
Así era hasta el jueves y viernes de la semana pasada, al parecer. De pronto, un vendaval de acciones ha logrado nuevamente interrumpir la paralizada historia nacional y ha permitido -por ahora- que nosotros, sujetos-ciudadanos pasivos, indiferentes, endeudados, con problemas de salud o trabajo, de locomoción, embobados con la propaganda, el marketing y el consignismo