
Los relatos sobre revoluciones son siempre apasionados. A partir de ellos, se construyen mitos, fábulas y desvaríos de diversa estirpe. En Chile, algunos sectores de la élite conservadora, incluyendo los “progres” cebados al alero de fundaciones de diverso pelaje: utilizan con mucha facilidad el adjetivo octubristas. No faltan, los que confunden un estallido social, con