Acto de homenaje a los dirigentes desaparecidos del Partido Socialista chileno: Un llamado a la unidad y la memoria
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Organizado por el Centro de Formación Memoria y Futuro, se llevó a cabo un conmovedor acto de homenaje a los dirigentes que conformaron la primera Dirección Clandestina del Partido Socialista tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Este evento tuvo lugar en conmemoración del aniversario de su secuestro en Villa Grimaldi y su posterior desaparición a manos de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), a finales de junio de 1975.
El acto fue presidido por Álvaro Ahumada, presidente de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, en representación de la institución anfitriona. Ahumada destacó el valioso esfuerzo de la dirección socialista, quienes, a pesar del miedo y la represión, mantuvieron viva la llama de la resistencia. Gracias a su perseverancia, fue posible construir una alternativa democrática que liberara a Chile de la opresión impuesta por el régimen de Pinochet.
En tiempos actuales, donde el negacionismo y el relativismo parecen ganar terreno en relación a las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura cívico-militar, el recuerdo de estos dirigentes del socialismo chileno adquiere aún más valor. Enfrentar este fenómeno exige construir una unidad amplia entre los progresistas y defensores de los derechos humanos, con el fin de resistir el avance de los reaccionarios, concluyó Ahumada.
Por su parte, Fanny Pollarolo, Vicepresidenta del Partido Socialista y Secretaria Nacional de Derechos Humanos de la colectividad, destacó el sacrificio de la Dirección Clandestina. A pesar de enfrentar una clandestinidad durísima, estos dirigentes continuaron haciendo política y reorganizando el partido. Pollarolo afirmó que en estos compañeros y compañeras reside una fuerza muy poderosa. Una fuerza que resiste las derrotas y no se deja abatir por los momentos duros y difíciles, cuando la esperanza parece perderse. La memoria no se limita solo a los recuerdos, sino que también ofrece lecciones y enseñanzas.
Durante el evento, Ricardo Lagos Paredes, hijo de uno de los integrantes de la dirección clandestina, Ricardo Lagos Salinas, expresó críticas hacia el Plan Nacional de Búsqueda impulsado por el actual gobierno. Lagos Paredes señaló: «Algunos podrán validar iniciativas como esta de manera legítima, pero permítanme decirles que el tema no se reduce al análisis y conteo de víctimas. En este plan mencionado, las víctimas de desaparición forzada son referidas como ‘restos’ o ‘cuerpos’, sin hacer alusión a sus identidades e historias de vida. Esto despolitiza y deshumaniza a nuestros familiares y a aquellos que llevamos décadas exigiendo verdad y justicia». Lagos Paredes dejó en claro que su búsqueda no se limita a encontrar una osamenta, sino a conocer a Ricardo Lagos Salinas como persona, como padre, esposo y amigo. A alguien que, tras el golpe de Estado, fue arrebatado de su propia familia y, aun así, continuó luchando con una enorme carga emocional debido a los asesinatos cometidos.
Por su parte, Jaime Lorca, director de Memoria y Futuro, declaró: «En 48 años, no hemos obtenido verdad y justicia por parte del Estado. Sin embargo, nosotros conocemos la verdad. Sabemos quiénes asesinaron a nuestros familiares y cómo los torturaron atrozmente. Sabemos que no tiene sentido que ahora nos hablen de planes de búsqueda». Lorca añadió que están reunidos no solo para honrar a sus compañeros y familiares, sino también para denunciar el golpe fascista del 11 de septiembre de 1973 y advertir cómo, a 50 años de aquel suceso, vuelven a soplar vientos de reacción. Inspirados en sus compañeros, tienen la responsabilidad de promover la unidad, pero una unidad enfocada en luchar por la profundización de la democracia y por hacer de Chile un verdadero Estado Social de Derechos.
Este emotivo acto de homenaje y reflexión reafirma la importancia de mantener viva la memoria y de luchar por la verdad y la justicia, no solo en el contexto de la historia de Chile, sino también en la actualidad. La resistencia, el compromiso y el llamado a la unidad son pilares fundamentales para asegurar que los horrores del pasado no se repitan y para construir un futuro más justo y democrático.
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