
La alegría estalló en Chile
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Quizás no fue muy de repente, porque había ciertos indicios.
Es que la izquierda auténtica, la que no tiene apellidos, en ese invierno que parecía eterno, había enterrado sus banderas, sus consignas, sus canciones, sus ilusiones y sus esperanzas, muy a flor de tierra, como las semillas en el lugar más árido del mundo, el desierto de Atacama. Y de pronto, cuando llueve, brotan millones de flores, brotan también las banderas y las voces, sale a la luz lo que estaba enterrado, el paisaje se tiñe de colores y el mundo se vuelve esplendoroso.
Y ahora Chile, a los ojos del mundo, brilla, resplandece y vuelve a ser el ejemplo que antaño fue.
La emoción del triunfo de Jeannette Jara es muy grande, porque no sólo ganó sino que arrasó. Y esta victoria será sin angustias y sin miedos. Porque el mundo ha cambiado, porque el monstruo del norte va pa’ abajo en picada, porque nosotros lo sabemos todo y tenemos apoyos en los siete Continentes. Ellos también saben que al final pierden y que los que pagan el pato son siempre los de abajo, que esta vez no los acompañan.
Ahora lo que se impone es la unidad, unidad y más unidad. Porque ¿Quien va a votar por un nazi de ultra derecha o por la hija de un miembro de la junta dictatorial?
Jeannette va a ganar la presidencia y entonces el pueblo chileno será gobierno, porque cuando gobierna la izquierda, el que gobierna es el pueblo.
Porque no será el gobierno de un partido sino de una unión de partidos que ya no serán de centro izquierda sino simplemente de izquierda. Es que el pueblo, es decir los más pobres, campesinos, obreros, trabajadores de servicios, desempleados, todos, constituyen la mayoría porque los ricos son pocos. Estos son una minoría que se ha enriquecido y se sigue enriqueciendo en todo el mundo con la desgracia ajena. Cuando hay enfermedades ellos suben los precios de los medicamentos, cuando hay hambre, aumentan los precios de la comida, cuando hace frío y mucha gente duerme en las calles, elevan los precios de la ropa gruesa y de la calefacción si es que la hay.
Cuando hay guerra o un genocidio en Gaza, se enriquecen fabricando y vendiendo armas. Y cuando no hay guerra, les venden las armas a los peores delincuentes.
Y ahora volverá la democracia a Chile, porque la democracia no es otra cosa que el gobierno de las mayorías. La minoría podrá hablar y escribir lo que quiera, como hace en México, pero no importa porque no habrá censura y nadie les hará caso.
Jeannette es una mujer sencilla y seria, amable y fuerte, sonriente y firme, y sobre todo unitaria, que es lo que el pueblo chileno ha decidido. La que no lo era quedó en el camino. Vamos a unirnos para que no gane la ultra derecha en Chile, que este pueblo siempre ha sido de izquierda pero había enterrado sus banderas para protegerlas de la maldad y de la indiferencia. Ahora han salido nuevamente a la luz y ha renacido la conciencia y la alegría, como las flores escondidas del desierto de Atacama, que brotan cuando llueve. Y en Chile ha caído un chaparrón que se llama Jeannette Jara.
Margarita Labarca Goddard
Serafín Rodríguez says:
Para evaluar seria y desapasionadamente cuán real es el estallido de alegría a que se refiere el artículo en comento, vale la pena leer el comentario de más abajo, el cual incluye un buen análisis y cifras, hasta donde entiendo irrebatibles, que circula en internet. Como no está firmado, desconozco su autoría pero parece en extremo interesante:
«Dado que no milito en ningún partido de Gobierno, carezco de pretensiones electorales y, por ende, de intereses creados en las primarias presidenciales; y ante la proliferación de análisis dominados por la emocionalidad —sin el más mínimo rigor racional—, me permito señalar algunos datos concretos:
1. Desde una perspectiva estrictamente numérica, las primarias de Apruebo Dignidad en 2021 convocaron a aproximadamente 1.75 millones de electores, mientras que en las de 2025 participaron cerca de 1.37 millones, lo que refleja una disminución de 380,000 votantes.
o El exitismo de ciertos sectores de izquierda —que celebran la victoria con un 60% de los votos emitidos— ignora un hecho crucial: dicha cifra representa solo el 9% del padrón electoral total, lo que se traduce en un apoyo real del 5.4% para la candidata en cuestión.
o Este fenómeno es análogo al del plebiscito de entrada (2020), donde el Apruebo obtuvo un 78% del 50.9% de participación (es decir, un 39.7% del padrón total), y luego en el plebiscito de salida (2022), el Apruebo obtuvo cerca del38 % en un escenario de voto obligatorio.
2. Resultados históricos del Partido Comunista (PCCh):
o Municipales 2016: 5.3% de los votos.
o Parlamentarias 2017: 4.6%.
o Municipales 2021: 5.3%.
o Parlamentarias 2021: 5.1%.
o Primarias 2025: 5.4% (la candidata en cuestión no rompió la tendencia, sino que se mantuvo en el rango habitual del PCCh).
En síntesis, los porcentajes relativos (dentro de una elección restringida) no deben confundirse con respaldos absolutos. La narrativa triunfalista oculta una realidad fría: el Partido Comunista de Chile no ha logrado expandir su base electoral más allá de su núcleo duro.»
Renato Alvarado Vidal says:
Hay que considerar también las opciones del rival. En la derecha es muy probable una lucha fiera por pasar a la segunda vuelta, sobre todo ahora en que suponen más fácil derrotar a una comunista. Esto implica una alta dosis de anticomunismo en sus propias campañas, hasta es probable que por probar cada uno que es más anticomunista que los otros dos, desplacen la narrativa seguridad/inmigración/delincuencia del centro de su discurso.
Es muy fácil que se vayan por este canal y les resulte un discurso amargo y terrorífico, como el de la campaña del SI; en este caso una campaña alegre y florida, como la del NO, llena de promesas soñadas, puede triunfar, y yo creo que la compañera Jara tiene las condiciones para lograrlo.
Lo que realmente haga una vez en el gobierno, es harina de otro costal.
Serafín Rodríguez says:
😂