Poder y Política

Mil Manos para Borgoño

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El Cuartel Borgoño fue un centro de secuestro, tortura y exterminio de la Central Nacional de Informaciones (CNI), que funcionó al menos doce años, entre 1977 y 1989, y se ubicó en el corazón de la capital del país, al lado norte del Río Mapocho. Esos años fueron expresión de un resurgimiento de la organización y resistencia popular a la dictadura, y que se manifestó en múltiples y variadas formas de lucha.

Borgoño contaba con cinco grandes edificios, y se constituyó como el principal cuartel operativo de la CNI, albergando entre otras, a la temida Brigada Antisubversiva. Allí se planificaron y ejecutaron grandes operativos a nivel nacional, por lo que se considera el centro represivo más importante de esos años. La CNI, tuvo como misión institucionalizar el accionar represivo de la dictadura, manifestándose en seguimientos, amenazas, secuestros, torturas y asesinatos que fueron disfrazados como falsos enfrentamientos. En Borgoño ocurrió todo esto pero  también, desde el mismo Cuartel, fueron hechos desaparecer ocho militantes de izquierda, los años 77, 81, 84 y 87. Aunque se sabe que un gran número de personas fueron secuestradas en el Cuartel Borgoño, – la mayoría entre 1984 y 1986 -, época de las principales protestas nacionales, no contamos con información sobre cifras exactas de cuantas pasaron por allí. Ello es parte de los archivos secretos y pactos de silencio que no tienen otro propósito que proteger y dar garantías a los criminales y sus cómplices ocultando la verdad de lo acontecido.

 

Casi al finalizar la dictadura civil militar, la CNI entregó,  al menos formalmente, la administración y uso de Borgoño a la Policía de Investigaciones. El año 1997, la PDI demolió dos de sus principales recintos para dar paso a la construcción de su actual edificio institucional, llamado Cuartel Independencia. Posteriormente fue haciendo abandono paulatino del resto de los edificios. En abril de 2016, se detuvo una segunda demolición gracias a la actuación y movilización de vecinos, sobrevivientes y activistas de derechos humanos, cuyo logro principal fue la Declaratoria de Monumento Histórico del recinto.

 

Hoy nos encontramos aquí  para denunciar la destrucción y abandono del ex Cuartel Borgoño de la CNI y rechazar el proyecto de construcción de un nuevo cuartel de la PDI en este el lugar.




 

Estamos aquí para exigir el término del uso, ocupación y administración por parte de la PDI y su restitución a la comunidad como un bien patrimonial y de memoria histórica que nos pertenece.

 

Estamos aquí para demandar al Estado que cumpla con los estándares mínimos en materia de Memoria y Derechos Humanos, y que entregue el sitio a sobrevivientes y organizaciones de derechos humanos y sociales para transformarlo en un sitio de memoria activo, participativo y abierto a la comunidad.

 

Este acto de memoria, es una reafirmación de que no olvidamos, que exigimos toda la verdad  para los crímenes y torturas cometidos en dictadura, así como toda la justicia, sin beneficios de ninguna índole, con los criminales de lesa humanidad.  

 

Hemos querido convocar a esta acción social de Mil Manos para Borgoño para demostrar que  sí contamos con respaldo social y político para recuperar este sitio, que no sólo es material, sino que profundamente simbólico y que nos pertenece. Demostrar que si podemos lograr la fuerza suficiente y ejercer la presión necesaria para que esté en nuestras manos y  podamos resignificar el horror y la muerte en memoria activa y presente.

 

La memoria para nosotros es un impulso histórico, para las luchas del presente y del mañana, para una sociedad nueva, justa e igualitaria.

 

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