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La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil: Geografía, historia y cultura de una potencia en decadencia

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El proceso de independencia de Brasil fue distinto al de los demás países de la América Hispana: hacia 1807 Napoleón Bonaparte, dueño de Europa, tenía como único competidor al imperio británico, y al no poder vencerlo, requería la colaboración de España y de Portugal a fin de bloquear comercialmente a Gran Bretaña. Por otra parte, en España el sector ilustrado era admirador de la Francia revolucionaria; Fernando VII, el rey felón, dominado por los enemigos de los afrancesados, encabezados por el válido asturiano, Manuel Godoy. El sector que ejercía poder sobre el hijo del rey, Fernando, se alzó en armas, en la ciudad de Aranjuez. Por su parte, Napoleón necesitaba de la familia monárquica borbónica para bloquear el camino a Portugal, (nada más fácil que citar a la familia de Carlos IV, su esposa, María Luisa y a su hijo, más tarde, Fernando VII). En un miserable espectáculo, en Bayona, esta “sagrada familia”  mutuamente se repartía improperios, y entre tanto Napoleón aprovechó esta ocasión para regalar España a su hermano, José Bonaparte, (abstemio, a quien falsamente se le llamó “Pepe botellas”).

La instalación de  Juntas y Cabildos de 1810 no guardan ninguna relación con la independencia de las colonias hispanoamericanas, pues se trataba de conservar la corona para el que rey la recuperara una vez de derrotado Napoleón .1812 se proclama la Pepa con liberales de la península y ultramar, era el “amado” Fernando VII. La “patria vieja” sólo fue una guerra civil entre dos extremos de los monárquicos españoles. (En nuestros países latinoamericanos la historia era enseñada en forma miserable, especialmente por historiadores reaccionarios y por profesores hispanistas, que celebran hasta hoy, los Juntas y Cabildos de 1810 como evocación del día de la Independencia).

La familia Braganza, que reinaba en Portugal y sus colonias, tomó un camino muy distinto al seguido por los borbones: Juan VI, rey de Portugal, trasladó a Brasil a la corte y familia. Una vez caído Napoleón, e instalado el Congreso de Viena a Juan VI no le que quedaba otro camino que regresar a Portugal para hacerse cargo de su reino y las colonias. Como Brasil era considerado un verdadero paraíso, el rey Juan VI proclamó emperador de esta colonia a su hijo Pedro I. (En las colonias hispanas existía un reducido sector político llamado “los carolinos”, partidarios de imitar la solución de la familia Braganza; por su parte, el Papa Alejandro VI había trazado una línea divisoria entre el imperio español y el lusitano, concediendo a España el occidente y a Portugal el oriente, de sus colonias).

El hijo de Pedro I, Pedro II, no podía tomar la corona, pues aún era muy joven y, rápidamente se acortó la edad de la regencia, por consiguiente, Pedro II se convirtió en un gran emperador, que entre otras obras terminó con la esclavitud, pasando previamente por la “libertad de vientre”.




Hacia 1889 Brasil deja de ser un imperio para transformarse en una república federativa. La historia republicana brasilera se divide en la vieja república, (1889-1930) que, a su vez, se subdivide en la república de la espada, en que dominaban los militares como representantes de la oligarquía cafetera. La hegemonía de los estados de Sao Paulo y de Minas Gerais se denominó la república del “café con leche”: el poder se repartía entre el estado cafetero de Sao Paulo y el lechero de Minas Gerais.

Los oficiales militares provocaron una revolución, (1930), cuyo líder fue el civil Getulio Vargas quien, en un comienzo, impone una dictadura popular, llamado el “Estado Nuevo”; en la segunda etapa, ya fue elegido para el período 1950-1954. (Este Estado Nuevo ha sido comparado con el justicialismo de Juan Domingo Perón y con Lázaro Cárdenas, en México; en cuanto a Chile, este país optó por el Frente Popular, con el Presidente Pedro Aguirre Cerda, a imitación de los Frentes Populares de Francia y España, ´León Blum y Manuel Azaña, el primero, el Primer Ministro de Francia y, el segundo, presidente del consejo de ministros de la segunda república y, posteriormente, Presidente de la República´).

En los años 30 los países de América Latina se caracterizaron por la sustitución de importaciones y la nacionalización de las riquezas básicas, es decir, se implementa un programa nacional y popular. Desde el punto de vista marxista, el 7º Congreso de la Internacional Comunista es definido como una alianza de clases con los partidos burgueses, a fin de combatir el fascismo-nazismo.

El Estado Nuevo brasileño, que comienza con el dramático suicidio de Getulio Vargas y el golpe militar, (1945-1964), contra el gobierno progresista de Joao Goulart, cerca de 20 años de  gobiernos en que se alternan en el poder distintos líderes cívico-militares. La dictadura brasileña precedió a las tiranías de “seguridad nacional” predominantemente en Chile y Argentina, (sólo Colombia y Venezuela gobiernos civiles, aplican la política de “seguridad nacional”, implementada por partidos políticos tradicionales).

El régimen militar brasileño fue el predecesor en la introducción y práctica de los métodos de tortura, muchos de ellos imitados del ejército francés en la guerra de Argelia; a su vez, aprendidos en la Escuela de las Américas, en Panamá, auspiciadas por Estados Unidos, (hasta ahora sólo Colombia sigue siendo un socio de la OTAN).

El retorno a la  democracia en Brasil tuvo un comienzo que se basó en la existencia de grandes partidos políticos, aceptados por el régimen militar, siendo el Movimiento Democrático Brasilero, (MDB), el más conocido. El primer Presidente elegido en forma directa, Fernando Color de Melo, fue acusado constitucionalmente por corrupción, y obligado a dejar el cargo.

El último Presidente del siglo XX fue el famoso tecnócrata y economista Hernando Henrique Cardoso, quien heredó una hiper inflación de gobiernos anteriores. La política de Cardoso se centró en el combate contra la inflación mediante la detención de la máquina impresora de cruzeiros, equiparando la impresión de la divisa  brasilera  al dólar. Más tarde, se dictaminó la supresión del cruzeiro y su reemplazo por el real, (Brasil ha sido uno de los países latinoamericanos que ha tenido más denominaciones para su divisa nacional).

Entre los años 2003 al 2011 el obrero metalúrgico de San Bernardo, Luiz Inácio Lula da Silva, logra el triunfo en las elecciones presidenciales, en que fue electo para dos períodos consecutivos, colocando a Brasil como la gran potencia en el pleno de la geopolítica mundial. En este período logra reducir, en forma significativa, la pobreza, ubicando a Brasil en el 7º lugar en el índice del PIB mundial. A su vez, junto con ser el líder en la política de la unión latinoamericana, Brasil, a través del BRIC, desarrolla una política de gran potencia, junto a Rusia, India y China y, ahora, Sudáfrica. Este período exitoso comienza a navegar en tiempos tormentosos de un ciclo económico recesivo, mareas que han sido profundizadas debido a las políticas ultra-reaccionarias  del Presidente actual, Jair Bolsonaro.

Brasil se convierte en el gran “exportador” de corrupción a raíz de las empresas Petrobras y Odebrecht. El sistema político brasileño demuestra podredumbre e ingobernabilidad: este país tiene un record de políticos y parlamentarios corruptos y, a su vez, “exporta” el cohecho y la coima al conjunto de países latinoamericanos, especialmente a Perú y Argentina. El hecho de que Brasil sea frontera con todos los países latinoamericanos, (salvo Chile y Ecuador) ha permitido, desde la colonia, la existencia de una potencia expansionista, quitándole territorio a Argentina y dando nacimiento a Uruguay, y prácticamente, destruyendo a Paraguay en la guerra de Triple Alianza, (hoy, en vez de asumir un liderazgo en los países del área, la ultraderecha, liderada por Bolsonaro, pone en peligro la democracia en el Continente.

El clivaje del 30 de octubre próximo se dará entre la democracia y el fascismo, una nueva forma de fascismo-nazismo a cien años de la marcha sobre Roma de las “camisas negras”, de Benito Mussolini.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

06/10/2022

 

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