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El desastre que es la minería extranjera y su necesaria nacionalización

Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 9 segundos

Para escribir la anterior columna, consulté un antiguo libro de Luis Maira Aguirre, de 1969, del ex diputado de la Izquierda Cristiana y ex dirigente del PS, titulado “Las posibilidades de una Nacionalización inmediata”. Las cifras de tributación de las mineras extranjeras de la época, todas estadounidenses, me llamaron inmediatamente la atención, sobre todo por el importante porcentaje de la tributación de esas mineras en los ingresos del Presupuesto Nacional de la época, que promediaban el 13,7 %, por lo que era muy conveniente comparar esos aportes con los de las actuales mineras extranjeras, las que tomado sus mejores años de tributación, aportan solo algo más de 2% de los ingresos fiscales, produciendo 8 veces más que las mineras que fueron nacionalizadas en 1971.

Fuera de otras comparaciones, comparar los aportes al Fisco de las mineras extranjeras, antes del  nacionalización, con las mineras extranjeras que hoy existen en nuestro país, es realmente sorprendente, y deja en evidencia que las actuales mineras extranjeras, han sido un verdadero desastre para nuestro país, que recordémoslo, ingresaron a Chile casi en su totalidad a partir de 1990, salvo La Disputada, hoy Angloamerican Sur, que Enami vendió en 1979 en US$ 90 millones a Exxon, y Escondida que inició sus primeras inversiones en 1984.

El siguiente cuadro comparativo, respecto a las mineras antes de 1971, las cifras son tomadas del libro de Luis Maira antes mencionado, y se tomas los últimos 7 años allí mencionados, de manera a que sea un periodo representativo. Para las mineras después de 1990, tomamos también 7 años, con la tributación de un informe del SII por las 10 mayores mineras (sumando Impuesto Adicional, de Primera Categoría y Específico o royalty). En base a esa tributación, calculamos el porcentaje en relación a los ingresos fiscales de esos años. La producción de las 10 mayores mineras, las tomamos del Anuario 2018 de Cochilco, así como el monto de los ingresos fiscales por esos respectivos años.  La producción de todas las mineras extranjeras es cerca de 4 millones de toneladas.

Antes de 1971
Años 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 Total Promedio
Producción 442 524 476 495 510 494 508 3449 492,7
Tributación 88,2 72,9 89,3 86,4 105,1 127,7 196,9 766,5 109,50
% Ingresos Fisco 13,1 10,4 12 11,9 15,4 14,6 18,5 95,9 13,7
Después de 1990
Años 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 Total Promedio
Producción 2156 1842 2263 2414 2305 2265 1928 15173 2167,6
Tributación 1574,4 1313 910,2 745,8 636,4 202,2 1144,4 6526,4 932,3
% Ingresos Fisco 3,4 2,2 1,5 1,3 1,1 0,4 4,6 14,5 2,07

 

Como podemos comprobar, las mineras que fueron nacionalizadas en 1971, aportaban un promedio de 13,7% al Presupuesto Nacional, mientras que las de ahora, aportan apenas 2,07%, pero produciendo 4,4 veces más que las mineras de antes y 8 veces más si sumamos a todas las actuales mineras extranjeras. Y en esta comparación hemos tomado prácticamente los mejores años de las actuales mineras extranjeras, porque si hubiéramos tomado la tributación desde el año 1996 a 2002, siete años también, el aporte a los ingresos fiscales de estas las actuales mineras extranjeras sería igual a cero (0%), porque siempre declararon pérdidas y no pagaron un solo dólar de impuesto a la renta. En esos años.




Alguien podría refutar esta comparación diciendo que las mineras actuales tributaron en promedio US$ 2.167.6 millones, mientras que en los años sesenta las mineras tributaron en promedio apenas US$ 109.5 millones, sin embargo, lo que en este caso importa, es cuanto significaba eso en los ingresos del Presupuesto de la época. Me podrían refutar nuevamente, que actualmente el Presupuesto ha sido en promedio de US$ 55 mil millones al año, mientras que en los 7 años de 1960 a 1966, el Presupuesto era solo de US$ 780.37. Me podrían decir que esos Presupuestos no son comparables, si, pero, no hay que olvidar que en los años sesenta  la educación universitaria, de mejor calidad que la de ahora, era completamente gratuita. Con lo que aportaban las mineras extranjeras en los años sesenta. 13,7% del Presupuesto, era más que suficiente para pagar toda la educación gratuita, y sobraba dinero para la salud.

Lo que aportan las actuales mineras extranjeras, solo a contar del año 2006, porque antes de ese año no aportaban nada, alcanzaría para financiar solo la educación parvularia. Pero a esta comparación se debe agregar, que las mineras que fueron nacionalizadas construyeron fundiciones y refinerías, su propia energía en Cachapoal  y Tocopilla, líneas férreas como el de Chañaral a Potrerillos,  construyeron campamentos-ciudades como Sewell, Chuquicamata, Potrerillos, El Salvador, y en cada una de ellas un hospital, escuelas, salas de cine y espectáculo, establecimiento de deportes. ¿Han hecho algo parecido las mineras actuales? Nada.

A pesar que se podía verificar que las mineras extranjeras de los años sesenta  podían justificar que habían aportes al Estado, fueron nacionalizadas, y sin ninguna indemnización, porque el Contralor de la República, que fue encargado de hacer ese cálculo por la Ley de la Nacionalización, calculó que lo que se habían llevado esas empresas en utilidades extraordinarias era superior a la indemnización que les podía corresponder.

Si las mineras que fueron nacionalizadas, aportaban efectivamente al Estado chileno, como lo hemos podido comprobar, pagando tributos que alcanzaban al 13.7% de los ingresos fiscales de la época: ¿Cuál sería la indemnización a pagar a las actuales empresas mineras extranjeras, si las nacionalizamos con la Nueva Constitución? Es más que evidente que en 1971, que no merecen un solo dólar de indemnización, porque desde 1990 al año 2004, no pagaron absolutamente un dólar de impuesto, y los que han pagado después del año 2006, gracias al gran aumento del precio del cobre, es proporcionalmente 5 veces inferior, al de las mineras antes de la nacionalización.

Esto nos deja en evidencia que las actuales mineras extranjeras han sido un verdadero desastre para nuestra economía, y los 70 millones de toneladas de cobre que se han llevado, más el oro, la plata, el molibdeno, el renio, cobalto, etc., ya no los tenemos. ¿Quiénes son los culpables de este desastre? ¿Las mineras? No, la culpa no la tiene el chancho sino el que le da el afrecho, y quienes les han él afrecho, han sido los gobiernos de la Concertación, principalmente el de Alywin, y también la derecha, que unidos, a partir de 1990, hicieron las leyes que precipitaron en esta catástrofe.

Como ya lo hemos escrito en otras ocasiones, todo este desastre partió en junio de 1990, con la Ley 18.985, que aumentó el IVA “transitoriamente” de 16 a 18%, pero al mismo tiempo, sin que se discutiera, se modificó la tributación de renta presunta, donde el impuesto se pagaba por lo que se vendía, (nadie podía escapar al impuesto) y se cambió a renta efectiva, solo a las grandes mineras, donde el impuesto se paga solo si declaras utilidades. Fue la llave maestra para la entrada en masa de mineras extranjeras a nuestro país, porque gracias a esta ley, tendrían la seguridad que se podrían llevar todo el cobre que quisieran sin pagar impuestos, porque bastaba con declarar pérdidas Y eso es lo que hicieron hasta el año 2004 e incluso 2006. Y desde hace algunos años, la mayoría de estas empresas mineras han vuelto a declarar pérdidas y no pagar impuestos.

La nacionalización de la gran minería, de 1971, ha sido el mayor éxito económico de la historia de Chile, en el lado opuesto, la desnacionalización de la gran minería comenzada en 1984 y sobre todo a partir de 1990, ha sido la mayor expoliación de la historia de nuestro país. En consecuencia, por dignidad y justicia, con la Nueva Constitución, estas empresas deben ser nacionalizadas y sin indemnización, por todo lo que no han robado.

 

Julián Alcayaga Olivares

Economista y abogado

Octubre 29, 2020.

 

DOCUMENTOS ANEXOS

[pdf-embedder url=»https://www.elclarin.cl/wp-content/uploads/2020/11/Nacionalización-inmediata.-Luis-Maira.pdf» title=»Nacionalización inmediata. Luis Maira»]

 

[pdf-embedder url=»https://www.elclarin.cl/wp-content/uploads/2020/11/SII-Oficio-respuesta-Dip.-Mix.pdf» title=»SII Oficio respuesta Dip. Mix»]

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Economista y abogado

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  1. Ojalá que quienes hicieron las matemáticas de este «estudio» no estén jamás a cargo de las políticas económicas del país, pues tiene errores conceptuales básicos y sesgos de comparación evidentes.

  2. Hugo Murialdo says:

    De acuerdo al numeral 24º del artículo 19, Capítulo III, De los Derechos y Deberes Constitucionales, «El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas…». Esto mismo lo ha explicado el mismo Julián en anteriores artículos en este y otros medios. Como se ha sabido, este artículo de la Constitución actual, quedó exactamente igual al artículo de la Constitución de 1925, que permitió la nacionalización del cobre, esto por expresa decisión del almirante Merino, que no estaba dispuesto a desnacionalizar el cobre: «que lo hagan los civiles si quieren». Como lo ha explicado, también, Julián Alcayaga, las concesiones no dan derecho a dominio, sino sólo a explotación. En síntesis, no hay que «re nacionalizar», sólo iniciar un juicio de caducidad de las concesiones. Ahora que quieran o no hacerlo, será materia ya no de la Convención, sino de las presión que la ciudadanía «pudiera» ejercer.

    • Germán Westphal says:

      Dura tarea la que está pendiente, especialmente si a nivel ciudadano cuestiones técnicas como ésta no están claras. En todo caso, como es altamente improbable que la Convención vaya a omitir el dominio en cuestión y su inclusión en la nueva Constitución se celebre como ratificación de un hecho histórico, a lo mejor la ciudadanía logra un mejor entendimiento de los hechos y en el nuevo orden institucional logra elegir representantes que terminen con las concesiones en cuestión. Nos falta tanta educación cívica! No por nada la eliminaron en los colegios…

  3. Felipe Portales says:

    Julián: Estoy de acuerdo contigo; pero desgraciadamente será imposible que el necesario consenso para obtener un nuevo texto entre «las dos derechas» -dado el quórum de los dos tercios- vaya ni remotamente a dejar abierta dicha posibilidad…

  4. Ojalá que el Chile despierto abra los ojos a las mineras ( y otros item necesarios) y se inscriba en la nueva constitución que todos los productos naturales del país son del país (51% obligado) y producirán bienes para poder alcanzar el «buen vivir» de la población.Espero que a los dueños de esas corporaciones , si chilenos ,no se les permita ser constituyentes y que los constituyentes sean suficientemente sabios para no permitir el robo por transnacionales extranjeras que , fácil imaginarse , comprarán a quien quiera venderse «por un plato de lentejas». Dada la corrupción chilena , todo aquel que pretenda mejorar el futuro , deberá dormir con un ojo abierto para velar por «nuestro» futuro como país y así velar por cada uno y él mismo.En muchas lenguas prehispánicas no existe una palabra para «YO» sino siempre se usa el «NOSOTROS».Comencemos a usarla y forcémonos a buscar , con equidad y justicia para todos , el «BUEN VIVIR».No permitan que los negacionistas les quiten la alegría que tantos muertos , mutilados ,presos políticos y abusos de DDHH ha costado conseguirla.

  5. Germán Westphal says:

    Si hay alguien que sabe de este tema es el autor y tiene absolutamente toda la razón en cuanto al mismo. Otra cosa es que la re-nacionalización de la gran minería del cobre sea realmente posible vía la Convención Constitucional que, como es altamente probable, va a estar mayoritariamente controlada por los mismos que han sido instrumentales en su desnacionalización a partir de 1990, la cual —hasta donde entiendo— ha sido cuantitativa y cualitativamente superior a la llevado a cabo durante la dictadura. Ya veremos cómo queda políticamente configurada la Convención Constitucional el 11 de abril próximo. Por supuesto, la presión del movimiento social es siempre una posibilidad aunque no se ejerció ante el Congreso Nacional y el Ejecutivo para evitar que las trampas del acuerdo del 15-N fueran incorporadas al ordenamiento constitucional de la República, aunque ellas eran bien conocidas. Tal vez la falta de organización y ausencia de representantes de base jugó un papel, aunque todas las organizaciones de la Unidad Social estaban ciertamente involucradas: https://www.unidadsocial.cl/organizaciones/ A lo mejor no todos se dieron cuenta de lo que implicaba el acuerdo del 15-N o algunos no lo disputaron por razones de militancia política. Difícil saberlo!

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