Corporación Mutual Bautista Van Schouwen denuncia el abandono institucional en que está el Sitio de Memoria El Morro de Talcahuano
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Este sábado 10 de diciembre se conmemoró en el El Morro de Talcahuano el Día Internacional de los Derechos Humanos. La actividad fue organizada por la Corporación Mutual Bautista Van Schouwen Vasey que es también la entidad que reune a quienes han bregado por la declaratoria del lugar como Sitio de Memoria y Monumento Histórico, por su condición de centro clandestino de detención y tortura durante la dictadura cívico militar.
La presidenta de la Corporación se refirió al estado en que se encuentra el Sitio, aludiendo a los obstáculos que aún retrasan su entrega a la organización y se implementen las medidas necesarias para su conservación y funcionamiento como espacio de reflexión de la comunidad respecto a sus propios derechos.
A continuación, se puede leer la declaración íntegra.
La Corporación Mutual Bautista Van Schouwen realiza cada año esta actividad del Día de los Derechos Humanos en este Monumento Histórico y Sitio de Memoria. Pero hacerlo en el marco de las actividades de conmemoración de los 50 años del golpe militar, sin duda que tiene un significado distinto.
Este Sitio representa en sí mismo el horror desencadenado por las tropas uniformadas y civiles que se ensañaron contra el pueblo chileno. Nuestra Mutual lleva años haciendo esfuerzos para recuperarlo para la memoria histórica, para que sea conocido y reconocido como centro de terror dictatorial en la región, para tratar de recuperarlo y restaurarlo, para enseñarlo y mostrarlo a quienes necesitan ser ilustrados acerca de las vergonzosas verdades de la historia nacional. Todo ello lo hemos hecho con esfuerzos y fuerzas propias, apoyados en el voluntariado y compromiso de las personas que integramos la Mutual, y enfrentados a la negación, a la displicencia, a la negligencia de los organismos del Estado que se han negado hasta ahora asignarnos la administración formal de este monumento y sitio para poder restaurarlo y acondicionarlo como espacio al servicio de la ciudadanía.
Las condiciones en que realizamos nuestras actividades aquí, están a la vista, sin servicios ni condiciones mínimas de buen uso. El deterioro natural y la destrucción intencionada están sometidos a un aumento constante; peor aún, parte del espacio del Monumento y Sitio ha sido invadido por ocupantes ilegales de dudosa naturaleza (y más dudosa motivaciones) que además han comenzado a devastar el entorno, a destruir los accesos y a socavar el cerro mismo. Pero, sin embargo, seguimos enfrentados a la indiferencia oficial, pese a la categoría histórica del espacio y a la significación de las fechas que se avecinan.
Próximos a cumplirse los 50 años de la infamia militar, las heridas que nos causó la implacable venganza de los poderosos a través de sus aparatos uniformados todavía no terminan de cerrarse. Los dolores que causó a nuestro pueblo la criminal dictadura todavía no terminan de sanarse. La mayor parte de los detenidos desaparecidos que ocasionó el régimen represivo todavía no son encontrados. Todavía no terminamos de dar digna sepultura a todos los muertos que causaron a nuestro pueblo las hordas criminales de la dictadura. Todavía no terminamos de reconstruir y conocer la verdad sobre la suerte y el destino de los hijos e hijas de nuestro pueblo que fueron mutilados. Todavía no logramos conseguir justicia por los crímenes, por los atropellos, por las barbaries que cometieron las fuerzas represoras y, por el contrario, la impunidad (disfrazada o descarada) se ha instalado casi como norma establecida. Todavía no conseguimos la reparación del estado opresor para las familias de nuestros caídos; sobre todo, no hemos conseguido la necesaria reparación moral que dignifique el sacrificio de aquellos que fueron ultimados por el régimen criminal.
El mismo hecho que el Estado siga negando la entrega de espacios de memoria a organizaciones del pueblo, como este Sitio El Morro, para la historia y cultura popular constituye un acto más de atropello e injusticia. Esta situación se constata no sólo en la negación de este espacio, sino en varios otros sitios que fueron centros de tortura y exterminio a lo largo del territorio, pero además se expresa en innumerables actos y gestos de negacionismo que desde el poder, desde los gobiernos, desde la clase política, desde la institucionalidad, desde diversos otros mecanismos, se cometen respecto de nuestra historia y de la memoria nacional.
En este escenario de verdades a cuentagotas y de una justicia parcial y mezquina, comenzamos a recorrer el difícil camino de conmemorar los 50 años de ocurrencia del golpe militar que cercenó la construcción de un futuro mejor en que se empeñaba el pueblo chileno durante el gobierno del presidente Salvador Allende.
Por ello es que reclamamos que, desde el Gobierno y desde el Estado, la conmemoración de los 50 años del golpe no puede convertirse en una serie de declaraciones altisonantes pero vacías de contenido práctico, de decisiones y acciones concretas, de resoluciones claras y definitorias. Llevamos más de 30 años de gobiernos post dictadura que no han tenido la decencia de corregir o intentar enmendar las inequidades ocasionadas por la dictadura y sus sirvientes. Por lo mismo es que, desde las organizaciones sociales de derechos humanos, la conmemoración de los 50 años del golpe no puede ser una secuencia de actividades dominadas por el temor y por el dolor, sino que debemos propender a levantar con más fuerza, y con la mayor organización posible, las exigencias de verdad, de justicia, de reconocimiento, sobre los hechos criminales y cobardes que asolaron nuestro país.
Peor aún, las prácticas represivas y criminales se convirtieron en una conducta habitual de las fuerzas uniformadas, militares y policiales, como lo podemos constatar en diversos episodios de los últimos 30 años, en especial durante y desde el estallido social de octubre de 2019. Y, dentro de ello, este gobierno tiene que resolver prontamente la injusta y arbitraria situación que afecta a las personas presas políticas por su participación en la revuelta popular.
Nuestra Mutual seguirá empeñada en el rescate de la memoria histórica, en la valoración de los luchadores del pueblo caídos y en la defensa y promoción de los derechos humanos, eso forma parte de nuestro esfuerzo y motivación. Así también, continuaremos empeñados en la recuperación, restauración y conservación de este lugar como un efectivo y educativo Sitio de Memoria que forma parte de la historia del pueblo chileno.
Memoria, Resistencia y Lucha
Muchas gracias.