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De lo local a lo nacional (II): La organización comunal ¿Una alternativa de participación política desde la base?

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Independientemente del contexto político en el país, la voz colectiva y la acción concertada de la ciudadanía son fundamentales para una significativa participación en los procesos democráticos dirigidos a generar cambios profundos en la arquitectura país. Sin participación ciudadana, los gobiernos de centroizquierda continuarán tratando de desastillar el árbol neoliberal y la constitución que lo sostiene sin producir cortes significativos capaces de cambiar estructuralmente el sistema económico. Sin participación ciudadana, la degradación democrática, que se expande por el mundo, seguirá profundizándose, sirviendo a los intereses corporativos y agenda de la derecha extrema.

Sabemos que cuando la ciudadanía encuentra su rol y voz colectiva, las posibilidades de cambios estructurales se hacen posible. Los más viejos sabemos que con un pueblo empoderado se derrotó la dictadura. Los más jóvenes saben que durante las dos grandes movilizaciones estudiantiles se estuvo más cerca de conseguir educación gratuita y universal. Sabemos también que para el estallido social los empresarios y la burguesía en general estaban dispuestos a cambios profundos. Solo cuando el movimiento decayó (no entraré en detalles sobre eso ahora) los empresarios recobraron la dureza de sus posiciones cerrándose a los cambios. Esta dureza empresarial, la centroizquierda, no podrá ablandar, si no existe una fuerza social activa que presione a favor de los cambios si estos la favorecen o rechazar cuando no.

Lamentablemente, no existe un interruptor de encendido y apagado de los movimientos ciudadanos. Este debe crearse desde la conciencia de la realidad, desde las necesidades e intereses de la mayoría.

Nada de lo dicho hasta aquí, constituye novedad alguna. No es, en lo que se necesita hacer, donde la izquierda fracasa, sino en el cómo hacer. Como hacer para que una mayoría del pueblo se organice por la defensa y avance de sus intereses.

Los mayores esfuerzos por tratar de organizar sectores importantes de nuestra sociedad han sido propuestas superestructurales sin la participación inicial de los sectores a los cuales se quiere organizar. Esta vieja forma de organizar hoy no entrega resultado como en el pasado.




La organización ciudadana debe crearse a partir de ellos mismos, de sus intereses y realidades. Partiendo de lo simple a lo complejo. De lo que tenemos cerca y podemos hacer nosotros mismos, pero que permita acercarse a otros para ir más lejos.

Esta posibilidad se encuentra en la comuna, en una coordinación de organizaciones populares y de juntas de vecinos (las que quieran participar) se puede comenzar a desafiar el poder local. Participar de la elección municipal con candidatos propios de esta coordinación o movimiento como la ley exija. La iniciativa para crear una organización comunal, la puede tomar cualquiera, mejor si es una organización local que contacta a otras organizaciones locales que puedan ser susceptibles a la idea y conversarla.

Pero, la comuna es solo el punto de partida. Desde ahí se puede avanzar hacia otros distritos de participación democrática mediante coordinaciones o federación de organizaciones comunales para presentar candidatos en cada uno de los 28 distritos a diputados o senadores, todo partiendo desde abajo mediante coordinaciones. Coordinación o federación de comunas disputando en cada distrito la elección de sus representantes en el parlamento

Las organizaciones sociales y populares de hoy cuentan con instrumentos de la tecnología moderna, tal cual el internet como herramienta investigativa, que les permite ser conocedoras y extremadamente educadas de los temas en que se organizan, que las eleva del rol puramente activista o de denuncia, a un rol formulador de soluciones con capacidad de acción concreta en los problemas que quieren solucionar.

También significa en el plano concreto llevar a cabo un proceso de descentralización política del estado, buscando más democracia.  Esta idea busca que el poder político comunal surja de la propia comuna para servir la comuna. Encontrar una dirección y un camino para marchar de manera independiente dentro de la comuna y los territorios que llegue abarcar

Sin embargo, un punto importante en esta idea es que no intenta crear una organización basada en una ideología o culto religioso. En los inicios esto introduciría conceptos divisorios o de disputa contrarios a la unidad de acción que se busca.

Es un llamado, si así se puede llamar, a participar en las juntas de vecinos, en las organizaciones sociales comunales existentes o a crear nuevas basadas en alguna necesidad de la comuna, sobre la que hay que llamar la atención de las autoridades locales y conversar la posibilidad de dar un salto hacia la participación política.

La idea trata de un llamado a la unidad y coordinación de las organizaciones sociales comunales, que hoy son utilizadas como banco de votos y manipuladas para mezquinos intereses políticos que nada tienen que ver con las verdaderas necesidades de la comuna. Las elecciones municipales para los partidos políticos existentes son una arena donde miden cuál es más grande o popular, pero no cambian la vida de sus ciudadanos.

En fin, es una propuesta a la acción política y no solo al activismo. Llamado a tomar en sus propias manos las soluciones que la comuna necesita y no dejarlo en manos de otros para sus soluciones. Propuesta a la reactivación política de amplios sectores de luchadores y organizadores sociales hoy apartados de los procesos políticos contingentes. Propuesta, a aquellos luchadores comunales no escuchados y marginados por aquellos partidos en los que depositaron su confianza y, que hoy están escépticos por el curso de la política y se sienten traicionados en sus aspiraciones de crear un Chile mejor e igualitario.

Es tomar todas las visiones e intereses que conviven en el seno de la comuna o municipalidad a través de las organizaciones sociales y juntas de vecino, respetando la óptica que cada una tiene, pero que para darle potencia y mirar más lejos, une los lentes propios con los demás intentando ver un panorama revelador y refrescante, quizás hasta una nueva filosofía. Esto no es una promesa, solo la esperanza de que somos capaces de unir nuestros lentes. A Galileo Galilei le resulto cuando puso dos lentes distintos apuntando en una misma dirección, llegando a ver lo que ningún hombre había visto antes. De la comuna se puede avanzar mediante coordinaciones o federaciones comunales a todo el país, basados en los intereses del pueblo y conceptos democráticos de igualdad, solidaridad, igualdad de género, integración, justicia social, desarrollo y bienestar común. Si todo esto es posible, solo Uds. tienen la respuesta.

Rafael Alfredo Cerpa
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  1. Renato Alvarado Vidal says:

    Esta es una proposición con verdadero alcance estratégico.
    Por aquí va el camino.
    El actual modelo político, con su particular sistema de partidos, está agotado.

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