Gabriel Boric y expresidentes firman declaración por la defensa de la democracia y el respeto los derechos humanos
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El Presidente de la República, Gabriel Boric, junto con los exmandatarios Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos, Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, han firmado el «Compromiso de Santiago» bajo el lema «Por la democracia, siempre». Este documento surge en el contexto de conmemoración de los 50 años del olpe de estado, el episodio que marcó profundamente a la nación y que, trágicamente, le costó la vida, la dignidad y la libertad a innumerables chilenos y de personas de otras naciones. Más allá de sus diferencias políticas, se han unido en un llamado conjunto para salvaguardar y fortalecer la democracia y los derechos humanos en el país. Sebastián Piñera ha firmado la declaración pese a que la coalición a la que pertenece, Chile Vamos, se ha restado.
En el primer punto del «Compromiso de Santiago,» los líderes se comprometen a cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el Estado de Derecho. Este compromiso enfatiza la importancia de preservar y proteger los principios civilizatorios que sustentan la democracia frente a las amenazas autoritarias, la intolerancia y el menosprecio por las opiniones divergentes. Esta declaración refleja la voluntad de estos líderes de mantener el respeto por las instituciones democráticas como un pilar fundamental de la sociedad chilena.
Enfrentando los Desafíos Democráticos con Más Democracia
En el segundo apartado de la carta, se comprometen a enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia, rechazando cualquier tentación de reducir la participación ciudadana. Este compromiso se traduce en la condena de la violencia como medio de resolución de conflictos y en la promoción del diálogo y la solución pacífica de las diferencias. Además, ponen el bienestar ciudadano en el horizonte, subrayando la importancia de que las políticas gubernamentales estén orientadas hacia el beneficio y la prosperidad de todos los ciudadanos.
Promoción de los Derechos Humanos como Valor Compartido
En el penúltimo punto del compromiso, los líderes se unen para hacer de la defensa y promoción de los derechos humanos un valor compartido por toda la comunidad política y social de Chile, independientemente de las diferencias ideológicas. Este llamado a la unidad en la protección de los derechos fundamentales resalta la necesidad de que los derechos humanos no sean objeto de polarización política, sino un compromiso incondicional de toda la sociedad chilena.
Fortaleciendo la Colaboración Internacional
Por último, los líderes se comprometen a fortalecer los espacios de colaboración entre Estados a través de un multilateralismo maduro y respetuoso de las diferencias. Esto implica perseguir objetivos comunes necesarios para el desarrollo sostenible de la sociedad chilena y el bienestar de su población. Este enfoque internacional busca abordar los desafíos globales con una perspectiva inclusiva y cooperativa.
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Gino Vallega says:
El Sr.Boric y los ex presidentes van a firmar cualquier «cabeza de pescado» a condición de seguir «existiendo», pero de acuerdo a lo hecho por ellos, no son de confiar y se comportan tan poco amistosos como gerentes de banco.
Serafín Rodríguez says:
Con todo, también hay que tener en cuenta que el logro más grande de Boric ha sido resucitar al innmbrable en gloria y majestad entre los representanes y medios de derecha, algo impensable hasta hace pocos meses antes, excepto en privado y en los círculos más reaccionarios y fascistoides del país. Hasta hae poco, la derecha ni siquiera osaba mencionar su nombre de vergüenza, tanto por sus crímenes como por sus latrocinios. En cambio, ahora está en el centro de los debates políticos a propósito de los 50 años del golpe de Estado civil-militar. Esta es una cuestión que mina seriamente la convivencia ciudadana precisamente en cuanto a los temas que aborda la declaración firmada por Boric y los ex-presidentes.
En cuanto a dicha declaración, lo cierto es que es un volador de luces completamente espurio pues la base de la democracia, a la cual la defensa y protección de los DD.HH. le es es consubstancial, está en la conciencia y la participación política real y efectiva de la ciudadanía, no en declaraions sin trascendecia suscritas «para la foto».