Y ahora volverá la democracia a Chile, porque la democracia no es otra cosa que el gobierno de las mayorías. La minoría podrá hablar y escribir lo que quiera, como hace en México, pero no importa porque no habrá censura y nadie les hará caso.
Mal haría el partido Comunista sintiéndose ganador de esta primaria, porque la adhesión a Jara excede con creces el apoyo a ese partido y va también más allá de las propuestas de las fuerzas políticas que la hicieron su candidata. Es un voto de esperanza y de repudio a las formas tradicionales de hacer política, alejadas de las personas y organizaciones ciudadanas y de las
En este dominio en el que se enarbolan soluciones que parchan y que vuelven a parchar, que requiere urgente cambios radicales y de fondo, es muy difícil que, sin la gente, sin mayorías alineadas tras un proyecto que se proponga cambiar las cosas en tiempos inmediatos, a corto, mediano y largo plazo, no se corra el riesgo de volver a la misma decepción de siempre.
En la criminalidad desatada en Paine se encuentra la familia Kast, en cuyo origen se encuentra un oficial nazi responsable de fusilar a prisioneros indefensos en los campos de concentración durante la segunda guerra mundial. Ellos facilitaron vehículos con choferes para que fueran detenidos los que ellos consideran sus enemigos. JA Kast intenta llegar a ser presiente de Chile.
El arrollador triunfo de Jara revela el agotamiento de una política que administró sin transformar. Su desafío no es solo convocar al progresismo, sino convertir dignidad en poder real sin repetir las frustraciones del pasado.
El 5 de diciembre de 2019 denunciamos en la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) que los dueños de los proyectos Chaguay en la comuna de Lo Barnechea y La Cumbre Oriente, Guay Guay y Mirador Pie Andino en la comuna de Colina, estaban ejecutando ciertas obras preparatorias en sus propios terrenos.
Las elecciones primarias consistieron en una competencia entre afines y miembros de la coalición oficialista, comprometidos todos a adherir después a la candidatura ganadora, pero este objetivo se apreció desde un comienzo muy difícil de alcanzar. Porque, así sea que ahora los candidatos derrotados honren su palabra, ya sabemos que entre sus adherentes se hará muy difícil
El triunfo de Jeannette Jara no solo redibuja el mapa político chileno: lo incendia con dignidad popular y deja a la vieja moderación buscando manuales que ya nadie lee.
Ante este ominoso panorama, que se dibujó en la Guerra de los Doce Días, ¡háganme el favor!, se impone reflexionar, aunque parezca que lo hacemos en el vacío, y empezar por reconocer nuestros enormes vacíos, omisiones y abusos, en que incurrimos en los años fútiles de la euforia globalista.
La izquierda chilena ya no está sorprendida, simplemente convencida. Jeannette Jara acaba de demostrar –otra vez– que su irrupción en la conversación pública no fue un acto de prestidigitación, sino el fruto lógico de años de tozudez social empujando hacia el centro. No hay “sorpresa” cuando la lógica de fondo es más fuerte que la pantalla mediática.