Política Global

Marruecos: violentar al pueblo saharaui no fue la solución

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Marruecos es uno de los países bajo examen en la ONU durante estas próximas dos semanas. Este examen está enfocado en temas de derechos humanos: eso nos lleva inevitablemente a la región del Sahara Occidental, territorio en espera de un referéndum que decida de su destino y que sigue siendo ocupado por el reino de Mohamed VI.

 

Entre el 7 y el 18 de noviembre se realiza la sesión número 41 del Examen Periódico Universal (EPU). Este último es un proceso especial que supone una revisión periódica del historial de derechos humanos de todos los 193 Estados Miembro de las Naciones Unidas.

El EPU es una innovación importante del Consejo de Derechos Humanos, creada en 2008, el cual se basa en una igualdad de trato para todos los países: ofrece una oportunidad para que todos los Estados declaren qué medidas han adoptado para mejorar la situación de los derechos humanos y para superar las dificultades para el disfrute de ellos mismos.

En respecto a Marruecos, el informe recopilado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos por esta sesión número 41 identifica los alcances de las obligaciones internacionales y los desafíos de cooperación con los mecanismos de derechos humanos en dos puntos principales:




 

  1. El equipo de las Naciones Unidas en el país señaló que Marruecos no había ratificado el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, destinado a abolir la pena de muerte, el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ni el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un procedimiento de comunicaciones. Dado que el Gobierno había aceptado las recomendaciones de ratificar estos protocolos facultativos durante el anterior ciclo de examen, recomendó a Marruecos que los ratificara.
  2. En su resolución 2548 (2020) sobre el Sáhara Occidental, el Consejo de Seguridad alentó enérgicamente a una mayor cooperación con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), incluso facilitando las visitas a la región. En 2021, el Secretario General señaló que el ACNUDH no había podido realizar ninguna visita a la región por sexto año consecutivo, y que la falta de acceso del ACNUDH al Sáhara Occidental había seguido dando lugar a lagunas sustanciales en la vigilancia de la situación de los derechos humanos en el Territorio.

El Sahara Occidental, colonia española hasta 1975, sigue viviendo largo un hilo frágil e inestable, inevitablemente conectado al reino de Marruecos, esperando, ya sin mucha esperanza, la organización de un referéndum que decida acerca de su destino, organizado por la ONU.

Marruecos, a través de un tratado hecho con los mismos españoles, había invadido, a través de la conocida Marcha Verte, estos territorios. Estos últimos, ricos en varios recursos, no gratifican solo a Mohamed VI, sino que a varios Países de todo el mundo[1]. Talvez por eso, que el referéndum pene tanto a llegar a ser una realidad. En el mientras, los Países que explotan a los recursos saharauis cierran los ojos a las violaciones de derechos humanos que Marruecos ejerce hacia los saharauis.

Ya en 2021, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, había señalado  que la situación del Sáhara Occidental se había deteriorado considerablemente desde 2020. La reanudación de las hostilidades entre Marruecos y el Frente Popular para la Liberación de Saguía el-Hamra y de Río de Oro (Frente POLISARIO) y la pandemia de COVID-19 habían limitado la capacidad de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental de cumplir su mandato.

Siempre en 2021, el Secretario General señaló que el ACNUDH seguía preocupado por los informes sobre las restricciones indebidas impuestas por Marruecos a la libertad de opinión y de expresión y a la libertad de reunión y de asociación pacíficas en el Sáhara Occidental, así como por el uso innecesario y desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes para dispersar las protestas, los allanamientos domiciliarios sin orden judicial, los arrestos y las detenciones arbitrarios, la vigilancia ilegal y arbitraria, el acoso, la intimidación y la destrucción de bienes. Señaló informes sobre torturas, malos tratos y negligencia médica en las prisiones, y aludió a las organizaciones de la sociedad civil y a los abogados que habían pedido la liberación de presos saharauis durante la pandemia de COVID-19.

En una sentencia histórica del 22 de septiembre de 2022, la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos denuncia la ocupación marroquí del Sáhara Occidental como una grave violación del derecho a la autodeterminación.

Hoy, en la sede de las Naciones Unidas de Ginebra, Sultana Khaya, activista saharaui, violada y torturada por el gobierno marroquí, denuncia los abusos sufrido en una entrevista con el Clarín de Chile, contándonos la situación precaria en la que viven actualmente los saharauis en los territorios de la región del Sahara Occidental actualmente ocupados por Marruecos.

 

 

[1] Leer: https://rebelion.org/lista-de-empresas-que-expolian-el-sahara-occidental/

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Elena Rusca

Periodista, corresponsal en Ginebra

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