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Respuesta a un editorial de El Mercurio

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En el editorial del domingo 28 de febrero, titulado “Tributación en Minería”, y, como siempre en el pasado, falsea la realidad de la tributación de las mineras extranjeras, aunque también revela una verdad, que el aporte de la minería privada y de Codelco a los ingresos fiscales es solo el 6%, pero omite mencionar, que es una forma de mentir, que la producción actual de cobre es cercana a los 5 millones de toneladas, y omite decir que Codelco, produciendo solo 1,2 millones de toneladas, aportaba alrededor del 25% de los ingresos fiscales, en los 3 últimos años de la dictadura. Con la producción actual el cobre debería aportar a lo menos el 50% del Presupuesto Nacional, y no solo 6%. Bastarían estos datos para concluir que la gran minería privada ha sido absolutamente nefasta para los ingresos fiscales y para el país en general.

Y el desfalco, en los hechos el robo de las mineras extranjeras, no se debe a que tengan una tributación diferente al resto de las actividades económicas de nuestro país, o que la tributación en Chile sea mayor o menor que en otros países, el problema es que las mineras evaden desvergonzadamente las utilidades que generan.

Según los Anuarios de Cochilco , las mineras extranjeras han sacado de Chile, entre 1990 y 2019, la friolera de 85.818 T. del equivalente de cobre fino, lo que al precio de solo 3 dólares la libra, equivale a alrededor de US$ 567.760 millones. Pero esa es la exportación declarada en aduanas por las mismas empresas, pero es de conocimiento público que la exportación real debe ser a lo menos un 25 a 30% superior a la cifra oficial, lo que daría que la exportación de cobre por parte de las mineras extranjeras en estos 29 años sobrepasa las 100 mil toneladas, y su valor debería superar de US$ 680.000 millones, a lo cual habría que agregar un 30% más por el oro, la plata, el molibdeno, el renio, cobalto, etc., contenido en la exportación de concentrados de cobre, lo que sumando todo nos arroja que las mineras extranjeras, se han llevado de nuestro país alrededor de 900 mil millones de dólares. Por ello decimos que la minería extranjera ha sido un desastre para nuestro país, aunque quizás el desastre, deriva directamente de los gobernantes que hemos tenido los últimos 30 años, que han conscientemente legislado para permitir este desfalco.

Y decimos desfalco, porque de esos 900.000 millones de dólares que se han llevado las mineras extranjeras: ¿Cuánto es lo que estas mineras han tributado al Estado y a todos los chilenos? Difícil saberlo porque la tributación es secreta en Chile desde el año 1995, precisamente para que los chilenos no nos enteráramos que las empresas extranjeras en general y las mineras en particular, no pagan o casi no pagan impuesto a la renta  en Chile. Sin embargo, hemos podido conocer la tributación de las mineras extranjeras gracias a un informe del S.I.I.  solicitado por el Senado el año 2003, y recientemente, en un informe solicitado al SII por la diputada Claudia Mix. Esos informes oficiales nos dicen que desde 1990 a 2019, la tributación a la renta más impuesto específico a la minería conocido como royalty, ha sido de alrededor de US$ 30 mil millones solamente.




Esto significa, que se llevaron de Chile 900 mil millones de dólares y dejaron en el país solo US$ 30 mil millones en 29 años de explotación, es decir, dejaron un minúsculo 3,2% de una riqueza que ya desapareció de nuestro suelo para siempre. Es una ofensa a la dignidad nacional. Solo a modo de comparación la empresa estatal Codelco , entre 1990 y 2019, entregó excedentes al Estado por US$ 78.526 millones,  más del doble que las mineras privadas, produciendo en ese mismo periodo 50.634 T. de cobre, casi la mitad menos que las mineras extranjeras.

¿Por qué las mineras extranjeras se han llevado tanto cobre y otros subproductos y han pagado tan pocos tributos? Es aquí donde aparece el desastre permitido por nuestros gobernantes desde 1990 en adelante. Hasta 1989, las mineras extranjeras tenían que pagar el impuesto en base a la renta presunta, es decir en base a lo que vendían. Ninguna minera podía escapar al pago del impuesto a la renta, porque desde que tenía que vender o exportar la primera tonelada de cobre, tuviera o no utilidades, tenía renta y tenía que pagar el impuesto. Todo cambió en junio de 1990, cuando se aprobó la Ley 18.985, que para las grandes mineras cambió el impuesto desde renta presunta a renta efectiva. ¿Qué quiere decir renta efectiva? Que si las mineras obtienen o declaran utilidades o ganancias, pagan el Impuesto a la Renta, pero si declaran pérdidas no pagan impuesto, es más, acumulan pérdidas, y no pagarán impuesto hasta que las eventuales futuras ganancias absorban todas las pérdidas acumuladas.

Las mineras extranjeras llegaron en masa a nuestro país, porque la Ley 18.985 les permitiría llevarse el cobre y subproductos que quisieran sin pagar impuestos, y todo en el más estricto secreto, porque la tributación fue declarada secreta en 1995, y por ello el 99,99% de los chilenos no saben que las mineras extranjeras no pagaban impuestos en Chile. ¿Por qué no pagaban impuestos? Volvemos a repetirlo. Simple, bastaba con no declarar ganancias para eximirse del impuesto.

Pero si Codelco, la empresa estatal, con yacimientos muy antiguos, con mayor profundidad de los rajos o socavones, menores leyes del mineral, tenía importantes ganancias, no podía ser que las mineras extranjeras no las tuvieran, con minas más nuevas y mejores leyes. ¿Qué hicieron para no tener ganancias? Muy simple, evadían y eludían las ganancias gracias a la actitud permisiva de los gobiernos de turno.

Actualmente aumentar los impuestos o el royalty a las mineras (ambos basados en utilidades), no sirve de nada porque las mineras evaden las utilidades, y por ello no pagan o pagan miserables impuestos. Solo sería algo efectivo, si el impuesto a la renta vuelve a ser calculado en base a las ventas, como era hasta 1990.

Pero igual es una solución de parche, la única y verdadera solución es nacionalizar nuevamente toda la gran minería del cobre y del litio, y esa es la tarea importante de todas, que tendrá que abordar la Convención Constitucional.

 

Julián Alcayaga Olivares

 

Stgo. 28.02.2021



Economista y abogado

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