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Primarias 2021: Un espectáculo exclusivo de la clase política

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Las primarias para las elecciones presidenciales de noviembre vuelven a expresar el desinterés de los chilenos y chilenas por la política tradicional. Apenas un poco más de tres millones de electores ejercieron su voto por alguno de los candidatos. Tres millones de un universo de más de catorce millones. Un escaso 21 por ciento salió de sus casas el domingo pasado en tanto más de once millones prefirió descansar, pasear o ver televisión. Una enorme mayoría que no sólo ve cómo la minoría decide los destinos del país, sino esta autoexclusión ensancha la brecha abierta hace décadas entre la población, sus organizaciones, y los políticos, a quienes ve como clase y elite. La desconfianza, y también desprecio por los partidos, vuelve a ser expresarse de forma palmaria.

 

No ha sido siempre así. La evidencia ha mostrado que la población se moviliza si hay candidatos que sí la represente. Y esto sucedió hace un par de meses para las elecciones de los convencionales constituyentes que abrió la participación de decenas de organizaciones sociales y territoriales representativas. La participación electoral, aun cuando no fue destacada, sí rompió la tendencia con un alza superior al 50 por ciento. Una votación masiva que también logró instalar al interior de la Convención Constitucional a una mayoría de independientes y representantes de organizaciones, colectivos, pueblos originarios. Los chilenos no votan por pereza ni por desinterés. No votan cuando no hay un candidato ni un proyecto que los represente.

 

 

Las primarias del domingo responden a este proceso de deterioro de los partidos políticos. Unos por cierto más que otros. El 21 por ciento que votó lo hizo, tanto en la derecha como en la izquierda, por fuerzas y figuras jóvenes y castigó hasta el punto de sacarlos de la escena a los viejos políticos y sus coaliciones. Esto fue claro en la derecha. Los partidos tradicionales de Chile Vamos, tanto la UDI, Renovación Nacional y Evópolis, perdieron por goleada la elección. Joaquín Lavín, que intentó abrirse paso a su tercera elección presidencial, es probable que en este ámbito busque la jubilación.

 

La derecha votó por Sebastián Sichel, independiente por Chile Vamos de 43 años. En contra tiene haber sido ministro de Sebastián Piñera; a favor,  un pasado en diversos partidos y en especial su actual independencia. Independiente en la denominación porque es claramente de derecha. Hasta el momento no hay claridad sobre qué elementos contribuyeron a su triunfo, con más del 49 por ciento en una lista de cuatro, pero sin duda su perfil de distancia de los decadentes partidos tradicionales le ha jugado a favor. El votante de derecha está desencantado con la actual coalición de gobierno, que tiene al presidente Piñera con la valoración más baja desde los registros post dictadura, motivo por el que ha apoyado a un político con un perfil diferente aunque certificado neoliberal y militante de los mercados con cercanía a las grandes corporaciones. Distinto, pero con una trayectoria de confianza para el votante conservador.




 

 

La lista de izquierda Apruebo Dignidad, con la dupla Daniel Jadue, comunista, y Gabriel Boric, del Frente Amplio, alianza que podríamos denominar progresista, obtuvo el 56 por ciento de los tres millones de votos emitidos. Si hablamos del padrón electoral, el porcentaje es ínfimo y también vergonzoso para cualquier democracia. En número de votos por candidato, Boric ganó con un millón 58 mil, en tanto Jadue obtuvo 692 mil.

 

La prensa y los observadores, y por cierto las encuestadoras, quedaron este domingo sorprendidas por los resultados en ambas colaciones. Todas las encuestas daban por ganador a Lavín en Chile Vamos y a Daniel Jadue en Apruebo Dignidad. ¿Qué pasó? Las encuestas hace tiempo que son incapaces de medir las intenciones de votos, fenómeno que no es propio de este rincón del mundo. Las redes sociales, la circulación de las comunicaciones, el descrédito de los partidos tradicionales y el repudio a militar en algunos de ellos dejan la escena política como un flujo muy líquido vulnerable a mutar ante también cambiantes informaciones.

La candidatura de Boric: ¿el día o la noche?

Los analistas se rascaban la cabeza este lunes y daban todo tipo de explicaciones. Incluso los mismos ganadores no vaticinaron triunfos de esta magnitud. En el caso de Apruebo Dignidad, sus electores, que son solo poco más del once por ciento del padrón electoral, prefirieron apoyar al progresismo en lugar de hacerlo por el candidato del Partido Comunista. Los motivos son en este momento pastos de especulación sobre la calidad de los debates o las campañas de propaganda. Jadue no logró superar el techo más o menos habitual de los comunistas y Boric es probable que haya contado con votos de la exconcertación y los sectores socialdemócratas. Motivos varios, aunque lo cierto es que con estos votos Boric no pasa en noviembre a segunda vuelta.

 

En este momento politólogos y otros analistas lanzan todo tipo de ideas, cálculos, números y los rumores llenan las redes sociales. Si van o no van los partidos tradicionales de la Concertación a la primera vuelta, o si se inscribe un candidato que sí represente al pueblo y sus organizaciones, a quién apoyará la derecha si pierde Sichel en la primera vuelta.

 

Tal vez uno de los cálculos más interesantes es sobre un candidato o candidata popular todavía imaginaria que pudiera canalizar aquellos tres millones de electores que votaron para la Convención Constituyente y que se restaron este domingo. Ahí sí que tendríamos una sorpresa mayor.

 

 

 

Por Paul Walder

 



Periodista

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  1. Renato Alvarado Vidal says:

    > Jadue no logró superar el techo más o menos habitual de los comunistas

    Perdón ¿es habitual que un candidato comunista reciba más votos que todos los candidatos de derecha? ¿y en medio de una campaña anticomunista en que participó hasta su propio compañero de lista?

  2. Gino Vallega says:

    Así , a tumbos , el país funciona con la minoría de la mayoría que se «moja el potito» y elige , otra vez , a un elite despreciado por la mayoría QUE NO INTERVIENE directamente en política yNO VOTA ,pero EXIGE en condiciones que va ser reprimido por el gobierno elite representante de una minoría…..por ahí vamos Ramón Román ?Alguien decía por ahí que después de revolotear y marchar un rato en la calle , se van al mall a……..
    Qué difícil va a ser satisfacer a la mayoría con la nueva constitución.Sí estoy seguro que va a ser mejor que la Pinochet-Lagos.

  3. ramon roman says:

    La casta política esta constituída por chilenos. Los chilenos eligen a la casta política, por lo tanto la casta política representa a los chilenos. Los chilenos en su mayoría no votan. La minoría que vota eligen a la casta política. La casta política es la que rige los destinos de Chile basada en una constitución. Luego, los destinos de los chilenos no son regidos por la mayoría de los chilenos, por lo tanto, la casta política no representa a la mayoría de los chilenos y los gobiernos ,luego, gobiernan para una minoría de chilenos que se toma en serio la democracia y participa en el elecciones de esta casta política y sus gobiernos, es decir, toman la responsabilidad de vivir en este país llamado Chile y de ser gobernados de acuerdo a como la constitución manda como deber ser elegida la casta política y sus gobiernos. Ahora, se supone que la mayoría no estaba de acuerdo con este sistema, y una gran mayoría de chilenos salió a las calles a demandar un cambio y esta salida a las calles le costó inmensamente a muchos chilenos, que perdieron la vida, quedaron heridos y muchos quedaron incapacitados. Esta prostesta consiguió que se llamara a un referendum para que la mayoría de los chilenos decidiera el rumbo a seguir a través de una nueva constitución. Una minoría de esta mayoría que participó en la protesta, participó en este referendum para cambiar la constitución y la forma en que la nueva casta política, elegida de acuerdo a esta nueva constitución, va a gobernar a los chilenos en este país llamado Chile. Ganó esta minoría que votó, de una mayoría, y se empezaron a elegir los representantes para enactar esta nueva constitución y muchos de estos representantes fueron elegidos de la parte de la vieja casta política , los cuales tienen sus reglas impuestas para tratar de que esta nueva constitución sea nueva, pero con las mismas reglas de la vieja constitución. En el intertanto, viene la elección de un nuevo presidente para gobernar Chile y se efectuaron las primarias para elegir al candidato que va a representar a la minoría de esta mayoría que quiere una nueva constitución, y presto, esta minoría de esta mayoría que quiere cambiar la constitución eligió a un miembro de la vieja casta política, para representarlos en la elecciones de un nuevo presidente de Chile, que va a competir en estas elecciones en contra de un candidato que representa la vieja casta política y al sistema actual que rige a Chile y , se supone, a todos los chilenos. Es decir, los chilenos en su mayoría que quiere un nuevo Chile, no se mojan el potito para cambiar el sistema politco y económico, se quedan en sus casitas gozando de las ue vaditas que el sistema les proporciona para que se queden tranquiltios y no hagan olitas, pero al mismo tiempo juntando rabia para salir nuevamente en otro Octubre a gritar y reclamar en contra del nuevo sistema que va a ser, a todas luces, un representante de la vieja casta política, dejando,nuevamente, heridos, incapacitados y muertos por los guardianes de este sistema político y económico que es gobernado por la casta política elegida por la minoría de una mayoría de chilenos, que quieren cambiar el sistema político y económico que es gobernado por una casta política elegida por la minoría de chilenos que se toman la responsabilidad de ser chilenos que viven en un sistema democrático que les dá la oportunidad de cambiar este sistema político y económico a través de elecciones y de un referendum que fué conseguido por, finalmente, una mayoría de los chilenos que quieren cambiar el rumbo de este sufrido país y sus habitantes, habitantes que cuando llega el momento de los quiubos, pareciera que se han olvidado que quieren cambiar el rumbo de este país gobernado por una casta política que no quiere cambiar el rumbo de Chile, y pareciera, que esta casta política ,a todas luces, lo están consiguiendo de acuerdo a como la minoría de una mayoría que quiere este cambio. es la única que toma la responsabilidad de hacer valer sus derechos a través de elecciones, eligiendo como candidato presidencial a un miembro de la vieja casta política. Addendum, he tratado de ser harto redundante para dejar bien marcado lo que quiero expresar, si todo esto ha sido un poco, o muy desordenado y dificil de entender, pido mis más sinceras disculpas, ya que mi intención era dejar ver lo que siento.

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