Victoria para el Valle del Huasco: Fin del proyecto El Encierro
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En un giro decisivo que ha llenado de esperanza a las comunidades del Valle del Huasco, el viernes 16 de febrero, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) anunció el término anticipado del proyecto El Encierro. Este proyecto, que pretendía llevar a cabo 80 sondajes mineros en la naciente de las aguas, en una zona de glaciares y crioformas esenciales para la vida, ha sido detenido en seco, gracias a la intervención del SEA.
La decisión del SEA de poner fin a la evaluación ambiental del proyecto se basa en la falta de información esencial que permita determinar los impactos, los efectos y las circunstancias generadas por sus características. Esta carencia de información hace imposible continuar con la evaluación ambiental, según lo especificado en la resolución oficial.
Los argumentos esgrimidos por el SEA son contundentes y señalan la falta de datos esenciales en áreas críticas como los efectos adversos sobre la avifauna, el medio humano, la hidrogeología y glaciares, así como análisis pluviométricos y de nieve. La ausencia de estos detalles esenciales ha generado preocupación entre diversos organismos, como la Seremi de Medio Ambiente, DGA, CONAF, Gobierno Regional y Municipio de Alto del Carmen, quienes han manifestado su inquietud por las falencias del proyecto y sus potenciales impactos negativos.
Un hecho especialmente preocupante, destacado por el SEA, es la presencia de un comentario en la Declaración Ambiental del proyecto que sugiere omitir una fotografía de un ave, el jilguero cordillerano, por implicar un hábitat de relevancia. Esta revelación subraya el comportamiento inescrupuloso de empresas como Barrick y Antofagasta Minerals, así como de las consultoras que las asesoran, quienes parecen dispuestas a ocultar información crucial para avanzar con sus proyectos.
La decisión del SEA de poner fin al proyecto El Encierro es motivo de celebración para las comunidades del Valle del Huasco. Aunque conscientes de que el sistema permite a las empresas volver con sus proyectos, consideran que este paso sienta un importante precedente y constituye una victoria para la vida en el valle. Esta resolución marca un freno al avance de la megaminería cordillerana, que amenaza con destruir las fuentes de agua en un valle históricamente agrícola, ahora enfocado en rescatar actividades tradicionales y fomentar un desarrollo turístico y agrícola responsable y respetuoso con el medio ambiente.
Desde el Valle del Huasco, las comunidades reiteran su firme oposición a la megaminería en la naciente de las aguas. Buscan preservar la vida y el futuro del valle para las nuevas generaciones, enviando un claro mensaje a las empresas: «No vuelvan, no los dejaremos pasar. Los glaciares y las lagunas no se tocan». Esta victoria representa un paso importante en la lucha por la protección del medio ambiente y los recursos naturales del Valle del Huasco.
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