
Redescubriendo los sabores del vino chileno
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Insistiré en la imagen de que Chile puede ser pensado como una gran viña. Esta concepción de nuestro país no signifca que tengamos una producción homogénes de los vinos. Los vinos se diferencian por cepas, territorio, suelo, prácticas, clima, manos que los realizan, incluso por racimos.
El consumo de los mostos, entre nosotros, atraviesa la historia desde la Colonia, dada la calidad y la fuerza de quienes trabajan la vid podemos asumirlo como un destino. Documentos históricos, novelas, poesía, pintura, el arte de los oficios son testimonio de este devenir presente como manifestación de una identidad criolla.
Sin embargo, poco sabemos de la historia, de las cepas, de los valles y de los protagonistas que mantienen los fundamentos sostenedores del espesor cultural, es por eso que se puede afirnar que los chilenos poco sabemos y poco bebemos el vino. No hemos sentido un amor por éste, sin visualizarlo como un alimento y sin comprenderlo bajo la concepción de un producto noble fruto del trabajo genuino.
Hoy el territorio vitivinícola ha extendido el territorio hacia los márgenes cardinales en todos sus sentidos. El valle central, apenas representa un valor por la cantidad producida, representando poco la originalidad de los vinos entregando una producción vinculada a la industria modernizadora comprometida con cepas más tardías en el territorio cometiendo el error de crear una imagen homogénesma con cepas como la Cabernet Sauvignon, Merlot y la ficción de la Carmenere como cepa emblemática, dándole valor a la guarda en roble francés. Esta imsgen no representa la riqueza de sabores ni el potencial productivo del vino chileno.
Por empezar, una desmitificación es el gusto a madera en los vinos como criterio para distinguir un buen vino, no sólo se hs usado roble francés en otras épocas también se utilizó el Ruil o Raulí (roble chileno), generalmente más usado para el traslado que para la guarda. Antes del uso de la madera para la fermentación se utilizaron cueros de vacas, odres de greda o lagares de concreto. Hoy se extiende el uso de acero inoxidable, recipientes de plásticos, y se mantienen los anteriores señalados.
Desde mi perspectiva el desafío de comenzar a redescubrir los sabores del vino chileno nos permitiría resignificar su imagen. Conocer estos vinos implica el viaje a los territorios a partir de las posibilidades enoturísticas vinculándose con los productores y productoras, otra alternativa es asistir a las ferias que hay varias durante el año en distintas ciudades.
Me animo a recomendar probar las cepas más arraigadas en el territorio como la País, Cinsault y San Francisco, que comparten el secano, aquí hay producciones de Viña Evangelina, Casa Hernández, Elba Wine, Pino Román para la País; Viña María Carlota, La Kura, Lomás de Llahuén, Cristián Lagos, para la Cinsault; Raíces del Chintú para la San Francisco. Otras cepas a probar son las blancas aquí destacan la Moscatel, Chasselas (o corinto), Semillón, Pedro Jiménez, algunos buenos vinos de estos son Escándalo, Cacique Maravilla, Macatho, Clos des Fous, J.P. Martín.
Para probar cepas más conocidas cmo la Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Carmenere, Syrah, Carignan o Merlot con vinos diferentes que aportan con buenos resultados, destacaría a Dagaz, Maquis, Javiera Ortúzar, Mendoza&Carriel, Lacre Rojo, Sauzal Winery, Villalobos. En blancas como la Sauvignon Blanc, Chardonnay, Gewurtztraminer y la Riesling, menciono a Casas de Bucalemu, Cancha Alegre, Montsecano y Ricardo Locwitt, El Rescate, Dussaillant Lehmann. En Pinot Noir Clos des Fous, Montsecano y Pinwine.
El listado es injusto, ya que deja afuera varias menciones, mi comentario no es de especialista, menciono aquellas viñas que me resultan más conocidas y que me han sorprendido con sus vinos. En otras columnas he ido describiendo algunos proyectos y en otras he destacado su presencia en ferlas. La cuestión de la menciones es un recorrido por distintos valles y cepas, no excluye por ningún motivo a tantas otras que son protagonistas para redescubrir los sabores del vino chileno que se expresan por medio de la fruta y de la tierra.
Alex Ibarra Peña.
Dr..En Estudios Americsnos.
@apatrimoniovivo_alexibarra





