Chile al Día

Operación Cóndor: Homenaje a tres Detenidos Desaparecidos

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Un emotivo y masivo acto conmemorativo en homenaje a tres Detenidos Desaparecidos, en el marco de la Operación Cóndor, se desarrolló en el “Memorial por la Justicia y la Dignidad”, ubicado en Puente Alto, al cumplirse 46 años de sus secuestros y desaparición.

 

La actividad fue conducida por la dirigenta Margarita Vivallo y contó con la presencia de la Delegada Presidencial Cordillera, Marcela Mella. Las concejalas de Puente Alto Olga Yañez y Sara Contreras, la representante de la Diputada Ana Gazmuri y dirigentes sindicales, sociales y de derechos humanos e integrantes de las tres familias de los homenajeados.

 

El evento fue amenizado por los cantautores de Puente Alto: Gonzalo Gamboa, Andrés Césped y Claudio Núñez e hicieron uso de palabra el presidente del Centro Cultural de Derechos Humanos Salvador Allende, Ricardo Klapp. Paula Hernández en representacion de la famila Hernández Zazpe, Rosa Álvarez representando a la familia Muñoz Velásquez y Carlos Moya, por la familia Tamayo Martínez.

 

En esa década de los años setenta, una jauría de criminales armados, aparatos represivos, controlaba gran parte de los países del Cono Sur en nuestra América Latina. Se le conoce como la Operación o Plan Cóndor, de las dictaduras de Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.




 

La primera reunión se realizó en la Casa de Piedra, en San José de Maipo (Chile), entre el 25 de noviembre y el 1 de diciembre de 1975. Estuvieron presentes organizaciones criminales representadas por los oficiales, Jorge Casas de Argentina, Carlos Mena de Bolivia, Manuel Contreras de Chile, Benito Guanes de Paraguay y José Fons de Uruguay. Inauguró el encuentro Manuel Contreras, jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Brasil participó como observador y se sumó formalmente en 1976. En 1978 se incorporaron Perú y Ecuador.

 

Los genocidas se autodenominaron servicios de seguridad. Se coordinaron para perseguir a los militantes de la izquierda activa. Compartían información para vigilar, secuestrar y hacer desaparecer a los resistentes a las tiranías, para mantenerlos en sitios clandestinos, centros de torturas y de exterminio.

 

En la Argentina y en Chile, se han realizado juicios por delitos de lesa humanidad y de asociación ilícita trasnacional, por el secuestro y asesinato de nuestros compañeros y compañeras. Varios genocidas han sido condenados por los tribunales en ambos países. Dos cuarteles de la DINA operaron en Argentina, tanto en Buenos Aires como en Mendoza.

 

Despues de una semana (24 de abril de 1976), fecha del golpe de Estado en Argentina. El 3 de abril de 1976, fueron secuestrados en Mendoza; Juan Hernández Zazpe, presidente de la Federación de Estudiantes Industriales y Técnicos de Chile (FEITECH) y miembro del Comité Central de la Juventud Socialista. Luis Muñoz Velásquez, quien en 1968 fue presidente del Centro de Alumnos del Liceo Consolidada de Puente Alto y en 1971, candidato a Regidor por San Bernardo y Manuel Tamayo Martínez, ex dirigente estudiantil, alumno de Sociología e Ingeniería de la Universidad de Concepción. Los tres jovenes, militaban en la reorganización el socialismo clandestino.

 

Ese día, los represores, los llevaron al regimiento Maipo de Mendoza. Fue el comienzo de innombrables e inenarrables tormentos. Esa noche los trasladaron a Chile por el Paso Fronterizo Los Libertadores y los entregaron al campo de torturas Cuatro Álamos. En la mañana siguiente, fueron llevados a Villa Grimaldi, último lugar vistos con vida a fines de abril de 1976, desde donde los integrantes de la DINA los hicieron desaparecer.

 

Después de 20 años de las querellas, el Ministro en Visita para causas de violaciones a los Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Chile,  Mario Carroza, condenó a veinte secuestradores y homicidas de la DINA, por siete casos de secuestros y cinco de homicidios calificados, por la primera causa Operación Cóndor. Entre ellos a los homicidas, generales Cristoph Georg Willeke Floel y Raúl Eduardo Iturriaga Neumann (presos en Punta Peuco) y al Coronel Carlos José Leonardo López Tapia (fallecido).

 

Hernández, Muñoz y Tamayo, son un aporte permanente a la luchar por transformar la sociedad, mediante la emancipacion social y colectiva de los sectores populares. Su dedicación necesitaba del compañerismo, las amistad y la confianza, en el quehacer orgánico en condiciones desiguales, para enfrentarse a la maquinaria fascista represiva, de ese periodo gris y amargo para el pueblo.

 

Por Ricardo Klapp Santa Cruz

 



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