Economía y Mercados en Marcha

China contraataca: sube aranceles a 125% a EE.UU. y profundiza la guerra comercial

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La tensión entre las dos mayores economías del mundo se recrudece. Pekín eleva a 125% los aranceles a productos estadounidenses y advierte que ignorará nuevas medidas de Washington. Europa y China llaman a resistir el «hostigamiento» de Trump.

En una nueva escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el gobierno de Xi Jinping anunció este viernes un aumento drástico de los aranceles a las importaciones estadounidenses, que pasarán a un 125%. La decisión, que entrará en vigor este sábado, representa una respuesta directa a la política arancelaria del expresidente Donald Trump, quien ha reinstalado medidas proteccionistas desde su regreso al escenario internacional.

“La imposición por parte de Estados Unidos de aranceles anormalmente altos a China viola de forma grave las normas comerciales internacionales, las leyes económicas básicas y el sentido común”, denunció en un comunicado la Comisión Arancelaria del Consejo de Estado de Pekín.

La autoridad china advirtió además que a estos niveles impositivos, los productos estadounidenses “ya no tienen ninguna posibilidad de ser aceptados en el mercado chino”, y adelantó que no responderá a nuevas escaladas si Washington continúa con esta política. Al mismo tiempo, el gigante asiático anunció que presentará una demanda formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por la última ronda de aranceles estadounidenses.




Golpe a los mercados

El impacto de las tensiones comerciales no se hizo esperar. El dólar se desplomó este viernes hasta su nivel más bajo frente al euro en más de tres años, mientras las bolsas europeas retrocedían a media jornada. En Asia, el índice Nikkei cerró la semana con una caída del 2,95%, reflejando el nerviosismo de los mercados ante el endurecimiento de la disputa.

El presidente Trump, por su parte, había anunciado el miércoles una “pausa” de 90 días en los aranceles recién impuestos a 60 socios comerciales —excluyendo a China—, en un intento por reducir tensiones con Europa y otros aliados. Sin embargo, se mantienen vigentes recargos de hasta 25% sobre el acero, el aluminio y los automóviles, además de un total de 145% sobre importaciones chinas.

Llamado a la resistencia común

Frente al avance unilateral de EE.UU., el presidente chino Xi Jinping hizo un llamado a la Unión Europea a resistir de forma conjunta lo que calificó como “hostigamiento”. Durante una reunión en Pekín con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, Xi enfatizó la necesidad de una cooperación estratégica entre China y Europa para proteger la globalización económica y frenar el proteccionismo.

“China y la UE deben asumir sus responsabilidades internacionales, proteger juntas la globalización económica (…) y resistir juntas a todo hostigamiento unilateral”, declaró el mandatario.

Pedro Sánchez, quien abogó por estrechar la cooperación entre Bruselas y Pekín, señaló que si bien Europa mantiene un déficit comercial significativo con China, éste debe abordarse sin frenar el crecimiento conjunto. “No debemos dejar que las tensiones comerciales se interpongan en el potencial de nuestra relación”, afirmó.

Europa en pausa… pero preparada

La Comisión Europea ha optado por suspender temporalmente las medidas de represalia que tenía listas, en un intento por dar espacio a la negociación. Sin embargo, Ursula von der Leyen, presidenta del Ejecutivo comunitario, advirtió que el bloque cuenta con “un amplio abanico de contramedidas”, incluyendo la posibilidad de imponer aranceles a los ingresos publicitarios de las grandes plataformas digitales estadounidenses que operan en territorio europeo.

El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, viajará el lunes a Washington para sostener conversaciones con altos funcionarios de EE.UU. con el objetivo de evitar una mayor escalada. Mientras tanto, el Banco Central Europeo declaró estar “listo para intervenir” ante cualquier riesgo que amenace la estabilidad financiera de la eurozona, según afirmó su presidenta Christine Lagarde.



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