
Paradójicamente, un gobierno progresista como el de Jeanette Jara puede abrir más posibilidades para la acumulación de fuerzas revolucionarias que uno abiertamente reaccionario como el de Kast o Matthei. Bajo un gobierno progresista, la vida del pueblo no mejora sustancialmente, pero permite mayor margen de acción política para los sectores organizados. En cambio, bajo el













