
La derecha económica y política, en forma muy coordinada y sostenida - incluso majadera - ha venido predicando la tesis de que para aumentar la inversión hace falta disminuir los impuestos. Postula, en forma implícita y explicita, que hay una relación directa entre ambas variables: si baja la tributación, aumenta la inversión y, por ende, el crecimiento.