El carnicero Bolsonaro hace apología de la tiranía de Pinochet

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“Si no fuera por Pinochet, que derrotó a la izquierda, entre ellos a su padre, Chile sería una Cuba… Nos acusa, (la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet) de que no estamos castigando a los policías que matan gente en Brasil…Está defendiendo los derechos humanos de los vagabundos”.

La ex Presidenta se ganó la furia de este carcamal por el solo hecho de cumplir con su misión, acusando que en Brasil se reducía el espacio democrático por la violencia policial, atentando así contra defensores de derechos humanos y ambientalistas.

Como era de esperar, el único chileno que defiende a este fascista es José Antonio Kast, muy publicitado por periodistas chilenos de derecha, que en consuno con Bolsonaro, atacó a Bachelet: “Ha estado usando su cargo desde el día uno para atacar y cuestionar al Presidente Bolsonaro. Sus críticas no se basan en hechos, sino en su postura ideológica  y la de su candidato Lula, hoy preso en Brasil”.

El Presidente, Sebastián Piñera, que admira y se deshace en elogios hacia su par brasilero, hizo una declaración aguachenta, acorde  con el real y justo  título de “camaleón político”, (`Ud. no es nada, ni chicha ni limonada…`): “toda persona tiene derecho a tener opinión sobre los gobiernos que tuvimos en Chile en la década de los 70 y  los 80. En esta materia es de público conocimiento y compromiso con la democracia, la libertad y el respeto a los derechos humanos en todo tiempo, en todo lugar y en toda circunstancia…siempre estas visiones deben expresarse con respeto por las personas… – y agregó -, no comparto la visión respecto a Bachelet”. Un muy discreto, casi imperceptible tirón de orejas a su amigo y cómplice, y una actitud indigna para un Presidente de la República  que debe defender a su antecesora,  insultada gratuitamente evocando una tiranía que asesinó, torturó e hizo desaparecer a miles de chilenos.

Qué diferente ha sido la actitud del Presidente Piñera, siempre a las dictaduras que tienen poder y dinero, a la del Ex Presidente Lagos, quien se atrevió a contradecir los deseos de George W. Bush, días  antes de que se firmara el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. La derecha ha demostrado de nuevo su doble estándar y su bancarrota moral.

El 44% de los brasileros no le creen a Bolsonaro, y  en menos de ocho meses en el mando, está aislando internacionalmente a Brasil a causa de sus desafortunadas declaraciones y hechos. Respecto a su socio principal en el MERCOSUR declaró: “Argentina se hundirá en el caos porque los `bandidos izquierdistas` que triunfaron en las elecciones primarias del domingo  seguirán el camino de Venezuela… -y agregó  –  gente del Río Grande do Sud, si esta izquierda regresa  a Argentina, tendremos  aquí un nuevo estado de Roraima, (estado fronterizo con Venezuela) y no queremos eso: “hermanos argentinos huyendo hacia aquí”.

Durante del Encuentro del G7 se enfrascó en una polémica con el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, que había manifestado su preocupación por la gravedad de los incendios provocados intencionalmente en la región de la Amazonía que, con justa razón, se sospecha que han sido aplaudidos   por el sátrapa, Jair Bolsonaro, y no sólo eso, sino con su anuencia.

Por otra parte, Bolsonaro se dio el lujo de culpar del desastre del Amazonas  a las ONGs y otras organizaciones ambientalistas, lo que aparejó el retiro de apoyo a Brasil por parte de Alemania y Noruega.

Macron osó tratar de mentiroso al Presidente brasilero lo que provocó su indignación respondiendo con la acusación de “colonialista” al Presidente francés.

Después de 20 años de conversaciones, el MERCOSUR había logrado un Acuerdo con la Unión Europea. Macron, que tiene oposición al respecto, especialmente de sus agricultores, ni corto ni perezoso, anunció el veto al Acuerdo con MERCOSUR.

A nueve meses de gobierno Bolsonaro cuenta apenas con el apoyo de un tercio de los ciudadanos, y su ministro “estrella”, el Chicago Boy y, además, admirador del dictador  Pinochet, Pablo Guedes, se ha demostrado incapaz de superar la recesión brasilera, que ya se prolonga por años.

Bolsonaro, que hace apología de la tortura, y que al fundamentar el voto   a favor de en juicio   de Dilma Rousseff en el Congreso, homenajeó al general que la torturó. Ahora, la alabanza al asesino y ladrón, Augusto Pinochet Ugarte, no nos puede extrañar.

El evangelista-sionista Bolsonaro no puede pretextar transparencia y pureza frente a la corrupción, pues se ha descubierto, durante los últimos días, graves delitos en contra del dinero público por parte de su hijo y de otros parientes. La derecha siempre ha creído  que sus tiranos son puros, honrados y sin mácula, una especie de monje Savonarola pero, como siempre, se termina por descubrir que son más ladrones que gato de campo, y que si caen en manos de la justicia, los defenderán con uñas y dientes. Para los “caballeros de Chile” está muy bien que hayan  torturado, lanzado al mar, exonerado, a los comunistas que, según ellos, son solo humanoides, pero que su dictador de turbios ojos azules robe, (y además lo descubran), es inaceptable para sus almas puras y sin mancha.

Bolsonaro, por lo que ha demostrado hasta ahora, además de incapaz y “lame botas” de Trump va a terminar por vender el Amazonas al sionista Netanyahu.

Michelle Bachelet está siendo atacada por quienes trasgreden los derechos humanos, lo que habla muy bien de trabajo como Alta Comisionado de  Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Que los tiranos ladren es prueba de que caminamos en el justo sentido.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

05/09/2019         

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