Crónicas de un país anormal

Jair Bolsonaro: el Nerón del Amazonas

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 48 segundos

“Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos de la vida y ver si podía aprender lo que ella podía enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida…para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido”

“Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación”.

 

  (Henri David Thoreau, 1817-1862)

 

 El Amazonas ocupa 7,4 millones de kilómetros  cuadrados y abarca los países de Brasil, (el 70%), Bolivia, Colombia, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela. Manaos, con 1,8 millones de habitantes, es el tercer centro económico de Brasil, y la ciudad principal del Estado del Amazonas. Actualmente el 20% de la Amazonía ha desaparecido a causa de los incendios, sumado a la tala ilegal que fue cortada y quemada durante el mes pasado, con el objetivo de exportar madera,  plantar soja, instalar empresas hidroeléctricas, explotar pozos petroleros, (el más grande yacimiento petrolífero será entregado a una empresa israelí, mediante un Acuerdo entre Benjamín Netanyahu y Jair Bolsonaro).




 

Además del petróleo existen yacimientos de oro, cobre, hierro, níquel y manganeso… y, sobre todo las llamadas tierras raras, muy ambicionadas por Trump, pero China ya las posee.

 

La Amazonía tiene la cuarta parte de las especies de la tierra: 30.000 especies  de plantas, 2.500 especies de peces, 500 clases de mamíferos, y 2.5 millones de insectos y millones de variedades de aves, a las que hay que sumar 2.200 especies nuevas, y un tercio de los bosques primarios del mundo.

 

El río Amazonas, el largo, (6.900 kilómetros cuadrados), y el más caudaloso, que se extiende desde las montañas del Perú hasta el delta, y lo habitan 820 tribus de pueblos originarios, con 86 leguas y 600 dialectos.  

 

Bolsonaro es el imitador por excelencia de Trump y de Pinochet. En su ignorancia, llegó a sostener que la Amazonía es una gran extensión de tierra que no sirve para nada, (así lo han afirmado muchos ignorantes e imbéciles antes que él), y los capitalistas, cuyo fin es la adoración del dinero, pretenden convertir la Amazonía en una fuente de riqueza material inmediata, sin medir las consecuencias a nivel nacional y mundial que pueda acarrear la destrucción intencionada de la flora y la fauna.

 

A estos criminales de la humanidad poco o nada les importa la vida humana  por mucho que los evangelistas aparenten defenderla, pues para Bolsonaro los indígenas no tienen alma ni derecho a vivir, y como  le encanta llamar la atención de los medios de comunicación de masas, no se le ocurrió nada mejor culpar a las ONG de los 72.000 focos de incendio, que ya se extienden por dos semanas. Una de las consecuencias negativas para Brasil por parte de países conscientes de esta catástrofe    fue el retiro de 82 millones de euros por parte de    de Alemania y Noruega; por otra parte, Emmanuel Macron, que se ha convertido en el árbitro del G7, reunido en Biarritz, acusó a Bolsonaro de “mentiroso” y lo culpó de la destrucción del 20% del pulmón de la humanidad, (metáfora).

 

La soberanía de los pueblos debe tener siempre una limitación: cuando se atenta contra el bien de toda la humanidad, como es el caso de la quema del Amazonas, que amenaza con dejarla sin oxígeno y, por extensión al país, y   lo mismo ocurre con la privatización  del agua como  bien público, (los gobiernos neoliberales chilenos la han entregado a las empresas,  entre ellos Eduardo Frei Ruiz-Tagle), está produciendo la desertificación de la tierra y consiguiente muerte de los animales, incluso de seres humanos, así como la nula producción de alimentos que encarecen la vida de todos los ciudadanos.

 

Bolsonaro incentivó  los incendios al restarle poder a los Organismos destinados a la defensa de medio ambiente y, además, suprimir las multas a la tala e incendio de los bosque, territorio que será destinado por los empresarios  a la explotación de madera y al cultivo de la soja, preferencialmente.

 

En el fondo, el capitalismo, en su fase neoliberal exacerbada, va a ser la última forma de existencia en la tierra de la especie más depredadora que haya existido siempre, el homo sapiens, convertido en homo faber y, al final, en asesino de la naturaleza que, según  Espinoza y Giordano Bruno, contiene a Dios. Sin aire, los hombres para lograr sobrevivir, se verán obligados a inventar los pulmones artificiales.

 

Al menos, Nerón era un soñador y artista que, posiblemente conocía de teorías de Celso en su libro Contra el cristianismo, en cual decía que los cristianos eran antropófagos al comer el cuerpo y beber la sangre de Jesucristo. Bolsonaro y Trump, maldito militar e ignorante, y  ladrón y especulador, respectivamente, debieran ser juzgados como genocidas.

 

Bibliografìa:  Obras de Henry David  Thoreau

Desobediencia Civil

Una caminata a Wachusett

Walden,  La vida en el bosque

(Autor: Henry David Thoreau, creador de la teoría de la desobediencia civil, inspirador de la Mahatma Gandhi;  fue a la cárcel por no pagar impuestos rechazando así  el Estado esclavista y la guerra contra México. Sostenía que la ley cuando es injusta no debe ser obedecida).

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

26/08/2019                  

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  1. Vladimir Neira Sierra says:

    El fascista Bolsonaro tiene que mostrar al país los avances económicos de su política neoliberal. ¿Y cómo lo hace? Destruyendo y privatizando. Es la típica derecha fascista , también como la Chilena y los otros paises sudamericanos. Esta derecha depredadora del medio ambiente tiene como objetivo destruir y explotar la tierra al máximo para obtener beneficios a corto plazo. Consecuencias: desigualdad social y destrucción ambiental, también esta explotación esta basada en el consumismo exacerbado. Bolsonaro quemó la Amazona para cultivar la soya pero con el riesgo de muerte de miles de especies de la fauna, desapareciendo étnias indigenas completa pero también la muerte de millones de persona en el futuro, a causa del calentamiento global. Es un eco genocida. Pinochet, dejó entrar empresas contaminante a nuestro país después del golpe de estado para obtener los maximos beneficios de unos pocos sedientos. Fijense, las muertes de cáncer de cientos de pobladores en la Quintana. Niños que ya no pueden respirar ese aire tóxico. Si protestan el aire más se enturbia con las bombas lagrimógenas. En Til Till lo convirtieron en un basural lleno de contaminación . Los restos son sustancia altamente tóxica que trae como consecuencia mal formaciones fetales en la mujer. Si cruzas Lota y Coronel aspirarás todos los olores hediondo de esas industria. En algúnas partes del país estan envenenadas sus aguas. En algúnas partes ya no hay agua . Es el Neoliberalismo de la derecha. La explotación forestal en el sur de Chile acompañado de represión y matanza siguen destruyendo el medio ambiente y estan destruyendo el pino, el eúcalipto junto con la matanza de Mapuches. Es la derecha neofascista de nuestro país que solo buscaba y busca el beneficio de unos pocos en detrimiento de la mayoria de la población Chilena. Se benefician con el crimen esos insaciable corruptos . ¿ Son tan estúpidos los Chilenos que votan a esta derecha tan perversa? El facho pobre es el menos consciente de esta situación: Les dierón un coche piensan que estan en Miami pero no se miran sus zapatos rotos y deformados. La guata ya les llega abajo de sus testicúlos de tanto consumir chatarra. ya son diábeticos Bolsonaro esta haciendo lo mismo en beneficiar unos pocos.Pero esta vez este ignorante y perverso presidente del Brazil está destruyendo a toda la humanidad.¿ Piensa este depredador ambiental que quedará inmune ante ese crimen.? Hay que hacer todo lo posible de llevarlo a Den Haag para sea juzgado ante el tribunal internacional, junto con sus complices. La humanidad se alegrará y respirará mucho mejor.
    V. Neira

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