¡Amarillos por Chile y su reciente aventura electoral! Solo 218 militantes en sus elecciones

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Amarillos por Chile realizó sus primeras elecciones internas, esto luego de que el Servicio Electoral rechazara el mecanismo propuesto por la colectividad para proclamar autoridades partidarias sin consultar a su militancia. El Tribunal Supremo de Amarillos por Chile había establecido en su reglamento provisorio de elecciones que se proclamarían autoridades partidarias electas en todas aquellas ocasiones en que no existieran más candidatos o listas postulando a los mismos cargos.

Parece que la fiesta de las urnas se convirtió en un verdadero juego de «busca a Wally» con un toque de paridad de género para mantener el suspenso. Con un Servel que mira con lupa y reglas que cambiaban más rápido que el clima de primavera, la tienda política tuvo su momento de esplendor… o eso quisieran creer sus 218 valientes militantes que se animaron a votar.

Imagino que en la sede de Amarillos por Chile se respiraba emoción, tanto como en una carrera de caracoles: ¡paso lento pero constante hacia la cima! ¿Quién dijo que la participación masiva era clave para definir el futuro de un partido? Con un 7,68% del padrón, la democracia interna brilló en su mínima expresión, como un concierto de rock sin amplificación.

¡Pero espera! ¡Ahí viene el giro argumental! Cuando pensábamos que la emoción había llegado a su límite, ¡llega la segunda vuelta con tan solo 162 valientes que se sumaron al festín democrático! La paridad de género se convirtió en el MVP (Jugador Más Valioso) de esta telenovela electoral, forzando una segunda ronda para asegurar el cumplimiento de las reglas.

Finalmente, entre votos y votos, con nombres que suenan más a personajes de una novela que a líderes políticos, se logró elegir a los valientes guerreros que integrarán el «Encuentro Nacional». Reinaldo Figueroa, Eduardo Jara, Andrés Jouannet, Cristián Warnken, Pilar Peña, y Mariana Aylwin liderarán este grupo de selectos elegidos.

¿El resultado? Un proceso que podría compararse con una obra de teatro de improvisación: cambios de escenario, giros inesperados y un elenco reducido pero lleno de entusiasmo.

¡Amarillos por Chile ha sentado un precedente! Quizás no en participación, pero sin duda en creatividad y adaptación a los obstáculos del juego político. Ahora, solo falta ver qué rumbo tomará este grupo de valientes en su viaje hacia la directiva y el Tribunal Supremo.

¡El país espera con ansias su próxima jugada magistral!

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