Que alguien responda dónde podrían instalarse los sin casa, esto es las 120 mil familias hacinadas en más de 1420 campamentos, si no es en aquellos lugares despoblados. Que alguien nos señale cuál podría ser el pecado de organizarse para demandar sus derechos más esenciales y emprender sus auto construcciones.
Avanzamos a pasos agigantados hacia una sociedad postalfabeta. No porque no sepamos leer, sino porque ya no leemos. La educación y la vida cotidiana abandonaron la lectura profunda; las redes nos entrenaron en el impacto inmediato y la política descubrió que un meme puede más que un argumento. En vez de interpretar, reaccionamos. En vez de analizar, compartimos. En vez de
Este nuevo compromiso es un llamado a transitar los caminos de una Paz verdadera, que no es solo la ausencia de guerra entre humanos, sino la paz con la Tierra misma. Es un llamado a aceptar la diversidad de formas de ser y estar con la Naturaleza, y a emprender, de manera colectiva y urgente, la construcción de una civilización donde la existencia digna de todos los
En el siglo XXI, año 2025, los tamales de Noriega reaparecen para cumplir el mismo rol, justificar invasiones. Pero los tamales toman la forma de narcolanchas. Ninguna prueba, salvo imágenes y declaraciones de Marco Rubio, Donald Trump y su ministro de guerra, Pete Hegseth.
“Es lamentable que el poder judicial de este país no funcione para la gente pobre”, dice con desaliento Sandra Vergara, presidenta de la Unión de Campamentos Placillanos, a raíz de uno de los tantos desalojos de familias desposeídas que - sin otra alternativa para sobrevivir - se habían tomado una propiedad particular en Valparaíso.
Cambiar el foco sobre la delincuencia y llegar a sus raíces es tarea prioritaria de las autoridades. No todo puede ser represión, tribunales y cárcel, ni decenas de leyes en el Congreso ni más “inteligencia” para los servicios policiales. Se ha gastado un dineral en más personal, herramientas, unidades y tecnologías para esos servicios, pero el problema de fondo sigue
En el debate de ARCHI, Evelyn Matthei y Johannes Kaiser dejaron al descubierto la normalización del negacionismo en la derecha chilena. El rechazo a las políticas de memoria, la relativización de los crímenes de la dictadura y la reivindicación de los victimarios marcan un quiebre histórico que se gestó desde los 50 años del golpe.
Mientras se gastan miles de millones de pesos en campañas electorales, la propaganda representada por las denominadas “palomas”, aquellos bastidores de madera con las fotografías de las y los candidatos, estos elementos son utilizados por las personas más marginadas de nuestra sociedad para improvisar una “vivienda de calle”.
Antes que nada debo decir que yo no utilizo la grosera palabra "atorrante" y si está mencionada en el título de esta columna es para aludir a los creativos de la UDI que tratan así a los funcionarios públicos del actual gobierno. Ellos creen que, con este tipo de expresiones soeces, por lo tanto pareciéndose al argentino Milei, van a ganar la elección del próximo 16 de