Economía y Mercados en Marcha Portada

La inflación produce sus efectos: reducción de salarios y aumento de las ganancias de los más ricos

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Hemos argumentado anteriormente que la inflación reduce los salarios de los trabajadores[i]. Para esto no es necesario sacrificar la imagen de los empresarios, los políticos o el gobierno de turno tomando medidas impopulares. Se deja trabajar al «mercado».  Acontece de vez en cuando de manera «exagerada». Sube más rápido que lo «normal».  Puede que en ciertos períodos baje, pero esta baja es relativa a un período anterior donde estuvo más alta. Pero de subir, sube siempre. Un aumento del 1 o 2% en los precios es considerada por la economía del Capitalismo como «normal». Su crecimiento en el tiempo es inevitable. Así ha sido en toda la historia del Capitalismo.

Los bancos centrales tienen como misión fundamental controlar la inflación. Para esto siguen normalmente a pie juntillas los dictados de la Reserva Federal de EEUU, el Banco Central Europeo (que sigue a la primera), y las recomendaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (ambos controlados por EEUU) que en el caso de los países dependientes son más bien imposiciones. Actúan así todos en conjunto en defensa del sistema. En cuanto se desata un proceso inflacionario global como el que sufren las economías del Capitalismo ahora, los consejeros del banco correspondiente toman la primera medida de la Biblia: subir las tasas de interés[ii]. Esto, porque ellos entienden que en el origen de las crisis inflacionarias hay siempre un aumento excesivo de demanda.

¿Cómo pueden sacar esa conclusión por ejemplo como resultado del Covid, la crisis de los contenedores, o la guerra de Ucrania? ¿No ha habido allí más bien disminución de la oferta en vez de exceso de demanda?. ¿Será que no lo ven o será que se aprovecha esta oportunidad para defender el sistema defendiendo e incrementando las ganancias de la clase dominante lo que supone necesariamente  empobrecer los trabajadores[iii]? No creemos en la teoría de la conspiración, pero frente a la realidad observada, las medidas que se toman y los resultados que se obtienen a la vista de todos, uno tiene derecho a hacerse todas estas preguntas incómodas para el sistema. Como dijo Cervantes, «yo no creo en las brujas, pero de haberlas, las hay.»

La disminución violenta de la oferta la conocemos bien los chilenos. Recuérdese lo que hicieron los ricos y los comerciantes detallistas en 1973.  Este plan de la Derecha económica y la CIA que generó una super inflación. Escondieron simplemente las mercaderías. Como consecuencia, y con una demanda que había crecido producto del incremento de salarios los precios subieron a las nubes. Este hecho, ayudado por la negación del capitalismo internacional para dar crédito a un país que vivía endeudado históricamente terminó de quebrar la economía[iv].  Un plan organizado y dirigido por EEUU para hacer «gritar la economía chilena» como lo dijera Richard Nixon. El resultado: inflación del 700%. Aumento enorme de la deuda externa, hipotecando aún más el país. El caos total.




Segunda medida del Banco Central (BC) cuando se desata la inflación, y para quienes como Chile viven dependientes del valor del dólar de EEUU, se venden dólares para defender el valor del peso y así no encarecer tanto las importaciones y/o abaratar las exportaciones. Además claro de salvar la «imagen país» como se dice en la jerga de las agencias internacionales de evaluación de la salud de las economías nacionales, también conocidas como agencias de rating, lo que constituye un dato importante para potenciales inversionistas internacionales. Disponer de un dólar no tan caro es también esencial a la hora de comprar petróleo y gas, que mayoritariamente nos vende, oh sorpresa, el mismo Estados Unidos de América (en el caso del petróleo). Pero vender dólares por parte del BC supone venderlos a un precio interesante para «el mercado». O sea, para todos aquellos que teniendo dinero pretenden ganar más sin tener que trabajar. El valor del dólar baja respecto del peso a costa de que las reservas del país en dólares disminuyen. O sea, con esta medida el BC fragiliza un poco más al país. El dinero que sale de las reservas, no es ni más ni menos que impuestos anteriormente recolectados y ahorrados por el Estado, donde ya sabemos quien es el principal contribuyente: los trabajadores.

¿Pero quienes ganan y quienes pierden en estas crisis inflacionarias?

Encarecer las tasas de interés por parte del BC significa aumentar la inflación. Los precios del crédito a las empresas y personas son ahora más caros. Los bancos comerciales son como se puede uno imaginar, los primeros favorecidos. Aumento del porcentaje del costo de los préstamos. O sea, del precio de venta de su principalísimo negocio: el crédito. ¿Porqué cree que en Chile existen varias veces más tarjetas de crédito que habitantes tiene el país y que toda empresa le ofrece crédito?

Las empresas comienzan a vender sus productos y servicios más caros. No solo porque suben los pagos de sus créditos existentes sino que también  porque suben de precio algunas de sus materias primas o insumos. Y si todavía no han subido, los empresarios se protegen de antemano suponiendo que sus materias primas de hecho van a subir. Es lo que se llama una economía basada en «expectativas».  ¿Cómo se defienden? Pasando el aumento de sus costos a los consumidores finales. Usted y yo, que no tenemos a quien cargarle el fardo. Las empresas además pueden en todo momento despedir personal para abaratar sus costos o defenderse de una posible baja en la demanda de sus productos debido al alza de los precios de los mismos en el mercado. Es lo que la Derecha siempre defiende como «flexibilidad laboral». Aquí hay que hacer una gran diferencia entre unas empresas y otras. Las más grandes tienen muchísimas más posibilidades de defenderse que las medianas y pequeñas. De que estas últimas pagan también el enriquecimiento de las más grandes dan cuenta los numerosos subsidios y ayudas de todo tipo que los gobiernos dan o dicen dar a las Pymes pues a estas la inflación no les ofrece muchas alternativas de solución y muchas viven con dificultades.

Los conglomerados más grandes de empresas chilenas, eso que se llama «el grupo tal o el grupo cual», poseen una vasta variedad de empresas perteneciente a distintas industrias. Tienen una cartera bien diversificada. Así pueden perfectamente defenderse de la crisis ganando dinero extra con algunas de ellas. Lo harán en todos los sectores que producen bienes y servicios indispensables a la población, así como en aquellas industrias exportadoras de materias primas, cuyos precios de venta no responden linealmente a la inflación.  Supermercados, salud, educación privada, gasolineras por ejemplo. Porque nadie dejará de comer, poner bencina al auto, ir al médico, además de estar dispuestos a apretarse un poco más el cinturón para continuar a pagar la ya muy cara educación de sus hijos en la universidad. Y esto, para no hablar que estos mismos grupos se han transnacionalizado y tienen empresas en América Latina donde pueden también ganar dinero extra y escapar a los impuestos. La «ingeniería contabilística» hace maravillas.

Quienes no pueden hacer nada de esto naturalmente son los trabajadores. Sus hijos no podrán continuar sus estudios. El arreglo de la dentadura tendrá que esperar, dificilmente alcanzará a pagar la cuota del auto, y el viaje que ha costado tantos años de ahorro para ir a ver a un pariente lejano queda postergado hasta quien sabe cuando. Y todavía peor, algunos no tendrán dinero para continuar de pagar la hipoteca de su casa o hacerse una operación indispensable privadamente pues saben que en el sistema de salud las listas de espera son infinitas.

Las empresas tienen  además ese gran defensor contra la inflación que es la famosa Unidad de Fomento (UF), que contribuye objetivamente a realimentar el proceso inflacionario como también lo referimos en (1). Las UF solo son para uso de los ricos en Chile. No se explica cómo todavía los sindicatos no tienen esto como bandera de lucha. Que sus salarios sean pagados en UF. Se limitan ahora como lo hace la Mesa del Secotr Público afiliada a la CUT, a pedir al Gobierno una «canasta básica protegida». ¡Que sentido de sumisión tan claro a la ideología de los ricos!. Recordemos que desde 2019 para acá los funcionarios públicos tienen reajustes de salarios reales por debajo de la inflación.

El desempleo provocado como consecuencia de la inflación- Chile ahora mismo tiene un 13.3% de desempleo (ver cuadro 2) – provoca también una baja en los salarios ofrecidos a quienes se incorporan al mercado de trabajo por la primera vez. Es la ley de oferta del Capitalismo en acción. Hay mucha gente en la fila ofreciendo trabajar. Aumenta la oferta bajan los precios de los salarios. Una ley estupenda para los patrones. Cuando el precio ofrecido por trabajar se aproxima de los valores de los subsidios de todo tipo que ofrecen los gobiernos a los más pobres, entonces no vale la pena ir a trabajar. Recibo el subsidio y me lanzo en el trabajo informal. Me pongo a vender chucherías o sopaipillas en la calle. Soy ahora emprendedor(a) privado(a) . O convierto mi auto en un taxi Uber, o utilizo  la bicicleta para repartir pizzas y comidas preparadas en mi barrio. Miles de estos «emprendedores» tienen su puesto instalado en las calles más populosas del país. ¿Cuánto ha aumentado el trabajo llamado informal, o sea, ese donde quien trabaja no tiene cualquier protección social de nada y no sabe si tendrá comida para llevar a la mesa?. De acuerdo a la OCDE un tercio de la población activa tiene un trabajo informal[v]. Unos tres millones de personas si utilizamos la cifra de nueve millones de población activa que da el Banco Mundial[vi]. No sorprende. La oferta de trabajo ha descendido desde un indice de 30 puntos en 2018 a 8 puntos en 2022[vii]. Sin embargo es siempre otra la promesa que hacen invariablemente todos los políticos de Derecha que son candidatos a Presidente: Ellos crearán cientos de miles de empleos, pero «de calidad» enfatizan.

Digamos de paso que en las sociedades desarrolladas del Capitalismo hoy día, existe una cantidad creciente de trabajadores que no quieren trabajar por los salarios que se ofrecen. Un fenómeno que preocupa a los economistas del sistema. Las empresas se quejan de falta de personal calificado o no calificado.  Los ricos chilenos tienen una explicación fácil para esto: «los trabajadores son flojos». «No quieren trabajar.» No consiguen explicarnos eso sí como es que  entonces ellos ganan tanto dinero.

Las empresas tienen todavía otra forma de defensa frente al proceso inflacionario o las grandes crisis como la de la epidemia del Covid que hemos vivido y que todavía no se controla. Los subsidios del Gobierno, como por ejemplo los subsidios actuales «Mujer trabajadora», «Aprendices» o «Experiencia Mayor [viii]. además de bonos de todo tipo. Fiestas Patrias, Marzo, etc. etc.  Un sistema económico basado en la caridad incapaz de ofrecer una vida medianamente decente a todos.

Muchas empresas han recibido en los años del Covid parte del salario para sus trabajadores. Una medida de los gobiernos para mantener la tasa de empleo. ¿De dónde sacan ese dinero los gobiernos? De los impuestos que recauda el Estado. ¿Y Quienes pagan mayoritariamente impuestos? Los trabajadores como ha sido sobradamente demostrado. Particularmente el IVA, que es responsable como de la mitad de todos los impuestos recaudados. O sea, las empresas reciben ayuda de los impuestos pagados por los trabajadores para devolver a esos mismos trabajadores una parte como salario. Negocio redondo. El dinero de los trabajadores sirve para pagarle a ellos mismos. Los beneficios esos, quedan para el patrón.

La propaganda actual de gobiernos y empresas, una «colusión ideológica» estable y casi permanente en el Capitalismo, dice que han aumentado los salarios. No hablan de salarios reales. No tendrían cara porque normalmente estos aumentos son porcentualmente menores que la inflación. Los trabajadores han disminuído su poder de compra. Son ahora más pobres. Por estos días los trabajadores del sector público se han declarado satisfechos con un aumento de 12% de aumento salarial[ix]. Falso. Miente el Gobierno y miente la Mesa de la Función Pública indicando que se recupera el poder de compra. El aumento acordado apenas cubre la inflación media de este año que es del 11.3%. Este es el valor de la inflación declarada. Pero no aquella real que afecta a las familias más pobres. Recuérdese que la inflación es medida con el IPC (Índice de Precios al Consumidor). Una canasta que no es exactamente una «canasta básica» como se nos quiere hacer creer. Porque la lista actual de productos del IPC (más de 300 productos) incluye productos que no son exactamente básicos. Me explico. La inflación oficial actual está en el 13.3% . Pero si Usted considera apenas el alza del valor promedio de los alimentos, los que sí consumen necesariamente todos los trabajadores, el valor de la inflación es hoy del 24% como muestra el gráfico siguiente, mientras que el valor promedio para el año es de 16%.(mi cálculo promedio).

 

 

 

Cuadro 1: Inflación en el precio de los alimentos considerados en el IPC

 

Quien no se queja del aumento exorbitante del precio del litro de aceite corriente, el balón de gas o el kilo de pan? Ese valor refleja mucho más fielmente cuanto está golpeando la inflación el bolsillo de los pobres. Demuestra lo mucho que han perdido los trabajadores en este proceso.

 

Bueno, pero a todo esto, donde se ha ido ese valor en dinero que han perdido los trabajadores con la crisis inflacionaria? Se ha desvanecido en el aire como pregunta el economista inglés  Michael Roberts[x] . LA PERDIDA DEL DINERO QUE HAN SUFRIDO LOS TRABAJADORES HA IDO DIRECTAMENTE A LA GANANCIA DE LAS EMPRESAS afirma él. Una limpia operación de transferencia de dinero de los pobres a los ricos. Y esta transferencia masiva de dinero según él es un componente fundamental de la inflación actual. Y esto ha ocurrido en la crisis actual tanto en Chile como en todo el resto del mundo capitalista. En el artículo de Roberts encontrará cifras que sostienen esta afirmación.

Hoy nuestro Ministro de Hacienda nos dice que la inflación ha comenzado a ceder.  Sube pero ya no sube tanto. La pequeña disminución observada hasta aquí viene evidentemente por la disminución de la demanda tanto por los particulares como por las empresas. El siguiente cuadro muestra la situación actual donde si no consideramos Agosto de 2022, un mes caracterizado por el aumento excepcional del consumo de energía y gas en los hogares debido al invierno, los valores se mantienen alrededor del 13% desde hace seis meses (Julio). Un valor altísimo como quiera que sea.

Cuadro 2:  Chile: Inflación mensual en 2022[xi]

 

 

Especialmente si se le compara con los aumentos de salario que han tenido los trabajadores. Para aquellos que han tenido dicho aumento.

Mientras tanto hasta aquí el salario mínimo no se sube ni un peso. «Están pensando» en el Gobierno que podrían subirlo a 400.000 pesos (hoy es de 365.667 pesos). O sea, sería un aumento menor que el 10%. Claro, el Gobierno «debe ser responsable financieramente». Un alza del salario mínimo podría continuar a contribuir con las llamadas presiones inflacionarias, aumentar el desempleo, desincentivar la inversión y un cúmulo de otras plagas conforme funciona la economía del capital. Y eso iría en contra de su política fiscal  la que casualmente coincide por completo con aquella  del Banco Central.

Mientras manda la Derecha económica los bancos centrales tienen siempre una política que le favorece. De allí que muy astuta y democráticamente ellos siempre defiendan «la independencia» del BC.

En cualquier caso, si lo hay, ese aumento será inferior al valor de la inflación y por lo tanto nuevamente los trabajadores volverán a perder poder de compra.

Los alimentos siguen carísimos y a subir un poco por todos lados. Nos auguran que tal vez en 2023 la inflación y sus efectos puedan controlarse. El encarecimiento del crédito y la propia inflación que produce reducciones salariales importantes y también despidos hace su efecto. La demanda ha bajado, particularmente en los productos del IPC, que es la herramienta para medirla. No olvidemos eso. Los trabajadores deben contentarse con vivir a partir de ahora un poco peor. Y muchos de la clase media ven que de continuar así las cosas, bajarán de clase social.

La inflación se terminará de «controlar» cuando los trabajadores acepten el apriete de cinturón que les han hecho los ricos, tal como lo han hecho en esta oportunidad los trabajadores de la función pública. Y ya sabemos la influencia que tiene el aumento salarial de los trabajadores públicos en el aumento de aquellos del sector privado, para el cual este valor significa un límite superior que no será sobrepasado. Un nuevo grado de explotación es así aceptado. Hasta la próxima crisis inflacionaria.

Nadie se acordará mañana de los muchos millones que han ganado extra los más ricos «en esta pasada». La vida seguirá a su cauce normal. «Y volverá el pobre a su pobreza, el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas» como canta Serrat la poesia de Antonio Machado.

 

 

Por Patricio Serendero

 

[i]  https://www.elclarin.cl/2022/05/14/preguntas-impertinentes-los-trabajadores-pueden-cobrar-  salarios-en-ufs-podemos-comprar-petroleo-directamente-a-rusia/

[ii]      Existe de hecho un patrón histórico de aumento de la inflación y aumento de las tasas de interés

[iii]     Hace 30 años que la economía chilena baja su productividad. Esto tiene mucho que ver con bajar los salarios. Pero este tema merece un artículo aparte.

[iv]    Ni siquiera la URSS prestó dinero a Allende cuando este viajó allí en 1972.

[v]   https://www.oecd.org/economy/panorama-economico-chile/

[vi]   https://datos.bancomundial.org/indicator/SL.TLF.TOTL.IN?locations=CL

[vii]   https://es.tradingeconomics.com/chile/job-vacancies

[viii]  https://sence.gob.cl/empresas/subsidios

[ix]   El Ministro Mario Marcel  anunció que “Este acuerdo contempla un reajuste de 12% para todos los trabajadores con rentas brutas mensualizadas de hasta $2,2 millones y un reajuste de un monto fijo de $264 mil para trabajadores con rentas superiores a los $2 millones 200 mil”-

[x]  https://rebelion.org/los-beneficios-empresariales-son-la-principal-contribucion-a-la-inflacion/

[xi] https://es.tradingeconomics.com/chile/inflation-cpi

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  1. Serafín Rodríguez says:

    Y Feliz Año Nuevo! Hoy comienza a regir el 19% de IVA para los servicios profesionales, excepto en el caso de quienes emiten boletas por honorarios ideológicamente falsas o no. Pero no se asuste, todavía podrá tomar la micro (o un Uber), educarse y atenderse en un servicio médico ambulatorio sin pagar impuestos, pero no se le vaya a ocurrir hospitalizarse porque ahí sí que le llega al pihuelo. En todo caso, esta extensión del IVA está diseñada para financiar principalmente la Pensión Garantizada Universal de modo que se trata de una medida altruista de todos los chilenos, incluidos los beneficiarios de tal pensión, de modo que a la fecha puedan recibir $193.917 al mes. Como dato de referencia, en septiembre último la línea de pobreza por persona era de $210.529!

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