Abogados y abogadas que trabajaron en la Vicaría de la Solidaridad lamentan el clima de polarización a 50 años del golpe
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Hace 50 años, Chile sufrió un golpe de Estado que marcó un triste episodio en la historia del país, poniendo fin a la democracia y llevando consigo la vida de numerosas personas y la violación masiva de los derechos humanos. Con motivo de esta dolorosa conmemoración, un grupo de abogados y abogadas que trabajaron en el Comité de Cooperación para la Paz y la Vicaría de la Solidaridad después del golpe de 1973, se ha unido para compartir su testimonio y reflexiones sobre aquellos oscuros años.
En su declaración pública, estos profesionales que estuvieron en primera línea de la defensa de los derechos humanos han expresado la necesidad de recordar aquellos tiempos dolorosos y atroces para que nunca más se repitan. Su experiencia acumulada durante esos años es un recordatorio contundente de las vulneraciones a los derechos humanos que presenciaron de cerca: la represión violenta, los asesinatos, las desapariciones forzadas, las torturas y los exilios.
En aquellos momentos difíciles, estos abogados y abogadas se encontraron con el apoyo de muchos chilenos y chilenas que se negaron a aceptar los abusos que se cometían. Surgieron héroes anónimos que demostraron una valiente solidaridad y se arriesgaron para salvar vidas y proteger a otros, impulsados por sus convicciones humanitarias y democráticas. Esas convicciones profundas anidan en el corazón del pueblo chileno y emergen en momentos clave de la historia.
En la actualidad, mientras se conmemoran los 50 años del golpe militar, el país se enfrenta a un proceso de polarización y desencuentros al tratar de reflexionar sobre lo sucedido, cómo la convivencia se desgarró de ese modo y qué lecciones se pueden aprender para encarar el futuro en paz. Por ello, los abogados y abogadas hacen un llamado a la unidad y solidaridad de todas las personas del país.
Con humildad y basados en las terribles violaciones a los derechos humanos que presenciaron, instan a que esta fecha no se convierta en un campo de batalla interminable, sino en una lección imborrable para el futuro. Es el momento de despertar nuevamente esos valores humanitarios de unidad y solidaridad que representan lo mejor de la sociedad chilena.
El propósito es seguir buscando la verdad sobre las víctimas desaparecidas, acompañar a sus familias, buscar reparación con justicia para sus dolores persistentes y comprometerse a que nunca más se repetirá un golpe militar como el que se vivió el 11 de septiembre de 1973.
En esta conmemoración, es fundamental recordar y honrar la memoria de todas las víctimas de la dictadura, reafirmando el compromiso con la justicia y la verdad. Unidos en la lucha por los derechos humanos y la democracia, el pueblo chileno tiene el poder de transformar este doloroso pasado en un motor para construir un futuro donde prevalezcan la paz, la justicia y la solidaridad.
Firmantes de la declaración: Jorge Molina Valdivieso, Rosemarie Bornand Jarpa, Eduardo Castillo Vigouroux, Nelson Caucoto Pereira, Jorge Donoso Pacheco, Jaime Esponda Fernández, Mario González Farfán, Mónica García, Gustavo Villalobos Sepúlveda, Humberto Lagos Schuffeneger, Héctor Zalazar Ardiles, Luis Toro, Gloria Torres y Álvaro Varela Walker.
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