La ansiedad climática, sus aspectos negativos y positivos
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Tanto los millennials como los jóvenes que componen la generación Z han crecido en un mundo muy diferente al de sus padres, inclusive más difícilen algunos aspectos. Muchos de estos jóvenes padecen de estrés por esas diferencias y los desafíos que deben enfrentar. Un buen ejemplo, de los problemas y retos que deben enfrentar estas generaciones, es el cambio climático y sus consecuencias.
Estos nuevos desafíos causan ansiedad, no solo por la dificultad de encontrar soluciones rápidas y concretas, sino también por la preocupación constante que generan.
¿Qué es la ansiedad climática?
La ansiedad climática o eco-ansiedad es esa preocupación extrema y miedo basados en las consecuencias del cambio climático sobre el medioambiente. Es un padecimiento que experimentan personas de todo el mundo.
Sin embargo, el porcentaje mayor de esas personas jóvenes viven en los Estados Unidos. Los mayores no estarán presentes para ver lo peor de las consecuencias y ellos serán los que deban enfrentarlas en todo el planeta.
¿Qué es lo que deberán decidir en algunos años los jóvenes que ven su futuro distorsionado por el cambio climático? Por ejemplo, podríamos imaginarnos un hombre o mujer muy jóvenes que se tuvieran que hacer cargo de una granja familiar azotada por una sequía enorme o una pareja que tuviera que decidir en el 2055, a qué zona, que no parezca un desierto o esté inundada, podrían mudarse.
El nivel de ansiedad climática que padecen estos jóvenes puede llegar a ser abrumador. En un estudio mundial publicado en The Lancet sobre este tema, la mitad de los jóvenes entrevistados declararon que la preocupación por los temas relacionados con el medioambiente y el cambio climático no los dejaban descansar ni disfrutar sus actividades de ocio, por ejemplo, las salidas con amigos, los videojuegos, los deportes, las películas y las tragamonedas u otros juegos en www.cl.novibet.com/, entre otras.
La actividad de los jóvenes
Los jóvenes tienen más energía, tiempo y creatividad a la hora de generar reclamos y protestas sobre la falta de acción de los poderosos para contribuir con acciones positivas para detener el daño que se le ha producido al clima y, como consecuencia directa, al planeta.
De acuerdo con los jóvenes, el problema mayor es la inacción. Cuando ellos sean adultos y quizás tengan el poder de tomar las decisiones más importantes tal vez sea demasiado tarde. Por otro lado, cada vez más jóvenes dejan de comer carne, ya que la ganadería es una de las causas de la producción de metano, el gas del efecto invernadero.
¿Es posible convertir la ansiedad climática en acciones?
El tema del cambio climático parecía algo muy lejano para los niños y adolescentes de la década del noventa. En la actualidad, es una realidad muy dura para los más jóvenes. Para ayudar a estos jóvenes que sufren de eco-ansiedad, hay universidades, como la Universidad de Washington, que imparten cursos para manejar el duelo ecológico.
En estos cursos, se motiva a los alumnos a convertir esa angustia, miedo y dolor en acciones para crear un mundo mejor. El lado “positivo” de la ansiedad climática es que muchos de los jóvenes más preocupados por la situación son los más comprometidos en trabajar por el cambio e instar a los gobiernos que se involucren e inviertan parte de sus presupuestos en soluciones urgentes.
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