Debate

Un constituyente revolucionario

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos

Cuando se terminó la primera etapa de la Convención Constitucional, destinada  a aprobar el Reglamento, cada constituyente hizo su discursito. Tenían cinco minutos cada uno. No los escuché todos, porque ¿Quién se va a echar  horas y horas de discursos? Pero en general fueron mejores de lo  esperado. Casi todos muy emotivos, muchos hablaron con lágrimas en los ojos. Se ve que los constituyentes se sienten depositarios  del destino de Chile, no es para menos. Aunque yo no lo creo, pero parece que ellos sí. Casi todos se refirieron a su propia vida, a su región, al pequeño pueblo que los eligió.  En fin, a problemas regionales o muy particulares.

Le toca el turno de hablar a Cristóbal Andrade.  Se presenta en el estrado un joven algo gordito con aspecto inocentón. Lleva en las manos un monito que representa a un dinosaurio, parece que es un personaje creado por él que se llama Dinoazulado.

Comienza diciendo que él es de religión evangélica, pero “Los evangélicos no solamente son de derecha, sino que también hay diversidad

Explica que viene de Quilpué del sector de población Pompeya a representar a las 6 provincias con sus 26 comunas.




Se refiere a varios temas que han sido abordados en la Convención: la salud, el individualismo, la descentralización y otros.

Y cuando ya iba yo a apagar la computadora, dice con voz tronante:

Quienes salimos a las calles aún seguimos saliendo, con el grito:

El pueblo, el pueblo, el pueblo,

El pueblo ¿dónde está?

El pueblo está en la calle 

Pidiendo dignidad 

Y luego se pone a hablar de la dignidad, explica  que la dignidad es que una persona no deje que la humillen, que la rebajen, que la desprecien, y que exige ser respetada.  «Se pueden plantear reivindicaciones materiales, pero lo que no puede faltar es la dignidad, no sólo de las personas sino que también de la naturaleza y los seres sintientes”.

 

No dice personas, sino “seres”, supongo que ahí está la Madre Tierra y los animales también.

Me voy dando cuenta de que este joven no es ningún abogado, ni master de la Universidad de Harvard o de la Complutense de Madrid.  Es un auténtico obrero, un mecánico automotriz  que representa la voz de la calle, la voz del pueblo, la voz de los humildes y de los valientes.

Dice que él sí que está comprometido “con las demandas de la Plaza Dignidad, las demandas del pueblo”.

Por mi parte, pienso que  es cierto que la dignidad ha sido la principal demanda de todos los que salieron a la calle. Pedían  mejores salarios, mejores jubilaciones  y una mejor vida sin explotación, pero por sobre todo exigían  dignidad. Porque el pueblo chileno tiene plena conciencia de haber sido ninguneado, humillado, despreciado  y olvidado  durante muchos años. Le quitaron su dignidad.

Sigue  Cristóbal: Nosotros no venimos de un Acuerdo por la Paz, que fue una jugada desesperada del gobierno, sino que venimos  de la calle, del 18 de Octubre.

Y después de un minuto más o menos, de los cinco que tiene para hablar, dice: “Les voy a  presentar un video”. El anfiteatro en silencio, pasa un tiempo antes de que empiece  el video. “Quiero hacerles un homenaje  a quienes perdieron la vida durante el estallido social, señalando sus nombres”, expresa  Cristóbal. Todos se ponen de pie.

Entonces ocurrió algo que erizaba la piel. Porque Cristóbal usó los cuatro minutos que le quedaban, para ir pronunciando, con voz calmada, los nombres de los caídos, cuyos rostros iban apareciendo en el video.

 

  1. José Uribe Antipani
  2. Francisco Reyes Aguayo
  3. Joshua Osorio Arias
  4. Álex Andrés Núñez Sandoval
  5. Manuel Alejandro Rebolledo Navarrete
  6. José Atilio Arancibia Pereira
  7. Eduardo Alexis Caro Del Pino
  8. Daniela Carrasco Aránguiz
  9. Julián Marcelo Pérez Sánchez
  10. Manuel Cardenio Prado
  11. Eduardo Andrés Soto Ahumada
  12. Romario Veloz Cortez
  13. Renzo Barbosa Herrera
  14. Andrés Felipe Ponce Ponce
  15. Juan Agustín Coro Conde
  16. Paula Lorca Zamora
  17. Joel Andrés Triviño García
  18. Maitensz Maj
  19. Mariana Díaz Ricaurte
  20. César Rodrigo Mallea González
  21. Manuel Jesús Muga Cardenio
  22. Kevin Patricio Gómez Morgado
  23. Luis Antonio Salas Martínez
  24. Alicia Cofré Peñailillo
  25. Grace Molina Carrasco
  26. Maicol Yagual Franco
  27. German Aburto Aburto
  28. Javier Cornejo Espejo
  29. Robinson Gomez
  30. Abel Acuña Leal
  31. Kevin Vega Gutierrez
  32. Mauricio Fredes Fredes
  33. Cristian Tapia Trigo
  34. Jorge Mora Herrera {Neco)
  35. Ariel Jesús Moreno
  36. Danilo Cárdenas González
  37. Alexis Felipe Aguilera Lagos
  38. Cristian Valdebenito
  39. Anibal Villarroel
  40. Francisco Martínez
  41. Camilo Miyaki
  42. Jaime Veizaga Sánchez
  43. Ángela González
  44. Pablo Marchant
  45. Isidora Bravo
  46. Denisse Cortés

Y termina: “Todavía  no hemos ganado nada, pero lo ganaremos todo. Arriba las y los que luchan.”

Los convencionales, de pie, estallan en aplausos,

Y yo me pregunto nuevamente, cómo es posible que estas 46  personas, la mayoría jóvenes con toda la vida por delante, fueran asesinadas por un gobierno desprestigiado y corrupto. ¿Qué derecho creerán tener? ¿Y qué derecho cree tener ahora el señor Kast, para decir que los policías, con mejores armas y más impunidad, van a seguir matando? Hubo protestas  violentas, es verdad, pero no merecían la muerte. Siempre hemos rendido honores a los mártires de la dictadura. !Pero ahora, cuando se dice que estamos en democracia, matan a 46 personas con toda calma¡ Es que nunca ha llegado la democracia.  El pueblo de Chile no puede seguir tolerando estos crímenes infames. Nadie, ningún gobierno, ningún ministro, ningún carabinero tiene derecho a asesinar a su pueblo impunemente. Hay que  impedirlo como sea.

 

Margarita Labarca Goddard



Related Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *