comunistas se llevarían los niños a la URSS e nos invadirían con sus tanques, proviene de ese imaginario. Mosciatti de la Biobío, ha tratado de reeditar esa lúgubre y penosa tradición.

Ya lo dice el aforismo, «los árboles no dejan ver el bosque» y la pirotecnia anticomunista —cuyo único sustento es el miedo patológico a lo desconocido— en definitiva lo que persigue es impedir que los trabajadores podamos discutir de política abiertamente. Por esta razón debemos atenernos a lo que el propio Jadue ha venido planteando en sus declaraciones, entrevistas y en su Programa, para hacernos una idea de qué es lo que en realidad está en disputa tras su candidatura.

En primer lugar Jadue ha dejado claro meridianamente que no habrá expropiaciones ni nacionalizaciones, con lo que da una potente señal política en orden a que será respetuoso de los intereses del gran capital y las transnacionales. Igualmente ha indicado de forma explícita que no alterará el modelo subsidiario en que se sustentan los servicios privatizados, limitándose a indicar —ha usado reiteradamente el ejemplo del caso de Aguasdécima en Osorno— que habría que ser más estrictos en el cumplimiento de sus estatutos. En su entrevista para el medio imperialista Bloomberg puso muy en claro estas cuestiones, indicando que respetaría la autonomía del Banco Central y el estatuto del inversionista extranjero, añadiendo el sábado que aspiraba a reconstruir las tasa de encaje de un 30% para las operaciones de comercio exterior que estuvieron vigentes del 91 al 96.




No lo decimos nosotros —afiebrados principistas— sino que el propio candidato del PC, su programa de gobierno en lo central, es respetuoso del gran capital, de los intereses imperialistas y del modelo de equilibrio fiscal que tiene como base institucional la autonomía del Banco Central. Este programa —hay que decirlo con claridad— no sólo nada tiene que ver con el Socialismo, sino que se define a sí mismo como promotor de un Estado Social de Derechos, concepto político que proviene de la Alemania de Bismarck y que se ha desarrollado como Estado de Bienestar por la socialdemocracia europea, siempre, como primera línea de la política anticomunista de la burguesía en el viejo continente. El propio Daniel Stingo —modesto comentarista de televisión electo convencional constituyente— apuntó a que el programa de Jadue era aún más conservador que el programa de gobierno de Frei en las elecciones del 64.

Vamos despejando las cosas, el programa de Jadue —lejos del socialismo— difícilmente cuadra con lo que ha venido planteando la socialdemocracia y se inscribe con mayor rigor en la vieja tradición liberal democrática. Las cosas son lo que son, no lo que digan las campañas de terror de la Derecha. No nos confundamos.

Pero subsiste otra duda, otro problema que podrá confundir a no pocos compañeros. Nos dirán: «Está bien no es un programa socialista, pero en torno a él se agrupará el activismo que protagonizará los nuevos levantamientos revolucionarios, hay que estar con ellos». En lógica formal tal razonamiento es impecable. Lamentablemente la lucha de clases nada tiene que ver con el sentido de oportunidad, del momento que la motoriza no los silogismos aristotélicos, sino que el irreconciliable enfrentamiento entre explotados y explotadores. En esa dinámica aún el más benévolo de los demócratas burgueses termina invariablemente enfrentando a los trabajadores, porque la mecánica de clases del proceso así lo ha demostrado. La Carta de los Cordones Industriales a Salvador Allende demuestra que aún el gobierno socialista de la UP —que había nacionalizado el cobre y creado el área social de la economía—terminó capitulando a la institucionalidad e intereses generales de la clase enemiga. De forma mucho menor y ya como comedia, el joven alcalde Jorge Sharp en Valparaíso, el súper democrático, inclusivo, territorialista, posmoderno y posmarxista, terminó durante el levantamiento del 18 de Octubre coordinando la represión con las FFEE y la Armada, criminalizando los saqueos y —como acaba de ocurrir—justificando despidos masivos de trabajadores.

Despejada de toda emocionalidad, el programa de Jadue es un programa político patronal cuyo carácter y contenido de clase —objetivamente— sirve a la estabilización del régimen y a la preservación de los intereses generales de la clase burguesa.

Lo que sí logra este programa es hacerle oposición a Piñera, porque ese es su objetivo fundamental. Es un programa prisionero del viejo concepto concertacionista de que hay que unirse para derrotar a la Derecha, hacerse los lesos mientras «se corre el cerco» y seguir hasta el fin de los tiempos destrabando los enclaves pinochetistas.

Esta cuestión estratégica —vale decir el tipo de gobierno que se propone— es fundamental para determinar políticamente de qué se habla cuando se habla de gobernar. Y en este punto Jadue —el PC— nos proponen un gobierno de unidad de la oposición, un proyecto de gobierno en cuya plataforma el Partido Socialista —organización patronal por excelencia los últimos 30 años— no se incorporó sólo por su alianza con el PPD. Un gobierno en definitiva conformado por las fuerzas del régimen que dieron vida al infame Acuerdo por la Paz. Decimos esto porque el tipo de gobierno que se propone es el programa, no el amontonamiento de consignas o propuestas, esto último define más bien el proceso en que incide, pero jamás el objetivo político que se propone al pueblo. Por eso lo que hoy propone Jadue es lo mismo que ha venido planteando el Partido Comunista desde hace casi un siglo, desde Elías Lafferte: gobiernos para ejercer el etapismo, el reformismo y la colaboración de clases.

En el escenario internacional idénticos planteamientos —como en general los del Foro de Sao Paulo— han conducido  con enormes expectativas a frustraciones estrepitosas y a la preservación del orden capitalista. Esta es la realidad histórica. Así ha ocurrido con Morales en Bolivia, Lula en Brasil, Correa en Ecuador, Maduro en Venezuela y la dinastía de los Kirchner en la Argentina. Estos pomposos proyectos transformadores y de profundización democrática, viven de la conmemoración de martirios, celebrando derrotas y de la agitación carente de contenido de clase de la participación democrática bajo el orden patronal. Se trata de proyectos que existen exclusivamente para preparar campañas electorales y si están en el gobierno, para echarle la culpa al empedrado.

Pasar revista minuciosa al programa de Jadue —en cuanto pliego de tareas políticas— excede los límites de esta columna. Pero aún en general en ellas se observa la adaptación de los reclamos populares a las necesidades del régimen capitalista, del momento que estamos en presencia de un programa que persigue participación para estabilizar y legitimar «el orden democrático» como el propio programa lo declara. El fin de las AFP es ya una realidad irreversible, es la constatación de algo que ya se produjo en la realidad política. La reforma tributaria para incrementar en un 10% la recaudación fiscal no sólo se justifica por encuadrarse en la estructura de impuestos de una organización capitalista como la OCDE, sino que tiene como destino la materialización de un conjunto de compromisos que persiguen hacer «decente» el trabajo pero sin  garantizar negociación colectiva por rama de producción, crear un «Estado social de derechos» sin alterar el carácter subsidiario del Estado y el régimen de privatización de los servicios. Un programa que persigue algo imposible: hacer realidad un orden democrático en Chile preservando la gran propiedad de los medios de producción, como si las contradicciones sociales estuviesen sólo a nivel de distribución de la riqueza y no en las relaciones de producción capitalistas.

El pueblo no se levantó el 18 de Octubre para hacer una reforma tributaria y aumentar el royalty a la gran minería privada. No entregó la vida de decenas, la mutilación de centenares y el encarcelamiento de miles para que le den golpecitos en la espalda y le propongan seguir participando. Si millones de trabajadores salieron a inundar plazas y avenidas desafiando a la represión del gobierno criminal de Piñera, es porque iniciaron una revolución social que persigue acabar —piedra sobre piedra— con el orden establecido.

Jadue y su programa no dan miedo por levantar una alternativa liberal y de corte socialdemócrata, no da miedo lo que está en la cabeza del candidato ni lo que dice su programa. Que hoy dispute su candidatura con un oportunista como Boric demuestra tal hecho. Lo que atemoriza es lo que representa. Y para la gran burguesía un gobierno del PC-FA (hasta estos momentos inevitable) será un gobierno sin capacidad de control sobre el movimiento social, un gobierno que aún apoyado por todas las fuerzas políticas no será capaz de contener la crisis que no se ha cerrado y que amenaza con agudizarse, azuzada por la fenomenal crisis económica que arrasa con la economía mundial. La burguesía no le teme los demócratas de buenos modales empeñados por preservar la gran propiedad privada. La burguesía teme a la revolución.

Vivimos momentos trascendentales. Las fuerzas de la revolución han entrado en escena y tal proceso inconcluso exige del activismo y la militancia que se reclama de la clase trabajadora el mayor de los esfuerzos y disposición al combate. Resulta urgente la agrupación de una nueva dirección revolucionaria y el levantamiento de un programa que ponga en su centro la cuestión del poder. Los antiguos partidos obreros PS y el PC carecen de toda aptitud para esta tarea —el proceso histórico lo ha demostrado— la CUT ha quedado reducida a una irrelevante pieza de museo para la inmensa mayoría trabajadora. Ayer fueron las asambleas populares, ollas comunes, sindicatos de base y cabildos las organizaciones que los trabajadores adoptaron para sostener su lucha y son tales organizaciones, fortalecidas y unificadas, las que han de sostener un nuevo gobierno de la clase trabajadora, un gobierno impulsado por la movilización e impuesto por la lucha popular. Un gobierno de los explotados que acabe con el orden capitalista de miseria y muerte, tal divisa es la bandera de nuestra próxima victoria.

 

Por Gustavo Burgos

 

Fuente: El Porteño

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Abogado

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  1. Teresa Künzler says:

    En Chile deben Cambiar la forma de Gobernar. Sin Presidente/ Sin Presidenta. Con la Participacion Directa de los chilenos. Propuesta del Pueblo. Plebiscitos, Referendum. Terminar la Cultura y Concepto Militar y Policial. Terminar los Desfiles Militares, Actividades, Regalos, Privilegios. tambien al mundo Politico. Control de TODO, lo que ocurre en el pais. Terminar Reelecciones de Parlamentarios, Reducir sus Honorarios, por un Trabajo Mediocre. Hablan mucho. Hacen Poco. Dar una VOZ, mas Fuerte a los habitantes de Chile. Respetar , Apreciar, Estimar a todos los habitantes de Chile. A un Pueblo. Explotado, Humillado. Por Unos y Por Otros»

  2. 1) El programa de Jadue fue formulado por antiguos altos personeros de la Concertación:

    “En esa cita, Jadue le pidió a los economistas -algunos comunistas, otros del FRSV, el PRO, Movimiento Victoria Popular, Izquierda Libertaria, e independientes- proponer sin detenerse en las condiciones políticas para llevarlo a cabo.

    A partir de ese encuentro, Fernando Carmona invitó a otros economistas para sumarse al que sería el plan de gobierno de Daniel Jadue. Llegaron Gonzalo Martner -otrora presidente del PS durante el gobierno de Ricardo Lagos-, Ramón López -ex jefe programático de Beatriz Sánchez cuando fue candidata presidencial-, además de Francisco Silva -ex candidato constituyente de la Lista del Pueblo”
    Fuente: https://www.theclinic.cl/2021/06/18/la-trastienda-del-programa-de-daniel-jadue-como-se-armo-y-como-explican-sus-puntos-mas-polemicos/

    a) El segundo al mando en el FRSV es Esteban Valenzuela, quien fue:
    – Secretario general del PPD hasta el anho 2000
    – Al renunciar al PPD en 2007, recala en ChilePrimero, engendro creado por unos de los personajes más oscuros y despreciables de la política chilena, Fernando Flores
    – Después de pasar por ChilePrimero, es parte del equipo de la campanha presidencial de MEO en 2009, que buscaba una “sociedad con mercado”
    – En 2013-4 es jefe de campanha territorial para la campanha de Bachelet y se integra después a la Comisión Asesora Presidencial

    b) El primero al mando en el FRSV es Jaime Mulet, quien ocupó altos cargos en la DC, a la cual perteneció entre 1980 y 2007, y jefe de campanha presidencial para la campaña presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle de 1997

    2) El Programa de Jadue fue “editado” por una persona que el mismo Fernando Carmona busca esconder su identidad (las manos negras típicas de la tradición stalinista del PC):

    “Con algunas recomendaciones de Jadue y Vallejo, comenzó la redacción del primer borrador, el que en principio quedó como un “pegoteo” que carecía de cierta coherencia. Ahí sumaron la colaboración de un editor periodístico que pulió las 209 páginas que componen el programa del abanderado comunista, texto que tuvo una revisión final en una última reunión entre Daniel Jadue, Camila Vallejo, Fernando Carmona y el editor del que el jefe programático reserva su identidad”
    Fuente: https://www.theclinic.cl/2021/06/18/la-trastienda-del-programa-de-daniel-jadue-como-se-armo-y-como-explican-sus-puntos-mas-polemicos/

    3) Fernando Carmona, Jefe programático de la campanha presidencial de Jadue:

    a) Fue el principal inspirador de la contrarreforma laboral del segundo gobierno de Bachelet, que en sus consecuencias fue más regresiva para nosotros los trabajadores, siendo que, entre otras cosas, eliminó en la práctica el derecho a huelga:

    “Tras una trayectoria asociada principalmente a ser el asesor económico de la CUT mientras era controlada por el PC y se discutía la reforma laboral de Bachelet
    a partir de su rol en la CUT de Bárbara Figueroa (PC), quien recientemente perdió la reelección tras 8 años en el cargo.

    Estudió en el Instituto Nacional, y tras la UdeC, su trayectoria es completa en el mundo sindical: su tesis de posgrado en la UdeC la hizo sobre sueldo mínimo en 2012, se la envió a Figueroa y ella lo invitó a la CUT.
    En 2015 fue la voz técnica de la multisindical en las tratativas por la reforma laboral de Bachelet -en cuya inclusión en el programa incidió la CUT-, y luego fue invitado a participar en una Comisión Asesora Presidencial”
    https://www.ex-ante.cl/perfil-fernando-carmona-el-economista-pc-autor-del-controvertido-programa-de-jadue/

    b) Fue asesor programático de la campanha presidencial de Guillier en la última elección donde ganó Pinhera:

    “Después fue convocado al programa de Guillier…”
    https://www.ex-ante.cl/perfil-fernando-carmona-el-economista-pc-autor-del-controvertido-programa-de-jadue/

    c) Hasta octubre de 2019 era funcionario técnico-político del gobierno de Pinhera para aumentar la explotación de los trabajadores:

    “En Piñera, fue invitado a una comisión sobre calidad del trabajo, de la cual se marginó tras el 18-O por las denuncias de violaciones a DD.HH”
    https://www.ex-ante.cl/perfil-fernando-carmona-el-economista-pc-autor-del-controvertido-programa-de-jadue/

    Conclusión: El Programa de Jadue es la reproducción de la Concertación, incluso diría que de los rasgos más regresivos y anti-obreros de ésta. Cualquiera otra conclusión es mentir a la Goebbels (“miente, miente, que algo queda”)

  3. Gino Vallega says:

    De verdad el programa PC-Jadue habla de seguir la subsidiariedad , sin nacionalizaciones y etc. como lo plantea el Abogado Burgos? Muchos esperamos que la situación de subsidiariedad quede dirimida y eliminada en la nueva constitución (si fué propuesta como «no tan mala» por los capitostes PS-PPD en algún momento).Como no sabemos el final de la película , sólo podemos hacer conjeturas y tal vez sea probable que los programas presidenciales queden obsoletos antes de nacer.De cualquier modo , el pensar del Sr. Burgos me parece estar más cercano al siglo XX que a la realidad del XXI.Sin duda , la sociedad chilena , por ahora más bien consumista , individualista y anti estamental (anti : gobierno ,política ,partidos,reglamentaciones….) es difícil de manejar y no está dispuesta a cooperar con sus «verdugos» que no saben como comportarse para llevarlos «a votar por ellos».

  4. El pasado es pasado , las nuevas generaciones de chilenos , hace mucho tiempo que dejaron atrás la larga noche que vivimos con la dictadura militar , esconder la pobreza en el Chile actual , es esconder el sol con una mano ….el 18 de octubre quedo ampliamente demostrado que la pobreza esta por todos los lados del pais…..Y las nuevas generaciones no son como los viejos ( antigua política , y miedosos ) , así que adelante muchachos que el triunfo , para un nuevo Chile , esta muy cerca….a votar ese es el Lema de Chile…

  5. Don Gustavo Burgos, con todo respeto, sinceramente, pero su narrativa quedó en el pasado. Esa narrativa es para una mayoría consciente de que forma parte de un todo, pero el chileno actual no cree en el todo, solamente actúa para satisfacer su individualidad, y esto, don Gustavo, amargamente lo digo, es el triunfo de 17 años de dictadura y años y años de una seudo democracia que creó entes consumistas, es decir, la finalidad es vivir para consumir los juguetitos que el sistema les ofrece. Pero este ente consumidor despertó cuando se vió enfrentado con la pared que el sistema levantó, es decir, paguen por los juguetitos, pero tambien paguen por la educación, la salud, la previsión y pagar por todos los «derechos» fundamentales de un ser humano, y ahí, la mayoría de los chilenos se dió cuenta que los juguetitos se pueden cambiar y endeudarse hasta el cogote por ellos,¿pero endeudarse para educar a sus hijos, para usar el sistema de salud y tratar de vivir con pensiones de miseria? Y explotó la cosa, pero, ¿cómo se va a solucionar? ¿con esta nueva constitución? ¿Es esta nueva constitución la base de un nuevo sistema social, político y económico? ¿Qué papel jugará el estado en esta nueva constitución, es decir, la democracia? Hasta el momento, nadie lo sabe.

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