Trump pretende acortar distancia respecto a Biden

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Una vez terminadas las Convenciones Demócrata y Republicana sólo restan los tres debates televisados, que se realizarán el 29 de septiembre y el 15 y el 22 de octubre.

La estrategia de no aparecer públicamente le estaba dando un resultado positivo a Biden, pues dejaba a su rival, Donald Trump, en plena libertad de decir tonterías y, a veces ofensas, y que pagara los platos rotos de la pandemia y de la crisis económica. En esta última etapa los papeles podrían invertirse, obligando a Joe Biden a hablar y a defender su programa, y a Trump, a su vez, ser menos beligerante y disminuir las injurias y calumnias contra su rival.

El resultado de la elección norteamericana es muy difícil de pronosticar, así las encuestas en Estados Unidos se multipliquen por cientos, y sobre temas por demás sorprendentes.

Trump, basaba su éxito en los buenos resultados de la Bolsa de Comercio, pero ahora ha resultado insatisfactorio; en el caso de Biden la tarea se venía bastante difícil, pues debía lograr la unión del ala izquierdista de Bernie Sanders y Elizabeth Warren, con el centro político, que domina el aparato del Partido Demócrata.

En las elecciones de 2016 los votantes de Sanders, en su mayoría jóvenes, no lo hicieron por Hillary Clinton quien, prácticamente, le robó el triunfo de la Convención Demócrata a Sanders. En esta última ocasión la Convención se dio honestamente y el triunfo del ex Vicepresidente de Obama era indiscutible.

Hillary Clinton tenía la fama de ser poco honesta y de una personalidad desagradable; por el contrario, Biden se muestra como buen hombre y honesto, (a pesar de las calumnias de Trump).

La biografía de Joe Biden es interesante y, a veces, emocionante. Cuando ganó su primera elección de senador, su mujer y sus cuatro hijos sufrieron un accidente automovilístico: la esposa y la hija, de menos de un año, murieron, y los dos hijos resultaron gravemente heridos; posteriormente, uno de los hijos sobrevivientes, y que había alcanzado el cargo de fiscal, murió de cáncer al cerebro; la sola lectura de su biografía impacta a sus seguidores.

Biden, a quien se considera de centro, tiene buenas relaciones con Sanders y no causa rechazo en la izquierda del Partido, (sí le fue fatal en la derrota de Hillary Clinton). Biden deberá tomar en cuenta algunos puntos del programa de la izquierda de Sanders para evitar la división, tan importante en la elección.

Joe Biden, como ex Vicepresidente de Barack Obama, está muy relacionado con él y su familia, (Michelle Obama es una de los personajes más populares en Estados Unidos); por otra parte, su candidata a Vicepresidenta, Kamala Harris, no sólo atrae a los afroamericanos, sino también a parte de la izquierda del Partido.

La configuración étnica de Estados Unidos podría jugar un papel fundamental en las próximas elecciones: los blancos conforman el 66,7%, y es el único grupo étnico en que ganará, de seguro, Trump, que equivalen a 2 de cada tres norteamericanos. Los latinos son el 13,3%, los afroamericanos, el 12,5%, (en su mayoría, votaría por Biden), y los asiáticos aglutinan el 4,7%. En el fondo, el voto latino es decisivo.

Desde el punto de vista de las nacionalidades, los mexicanos suman el 33,75%; los portorriqueños, el 30,04%; los salvadoreños, el 2,17%; los cubanos, el 2,2%. Los estados en que predominan los latinos son California, Nuevo México y Texas.

Ningún candidato puede atribuirse el monopolio de los latinos, pues la mayoría de los cubanos y los venezolanos, por ejemplo, votarían por Trump.

Las encuestas nacionales no tienen mucho valor, pues los que deciden la elección son, en definitiva, los distintos estados, sin embargo, las últimas encuestas han acortado las distancias entre Trump y Biden, (este último candidato iba ganando por 10 puntos porcentuales y, a la fecha, apenas tiene el margen de error).

Según muchos analistas del Estado de Texas, que antes votaba Republicano, podría ser decisivo si cambia a Demócrata: Texas ha sido muy golpeado por el precio de la baja del petróleo y, sobre todo, los estragos causados por la pandemia.

En el electorado norteamericano hay un agotamiento debido a los combates políticos, cada vez más agrios y violentos. El carácter guerrero y falta de criterio de Trump atrae a los blancos más beligerantes, violentos y nacionalistas. El quiebre con el sistema político favoreció a Trump en las elecciones anteriores, pero es muy discutible que hoy la gente esté dispuesta a retornar a la guerra de descalificaciones.

Por otra parte, las manifestaciones antirracistas de los últimos meses desfavorecían a Trump, sin embargo, la prolongación de los saqueos y de la violencia pueden terminar favoreciendo a los Republicanos, pues la gente busca refugiarse en la ley y el orden, (incluso, si el mismo Presidente no respeta la Constitución y saca a los militares a la calle para reprimir a los manifestantes, por ejemplo).

Joe Biden tiene el mérito de ser visualizado como un buen hombre, (buen padre y que superó una historia trágica, además de ser dialogante y poco beligerante). A lo mejor, la gente ya está agotada de la antipolítica y quiere volver a políticos tradicionales que sean capaces de garantizar un debate apegado a las formas.

Trump y Bolsonaro son ejemplos clásicos de aventureros, de extrema derecha, que terminan sometiendo al pueblo a sus designios, arrastrándolo al abismo.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

06/09/2020

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