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La izquierda enojada

Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 22 segundos

Digamos de entrada que hay una izquierda que quedó muy enojada por la elección de Gabriel Boric. Y, como resulta obvio, una muy contenta por lo mismo.

 

Ese enojo hace que esa izquierda molesta exija al próximo gobierno de Boric hacer cosas a las que no se comprometió o que cambió en el tránsito que va desde el primer programa de gobierno y el último.

 

Todos sabemos de la metamorfosis que debió sufrir la oferta y el lenguaje político de Boric y su equipo al momento de negociar apoyos. Si se compara lo que decía el mismo presidente electo respecto de algunos de sus socios actuales en el no tan remoto 2011, las diferencia son notables.

 

Es que, como se sabe, con guitarra siempre la cosa ha sido otra.




 

En este escenario la izquierda enojada podría hacer algo mejor que rascar donde no pica: proponerse construir un instrumento político que le permita acceder al gobierno en un futuro no lejano para, ahora sí, cambiar aquellas cosas que le parecen no fueron consideradas por el gobierno recién electo.

 

¿O siempre son otros los que deben hacer esas cosas?

 

En ese sentido no sería mal ejercicio emular lo hecho por Boric y sus compañeros, quienes hace solo diez años eran dirigentes estudiantiles que encabezaron las movilizaciones estudiantiles de entonces.

 

¿Será muy difícil? Al parecer no.

 

Una de las grandes falencias del próximo gobierno de Gabriel Boric es su falta de cercanía y comunicación con la gente movilizada, con el pueblo llano y si se quiere con lo que estalló en ese octubre de leyenda. Y sobre todo con la izquierda enojada.

 

Enfrentados a constituir un gobierno, instancia en que las cosas son como son y no como las soñamos, creemos, deseamos, especulamos, han debido negociar apoyos y morigerar el lenguaje.

 

Ese gobierno, luego de decenios del imperio de una cultura inhumana y egoísta, no será precisamente miel sobre hojuelas.

 

Sobre todo, si se intenta hacer cosas diferentes a la que se han venido haciendo. Aunque sea en la forma.

Es cierto.

 

Un gabinete con catorce mujeres, con niños revoloteando, con cierto desorden que desafía la grisura fome y empaquetada del patriarcado y los poderosos, con un presidente que no especula con ese empalagoso 24/7 que encubre toda la falsía derechista, avisa que se verán actuaciones que ofenderán los ojos de los cursis y pechoños.

 

¿Ya es algo? Sí.

 

Pero otra cosa es creer que ese desenfado que hace tan bien será sostén de cambios estructurales como se dice cada vez menos, porque para eso se necesita mucho más que tatuajes y pañuelitos en los puños.

 

Es cierto.

 

Estos hechos que permiten sostener que, efectivamente, se perfila un cambio de ciclo reforzado por el fracaso de la fórmula neoliberal vista desde la precariedad de la vida de mucha gente, incluso de aquella que vive remedando una bonanza financiada por un crédito que paga el anterior, que a su vez pagó varios otros, en una espiral trágica que los acompañará hasta el día del juicio final.

 

Pero no es menos cierto que deconstruir el tinglado ultra capitalista que incluso niega sus propias formulaciones teóricas y se transforma en un tipo de dictadura de los poderosos afianzados en una institucionalidad hecha a imagen y semejanza de su egoísmo, es otra cosa que va más allá de paridades, desenfados y mayo casera.

 

Y para decir las cosas tal como son, en ninguna parte del Programa de Gabriel Boric está planteada la deconstrucción del neoliberalismo. Por lo menos no en la versión definitiva.

Cierto que alguna vez se habló, por ejemplo, de desneoliberalizar la educación, pero ya no es posible encontrar tamaña proposición. En educación no se hará mucho más que mejorar la inercia para seguir lo que se viene haciendo.

 

El aporte histórico que puede hacer el gobierno que viene se relaciona con que genera una fisura en el convencimiento instalado en el subconsciente de mucha gente para quienes la actual cultura es inexpugnable. Pero no mucho más.

 

Entonces se abre en este período una oportunidad irrepetible para la izquierda enojada para elevar una apuesta con algo más de horizonte.

 

Para el efecto, debería dejar de exigir a Boric cosas a las que no se ha comprometido y que, con su exiguo apoyo popular, recordemos que los votos que lo eligieron tienen una componente anti facho que pesa mucho en la cifra final, no podría realizar.

 

Un proyecto político que se proponga la deconstrucción neoliberal, es decir, la construcción de un país basado en otra lógica más humana y respetuosa con la vida será necesariamente de una mayoría que se disponga a luchar por ese proyecto político de corto, mediano y largo plazo, lo que hoy no ve por ningún lado.

No se trataría solo de competir por el poder político formal, sino de construir un poder desde la gente y sus vidas mediante la articulación de sus organizaciones que se propongan acceder a todo los espacios de poder que el orden democrático permite.

 

Es decir, se trata de un pueblo movilizado, estado cuyo significado más profundo se relaciona con aquella idea que es capaz de seducir a una gran mayoría, y dispone su esfuerzo, sacrificio y alegría en la construcción de un poder que nace de la vida misma de la gente común.

 

La instalación del próximo gobierno, chascón y de gente joven, y una posible Constitución que niegue mucho de los fundamentos neoliberales, abre opciones que deben superar la crítica a Boric, su programa y equipo ministerial, así sea justificada y necesaria.

 

Esas nuevas condiciones objetivas exigen que la izquierda salga de su enojo y parta por lo más importante en política como en la guerra: saber quién es el enemigo al que tiene que enfrentar.

 

El neoliberalismo impuesto a sangre y fuego por la tiranía y perfeccionado por la exConcertación y la derecha, ha fracasado en sus ideas de libre competencia, descentralización, orden, vida segura, premio al esfuerzo y a la constancia, rol regulador del mercado, libertad para elegir, propietarios y no proletarios, etc.

 

Un fracaso en toda la línea.

 

Los primeros en traicionar cada uno de los principios que harían de Chile un país desarrollado en un par de decenios fueron sus principales ideólogos y sostenedores: la irresistible y patológica necesidad de ganar dinero más allá de lo racional, terminó por demostrar la falacia del libre mercado, de la competencia, de la libertad de la gente y de toda esa fanfarria fraudulenta.

 

Para superar esa cultura férreamente instalada en la gente, la izquierda enojada debe partir por un ejercicio sine qua non: en esa idea entramos todos o nos preparamos para el nunca más definitivo.

 

La búsqueda del compañero/compañera químicamente pura, que no guarda mácula reprochable, cuya historia es la consecuencia pura, cuya firmeza cromática lo ha dejado rojo desde y para siempre, sin atisbo de debilidad o duda, ojalá que sea pobre y mal vestido, es uno de los más grandes obstáculos para emprender un proyecto grande y bonito.

 

El desmontaje del neoliberalismo, un proceso que tomará mucho tiempo, va a necesitar de todo aquel que manifieste su compromiso con un proyecto de corto, mediano y largo plazo, asentado en las más amplia y variopinta mayoría del pueblo y que salga de la elaboración colectiva de millones en un proceso movilizador, querendón y alegre.

 

Un proyecto de izquierda o es impulsado por una abrumadora mayoría o jamás será.

 

La idea de la persona que es de izquierda se ha desdibujado al extremo de que, si el compañero/compañera no se parece a uno mismo, no es.

 

Sobre todo, si no está enojado.

 

Por Ricardo Candia Cares

 

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Escritor y periodista

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  1. solamente un viejito de 81 says:

    Para GUILLE Y MARGARITA GODDARD: ¿Van a seguir? ¿no han apredido nada de la historia? ¿quién se considera más puro y cientíicamete correcto ideológicamente, entre ustedes dos? Estoy seguro que la derecha se soba la guata riéndose de las peleítas de estos dos perlas. Ahora, niñito y niñita, ¿Cuál era la alternativa a la Concertación durante esos años de transición hacia la famosa democracia neoliberal? ¿Había una alternativa real y masiva, electoralmente, para combatir a la derecha? ¿La concertación? Igual tuvimos que escoger en las urnas. Ahora, con la elección de este cabrito revolucionario durante su educación universitaria, díganme, ¿Cuál era la alternativa para combatir electoralmente al neoliberalismo? ¿Boric y su gobierno? Igual tuvimos que escoger en las urnas. 17 años de dictadura y más de 30 años de la famosa democracia neoliberal, ¿creen ustedes que todo esto no ha hecho mella en esta nueva sociedad creada por esta imposición política? Las metas reales ahora son muy diferentes a las metas que teníamos, electoralmente, con nuestro gobierno de la UP. Lamentablemente, estamos avanzando lentamente, lo que no nos gusta a muchos, pero asi es la evolución, aúnque sea política, y este gobierno de Boric, es un pequeño avance, aúnque no representa lo que muchos queremos para nuestro Chilito, y si este gobierno le ofrece reformas a la mayoría, como la educación, la previsión , la salud, etc, todo esto va a tener el efecto de aquietar a la mayoría y hacer más lejano un gobierno real, igualitario y soberano con nuestras riquezas naturales.
    Compañeros, ¿hasta cuando chu cha siguen teniendo las misma peleas que tenían duarnte nuestro gobierno y durante todo este período neoliberal? Mostremos unidad y aúnque ideológicamente no coincidamos, tratemos de adentrarnos en los problemas politicios actuales y buscar la alternativa política para combatir juntos esta infección neoliberal.

  2. La «izquierda»tradicional,traicionó al compañero Allende y al Pueblo de Chile,el 11 de septiembre de 1973;déjandolo sólo combatiendo en la Moneda(hay algunas excepciones de compañeras y compañeros que ofrendaron su vida,por la causa del Socialismo. Despues, todos estos heroes que arrancarón al exilio,volvieron a nuestro país totalmente renovados,conciliadores y reformistas como siempre…Traicionando de nuevo al Pueblo a las y a los trabajadores de Chile.afines de los ochenta,llegando a acuerdos y componenda con la derecha golpista(DC y Cia.) y militares! Patrocinados y asesorados por el Imperialismo N.A. y aliados….(ahora; llamado globalización).Para que siguiera todo igual……!? Así,que se puede esperar de ésta «izquierda que ustedes mencionan ahora?? Muchos de los heroes que volvierón del exilio han muerto de viejos y escribiendo sus memorias. La Izquierda que existia hasta el once de septiembre del 73,dejó de existir,porqué,claudicó ante el enemigo de clases ;golpista!
    De Boris no se pueden esperar milagros,porqué son otros los que deciden y determinan! O,no?! Han pasado más treinta años y todavía seguimos con los circos electorales etcetera.

  3. Margarita Labarca Goddard says:

    Para «Guille»:
    Es una injuria inaceptable incluir a Manuel Cabieses entre los columnistas «traidores». A los otros no los conozco mucho, aunque escribí en Punto Final durante varios años hasta que se acabó. Supongo que los demás se defenderán ellos mismos si les parece.
    Pero quiero decir que Manuel Cabieses mantuvo la revista durante más de 50 años, a pulso, hasta que tuvo que terminarla por problemas económicos insalvables. Pero tratar de «traidor» a un compañero que estuvo diez años clandestino en Chile, luchando contra la dictadura, me parece un insulto, una canallada que todas las personas decentes en Chile deben repudiar. No sé quien es «Guille», pero cuando se escriben semejantes imputaciones, lo menos que se debe hacer es poner el propio nombre. Por lo tanto, le pido a Clarín que retire el comentario de Guille, un comentario injurioso, sin fundamentos, propio de un ser ignorante, un calumniador que nos ofende a todos los que leemos este diario.

    • Labarca Goddard llama a la censura, al más puro estilo stalinista. Son los métodos de quienes escribieron llamando a votar por la Concertación liderada por Boric.
      Labarca Goddard califica moralmente («injurias y claumnias») la apreciacion objetiva y científica de que los escritores de PF (excepto Lavquén) traicionaron su pasado reciente al hacerse políticamente responsables de la la Concertación. Con ello muestra su extrema ignorancia, porque Cabieses fue tratado de «vaca sagrada» en comentarios en este mismo medio, al escribir negándose a votar por Bachelet en 2013, cuando aún se mantenia fiel a las posiciones de PF (los mínimos comunes a los que me refiero).

      Labarca Goddard muestra su extrema ignorancia política y social al establecer que «a los otros no los conoce mucho» (en referencia a los otros participantes de la fenecida PF).

      Llamo a los lectores de Clarín a la calma, la sensatez y el análisis lúcido. Comentaristas políticos superficiales como Labarca Goddard (e.g. que le parecía que el mejor candidato presidencial en la última elección era la dirigente de la sección chilena de la lit-ci -el MIT-, tendencia trotskysta cuyo origen histórico deriva de la expulsión de los los trotskistas de MIR por parte de la tendencia dominada por Cabieses entre 1967 y 1969, tendencia liderada por un joven de 22 anhos bajo el apoyo de Castro et al y toda la burocracia cubana, la cual acusó de contrarrevolucionario y aliados al imperialismo a los trotskystas desde en-feb de 1966…al mismo tiempo que demanda la censura contra los análisis objetivos y científicos que este servidor publica en los comentarios).

      No llamaré a la censura de Labarca Goddard. Solo advierto que no solo político-estratégicamente realiza análisis cuya raíz histórica está en el stalinismo de los 1930s (la forma en que llamó a votar por la Concertación liderada por Boric hace unos meses), sino que utiliza los métodos de censura stalinista que culminaron en las purgas de 1936 y 1937. Este tipo de gente es la base política del nuevo gobierno.

  4. Gino Vallega says:

    No me he encontrado con un plan de deconstrucción del neoliberalismo; creo, más bien , que los anti neoliberales andan en busca de momentos aptos para deconstruír el neo liberalismo y después de causa y efecto , como en muchos experimentos, asumirlos como parte del plan. En un mundo super capitalista , eliminar el capitalismo, partiendo por su parte más sensible, el neoliberalismo, es un proyecto a largo plazo y que está partiendo con el fracaso del sistema más que las soluciones que se están buscando. LO ANTIGUO NO TERMINA DE MORIR Y LO NUEVO NO TERMINA DE NACER(GRAMSCI).

  5. Los que leímos asiduamente Punto Final antes de su desaparición, nos sentimos traicionados por la mayor parte de sus columnistas habituales. Candia Cares forma parte de ese conjunto, que incluye a Cabieses, Manuel Salazar Salvo, Ramis, etc. Y no se trata de de una crítica extrínseca, sino inmanente, que hace a las propias posiciones sostenidas por PF y sus columnistas habituales. De ahí que no esperásemos más que independencia política frente a la concertación como parte del duopolio. Desde oct 2019 vienen exponiendo que no son independientes de la concertación en términos políticos, un mínimo común de PF en su momento. De ahi que puedan ser calificados, objetiva y científicamente, como traidores y renegados (en relación con su propio pasado reciente).

    Ni olvido, ni perdón político.

    p.d. Alejandro Lavquén, que en ocasiones escribía para PF, se salva. No tenemos acuerdo político ni nos acercamos a él políticamente. Pero, en relación con su propio pasado reciente, no es un traidor ni un renegado.

  6. solamente un viejito de 81 says:

    Putas que es super difícil leer un artículo en este diario, ya que cada dos líneas se interpone un aviso económico. Yo sé que se necestan los pesitos para subsistir, pero quien toma en serio una lectura que es interrumpida por la venta de cualquier ue vá.

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