
No podemos negar el afecto que los prisioneros políticos de la penitenciaría y la cárcel de Santiago te ofrecimos siempre. Llegabas todos los sábados para contarnos como era y se vestía la calle, lo que escribía la Cheña, la Juanita Rojas, el Libio Pérez, lo que se confabulaba, es que eran tantas cosas juntas. Nosotros […]