Crónicas de un país anormal

Inglaterra a pasos del abismo

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El más antiguo sistema parlamentario del mundo está haciendo agua, pues los británicos se encuentran divididos por una fosa, prácticamente insalvable: la Cámara de los Comunes, por 328 votos contra 301, aprobó una ley que veta el Brexit sin acuerdo; 21 diputados del Partido Conservador esta vez se aliaron a los laboristas y a los liberales democráticos provocando la ruptura del Partido Conservador. Ante el fracaso del Primer Ministro, Boris Johnson, que había perdido la mayoría en el Parlamento, propuso su disolución y el llamado a elecciones para el 14 de octubre como fecha posible.

 

Para disolver el Parlamento en ese país es necesario contar con dos tercios de los votos  en la Casa de los Comunes. El líder laborista, Jeremy Corbyn, aseveró que la oposición no aportaría sus votos sin antes obtener   la firma de  la reina Isabel acerca del proyecto de ley que veta el Brexit salvaje. La ministra del Trabajo, Amber Rudd, renunció a su cargo y al Partido Conservador condenando la expulsión de los 21 diputados conservadores rebeldes.

 

La clave de la duración de la reina Isabel en el trono consiste en que nadie sabe su opinión política. El Primer Ministro puso en peligro el prestigio de la Monarca al proponerle el cierre del Parlamento, entre el 10 de septiembre y el 14 de octubre, hecho que fue condenado no solo  por el presidente de los Comunes, sino también por la opinión pública, que acusa a Johnson de golpista.

 

El Primer Ministro se encuentra ante una disyuntiva muy difícil de resolver: está empeñado en negarse a  solicitar una prórroga y salir, a toda costa, de la Unión Europea el 31 de octubre próximo, o bien, tratar de conseguir que los laboristas voten a favor del llamado a elecciones. Por otra parte, la Cámara de los Lores ratificó el veto al Brexit sin acuerdo. Boris Johnson tendría que enfrentarse a un proceso legal en el caso de que se niegue a postergar el Brexit.




 

El diputado laborista John Mc Donnell afirmó que el Reino Unido se encuentra en una posición extremadamente grave: en entrevista con la BBC dijo que creía que “Johnson podría estar esperando hasta el momento en el cual el llamado Brexit duro fuera la única opción posible”. El Diario The Guardian indica que Johnson sería declarado en desacato a la justicia si intenta permanecer como Primer Ministro y si se niega a acatar la legislación que impide la salida de la Unión Europea sin un acuerdo previo.

 

La verdadera eminencia gris de Boris Johnson es  su asesor principal, el joven historiador de la U. de Oxford, Dominic  Cummings, un estratega tan o más mentiroso que su jefe: inventó el famoso bus, decorado con la leyenda que rezaba que los ingleses podrían disponer 350.000 Libras esterlinas semanales, destinados a la Salud Pública de los británicos, como promesa si votaban en el plebiscito por el Brexit, (dinero que se ahorraba si se hacía efectiva la salida de la Unión Europea). Al descubrirse esa publicidad engañosa del asesor, Dominic Cummings fue declarado en desacato al negarse a concurrir a explicar su falacia.

 

También  se ha hecho famoso por su insolencia: al exprimer Ministro David Cameron lo trató de incompetente quien, en ese entonces,  respondió que Cummings era un psicópata. Otro de los personajes de la política inglesa, Craig Oliver, lo trató de ególatra. Dominic Cummings fue el creador del lema decisivo “tomar de nuevo el control”, para el triunfo del Brexit en el plebiscito de 2016. Este “euro fóbico” versado en distintas materias,   domina el idioma ruso, y se considera admirador de Tolstoi y Dostoievski. Por otra parte, emplea las estrategias de Sun Tsu, teórico de la guerra como táctica. Poco le importa ser acusado de usar métodos antidemocráticos y golpistas, o de despreciar al parlamento.

 

Cummings es conocido por el sobrenombre de “el señor de las artes oscuras”: cuando asumió la asesoría del Primer Ministro actual amenazó a sus funcionarios de que serían expulsados de sus cargos si se atrevían a “ponerle caras…” Este personaje comenzó a ser conocido   por ser el protagonista del primer film sobre el Brexit, “The Uncivil War”.

 

Su visión de la política es más científica que ideológica, y sabe usar muy bien  la información electoral a fin de conocer bien la mentalidad de los sufragistas  y poder dirigirse a los ciudadanos invocando sus pasiones, emociones e intereses. Ninguna concepción moral y/o ética ha detenido hasta ahora a Cummings en su camino al éxito, pero hoy      su audacia y amoralismo lo está llevando a un tropiezo muy peligroso, que sólo puede acarrear su fracaso personal, el del Primer Ministro y el de la Gran Bretaña.

 

(Para complementar la biografía de este personaje recomiendo la lectura  de las siguientes columnas de diarios: 1) de El Confidencial, en su artículo “El oscuro Iván Redondo de Boris Johnson: así es el nuevo asesor del Primer Ministro”; 2) El Periódico.com: “Un ególatra con una bola de demolición”; 3) Clarin.com: “¿Quién es Dominic Cummings, el oscuro y poderoso hombre detrás de Boris Johnson? 4) La Tercera.com: “Las lecturas que inspiraron al ideólogo del Brexit”; 5) El País: “Dominic Cummings, el señor de las artes oscuras desembarca en Downing  Street”; 6) La Vanguardia: “Dominic Cummings, el caballero del Brexit”).

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

09/09/2019

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