Economía y Mercados en Marcha Nuestra Región Latinoamericana

China y Estados Unidos y la guerra por el litio

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 30 segundos

La generala Laura Richardson, jefa de Comando sur, de Estados Unidos, declaró que América del Sur y, en especial, el triángulo del litio, (Bolivia, norte de Chile y Argentina), constituyen un objetivo estratégico en la guerra comercial con China y Rusia. Estados Unidos está interesado en evitar la penetración china y, en menor medida Rusia, en la explotación de uno de los más livianos metales, que utilizan para la producción de baterías, la electro-movilidad, la fuente de energía  limpia, (fundamentalmente la fotovoltaica y la eólica), además del empleo en la medicina y en la cosmética, entre los múltiples beneficios de este preciado metal.

El ex Mandatario Evo Morales ha culpado a Estados Unidos del golpe cívico-militar que lo derrocó, (2019), y, según muchos analistas, el hambre por el litio habría sido una de las causas para la intervención norteamericana.

Bolivia cuenta con las mayores reservas mundiales del litio, con 22 mil millones de toneladas; Argentina, con 19,9 millones de toneladas y Chile, 9,6 millones de toneladas de ese metal; México, tiene una reserva de 1 millón setecientas mil toneladas de litio y Perú, con 888.000 toneladas métricas.

En cuanto a la producción, Australia ocupa el primer lugar, con 55 mil toneladas; Chile, el segundo, con 26 mil toneladas, China, el tercer lugar, 14 mil , y Argentina, con 6,6 mil. La producción y la demanda del litio han aumentado en un 40% en sólo un año. Bolivia nacionalizó el litio, durante el gobierno de Evo Morales, por consiguiente, la inversión extranjera no puede superar el 50% de la venta de la producción. Chile declaró el litio como mineral estratégico, que sólo puede ser arrendando a empresas extranjeras; Argentina aún no cuenta con una reglamentación respecto de la inversión extranjera, y hasta ahora cobra el 3% de las regalías. El “triángulo del litio” ocupa el 60% de la producción del litio a nivel mundial.




En Chile, tres empresas explotan el litio: una china, Tianky; Aldemarle, de Estados Unidos; SQM, de Chile, (este último país produce el 30% de la explotación mundial del litio). El Presidente actual de Chile, Gabriel Boris, ha prometido crear una empresa nacional del litio, muy similar a la de su par, Bolivia.

Los tres países del “triángulo” del litio tienen grandes lagunas de salmueras: en Chile, Tarapacá; en Bolivia, la más grande de todas, la Uyuni y, en Argentina, en las Provincias de Salta, Jujuy y Cajamarca, con sendas lagunas.

El carbonato de litio se obtiene al secar la salmuera expuesta al sol, (el salar de Tarapacá tiene, como ventaja, la  exposición al sol en todos los días del año, pero el problema radica en la absorción del agua, provocando mayores sequías en los terrenos de las comunidades aledañas del desierto de Atacama). Se da la paradoja de que el producto que más respeta el medio ambiente, por la producción de baterías que sirven para la electro-movilidad, atenta contra las poblaciones campesinas de dichas zonas, mientras que en los países desarrollados sus habitantes gozan del trasporte por medio de baterías,  y en los países productores el agua desaparece.

El precio del carbonato de litio asciende a 60.000 dólares la tonelada, y la batería cuesta diez veces más, por lo tanto, el negocio es no conformarse con la extracción del litio, sino en la producción elaborada.

Hacia el año 2050 los analistas pronostican que habrá carencia de baterías, especialmente, para la electro-movilidad,  por consiguiente, los autos por conducción eléctrica supone, no sólo el uso del litio, sino también el de otros minerales, como el cobre, el hierro y de otros metales raros, que no sólo se ubican dentro del “triángulo”, sino también en países del África, entre ellos  Zimbabue, del Congo y de otros países.

La guerra por el uso de altas tecnologías está centrada en Estados Unidos y en China: los chips de celulares y computadores se producen, fundamentalmente, en el llamado Mar de China, donde se encuentra también Corea del Sur, Vietnam, Japón, Taiwán, que sería el centro de la guerra tecnológica. El litio posee también algunos elementos básicos en la construcción de la bomba atómica.

El gobierno chino amenaza con apropiarse de la otrora Isla de Formosa, hoy Taiwán, que es uno de los principales productores de chips del mundo. El líder chino, Xi Jinping, define a Taiwán como una provincia de China continental, (para el año 2049, centenario de la Revolución China, el gobierno chino anuncia anexar a Taiwán a la China continental).

Volviendo a América Latina, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció la nacionalización del litio y la creación de una empresa mexicana muy similar a la petrolera PEMEX, así como a la alianza de los países latinoamericanos, poseedores de reservas y producción del litio, que propone un pacto muy similar a la Organización de Países Exportadores de petróleo (OPEC), con el fin de controlar la explotación y precio del mercado del litio.

Por otra  parte, la explotación de un único commodity ha sido una maldición para los países extractores de un mono-producto: en los años 66-70 lo fueron para Perú, con la venta del guano; a partir de la guerra del Pacífico, el turno le llegó a Chile, con la explotación del salitre, (también es el cobre para Chile y Perú hoy, el petróleo para los países del Medio Oriente y del Golfo Arábico).

Los países miembros del “triángulo” del litio deberían privilegiar la producción de baterías, especialmente, y a su vez, proteger la industria nacional del litio, que no puede limitarse a la producción de carbonato e hidrógeno de litio.

Cada  vez se avizora  más una guerra tecnológica de Estados Unidos y China, que se decidirá no sólo en los países del Mar de China, sino que también puede extenderse hacia el Cono Sur de América Latina. Las palabras de la generala Richardson constituyen una amenaza sobre aquellos gobiernos que privilegien una alianza con China y, en menor grado, con Rusia. En este contexto, América Latina no quiere seguir siendo “patio trasero de Estados Unidos”, por consiguiente, urge una alianza de gobiernos  progresistas, que favorezca el fin del extractivismo.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

03/02/2023

 

 

 

 

Síguenos:
error1
fb-share-icon0
Tweet 20



Related Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *