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El quinto retiro y el proyecto alternativo de Marcel en equilibrio precario

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Los incidentes políticos derivados del proyecto del quinto retiro podemos empaquetarlos bajo una sola etiqueta. Su causa y consecuencia es el orden económico y financiero que ha regido los destinos de los chilenos desde hace más de treinta años. Un pueblo que sigue en las mismas condiciones previas al estallido del 2019, una clase política que levanta una propuesta de populismo básico sin medir ni consecuencias ni trazar un proyecto de mayor envergadura política, un gobierno que afloja y confunde antes del despegue. Un desorden y una crisis en desarrollo empaquetada y certificada por el sistema financiero. Esta es la base y la causa, el hasta hoy inmutable modelo neoliberal. Los fondos de pensiones son la estructura del sistema financiero chileno.

 

El gobierno, tal como lo hizo el anterior de Sebastián Piñera con los otros retiros e intentos de retiro, levantó todos los obstáculos para el rechazo. Solo cuando Mario Marcel pergeñó a última hora un proyecto alternativo que presentó en la Cámara junto a Giorgio Jackson, la tensión bajó, las bancadas oficialistas calmaron los ánimos y el clima se aclaró. El proyecto propio, firmado por el presidente Boric, pasó a las pocas horas su primera prueba en la comisión de Trabajo.

 

Al atardecer las redes volvieron a irritarse. Un mensaje en twitter de Daniel Jadue abrió un nuevo frente de críticas desde no pocos adherentes o futuros exadherentes al gobierno. Para el alcalde PC de Recoleta la propuesta de Marcel no favorece a las personas sino a los bancos. Es a la medida del sistema financiero y en extensión a las empresas. Un primer análisis podría confirmar esta crítica. El proyecto acota los retiros, los condiciona al pago de la pensión de alimentos, de deudas financieras, hipotecarias, ahorro para vivienda y pagos de servicios básicos como la luz, agua y gas.

 

Durante la tarde las AFP y medios cercanos al sector financiero también levantaron su crítica al considerar el proyecto de Marcel una reacción improvisada al quinto retiro, el que al final del día da para lo mismo, que es el pago de deudas en una población altamente endeudada.




A la crítica pesada de Jadue se le ha sumado también aquella de la diputada y promotora del quinto retiro Pamela Jiles, quien se dio el gusto de hablar de “comunistas neoliberales” y de levantar el hashtag #5toRetiro a más de 90 tweets. Hay otro hashtag que llama a salir a la calle, una invitación hasta el momento de escasa respuesta en una semana recortada.

Un proyecto desabrido

La política en Valparaíso da tumbos. Dice que es transversal, que resuelve en favor del pueblo, o electores, pero es descolorida y básica. No es ni de izquierda ni de derecha, suma socialistas con RN y UDI pero además de la búsqueda de efectos no tiene una propuesta real de reactivación del empleo, aumentos salariales y de pensiones dignas.

Pese a las críticas, el proyecto del gobierno no es tan descabellado ni tan malo, como se lee en las furibundas redes sociales. Tampoco está diseñado para el beneficio para el beneficio especial del sistema financiero. Es, como lo han dicho economistas del establishment neoliberal, una variación muy similar a los anteriores retiros. Porque en una sociedad imbricada con el sistema financiero, bancarizada y altamente endeudada, el dinero de los fondos llegará antes o después al mercado financiero. Pagas la deuda y el banco al día siguiente te ofrecerá una nueva. Consumes y vuelves a endeudarte.

El punto no es el retiro de los fondos. El núcleo es la ubicuidad del mercado y el sistema financiero. El problema son los bajos salarios, la precariedad laboral y el desastroso sistema privado de pensiones. Es la desigualdad endémica, la concentración de la riqueza, el estado subsidiario y el mercado totalitario, al que el gobierno de Gabriel Boric parece también haber sucumbido.

Así las cosas, no vamos en una progresión hacia la dignidad tan coreada y exigida desde la revuelta social. Vamos en reversa y sin freno de mano hacia el 2019.

 

Por Paul Walder

 

 



Periodista

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  1. Hay más o casi un 50 por ciento que no voto por éste gobierno….. En cuanto a las AFP van a seguir vivitas y coleando,para la alegria de los que se adueñan de los fondos y ahorros de las y los trabajadores. Y el actual presidente y sus acompañantes y colabores(la clase política)bien gracias!
    No hay que olvidar tampoco que la nación esta compuesta por trabajadores y explotadores,y las AFP los venefician a estos últimos, a los dueños del capital..Y ésta manga de parasitos son los que tienen este gobierno que se merecen.O NO!

    • Serafín Rodríguez says:

      «Hay más o casi un 50 por ciento que no voto por éste gobierno…»

      Imposible saberlo. Sin embargo, está claro que una buena mayoría de votos que recibió Boric no fueron a favor suyo sino que en contra de Kast. Ergo, es falso que Boric sea el presidente más votado de la historia sino que más bien lo es «del cuento»! En los hechos, Boric se hizo de la presidencia por defecto y carece de un apoyo ciudadano que sea consistente con la votación que obtuvo. Esto se refleja claramente en los relativamente bajos porcentajes de apoyo y relativamente altos porcentajes de rechazo en las encuestas.

      En todo caso, la responsablidad del conjunto de la nación (o naciones como ahora está de moda) en cuanta gobierno que resultó electo electo no es sólo una cuestión electoral sino que está centrada en la incapacidad de la ciudadanía de darse y promover sus propios representantes de base social.

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