
Despidos masivos en Copesa: los trabajadores pagan la crisis provocada por la administración
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Este viernes 30 de mayo de 2025, los sindicatos de Copesa denunciaron públicamente una nueva ola de despidos masivos en la empresa, afectando a decenas de trabajadores y trabajadoras. En una declaración conjunta, expresaron su indignación por una medida que, una vez más, descarga sobre los hombros del personal el peso de una crisis gestada desde la cúpula directiva.
“Despedimos con tristeza a los compañeros y compañeras afectados por esta determinación”, señalan los sindicatos, reconociendo el compromiso y profesionalismo de quienes hoy quedan sin empleo. No se trata solo de una cifra o una reorganización: son vidas truncadas, familias afectadas, y un golpe directo al ya frágil ecosistema laboral de los medios de comunicación chilenos.
Pero lo que los trabajadores denuncian va más allá de la pérdida de empleos. Apuntan con claridad hacia una “deficiente administración” como la verdadera responsable de esta crisis, una acusación que resuena con fuerza en una industria marcada por decisiones editoriales y financieras que priorizan el interés empresarial por sobre el compromiso periodístico y social. En lugar de hacerse cargo de los errores estratégicos que han llevado a Copesa a este punto, la empresa opta por la vía más fácil: despedir.
Los sindicatos recuerdan que han hecho todos los esfuerzos posibles para colaborar con la subsistencia del holding. Han aceptado postergar pagos y firmado acuerdos formales ante la Dirección del Trabajo para ajustar las condiciones salariales, con el único fin de salvar a la empresa. La respuesta que reciben es, irónicamente, la cesantía de sus colegas.
Por ello, hacen un llamado urgente a la Dirección del Trabajo y al Ministerio del Trabajo para que fiscalicen las condiciones laborales dentro de Copesa y actúen conforme a la ley. No se trata solo de cumplir con normas básicas; se trata de detener una práctica sistemática que convierte a los trabajadores en variables de ajuste cada vez que la administración fracasa en su conducción.
En medio de este oscuro panorama, los sindicatos reafirman su compromiso con las lectoras y lectores, asegurando que seguirán trabajando por un periodismo de calidad, a pesar del abandono y el maltrato de sus propios empleadores. Medios como La Tercera, Pulso, La Cuarta, Paula, Qué Pasa, Glamorama y Radio Duna han logrado posicionarse gracias al trabajo de quienes hoy son despedidos sin miramientos.
La crisis en Copesa no es solo un problema interno. Es un reflejo de un modelo empresarial que ha vaciado el periodismo de su sentido público, privilegiando la rentabilidad inmediata por sobre el deber informativo. Mientras no se enfrente esta lógica, la precarización seguirá avanzando, y los medios seguirán perdiendo su rol en la democracia.