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La Colombia progresista, de luto

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La aguerrida senadora del Pacto Histórico, Piedad Córdoba, protagonista de mil batallas por los derechos humanos, murió ayer a causa de un infarto fulminante, informaron sus familiares en la ciudad de Medellín.

Conocida cariñosamente como La Negra, Córdoba encabezó durante décadas al sector más progresista del Partido Liberal, en el que comenzó su carrera política desde muy joven, ocupando todos los cargos de la pirámide legislativa hasta convertirse en una de las senadoras más destacadas de su colectividad, enfrentando a sus anquilosadas directivas con iniciativas en defensa de los sectores populares.

Defendió las causas de las comunidades afrodescendientes y fue pionera en las luchas por los derechos de las mujeres; además, participó activamente en la búsqueda de la paz de Colombia y por ese camino contribuyó a la liberación de decenas de dirigentes políticos y mandos militares que estaban en poder de las guerrillas.

Madre de cinco hijos, amante de la salsa, bailarina excelsa y mujer espontánea como pocas, rompió con su forma de ser los acartonados códigos de la política nacional, lo cual desató la ira del establecimiento que la atacó sin piedad, acusándola de guerrillera, subversiva, terrorista y apátrida, a raíz de su cercanía que tuvo con el ex presidente venezolano Hugo Chávez.




Junto a Chávez, Piedad Córdoba adquirió notoriedad internacional y se convirtió en referente de la izquierda latinoamericana. Además, fue amiga de Andrés Manuel López Obrador, Néstor y Cristina Kirchner, de Evo Morales y Pepe Mujica, Luiz Inácio Lula da Silva, Rafael Correa, Rigoberta Menchú y decenas de dirigentes políticos regionales que admiraron su valentía y la dignidad con la que enfrentó los rastreros ataques de las fuerzas de la derecha continental.

Presas y presos políticos que sintieron su mano solidaria, jóvenes afrodescendientes hijos de la exclusión, madres cabeza de familia, comunidades indígenas y campesinos víctimas de la violencia; centenares de miles de desplazados por los que clamó justicia desde sus tribunas parlamentarias, han colapsado las redes sociales lamentando el fallecimiento de quien fuera su leal defensora y su amiga sincera. Asediada por montajes jurídicos, maltratada por la mayoría de los medios de comunicación y atacada sin clemencia por el ex presidente Álvaro Uribe y sus huestes fanáticas, Piedad experimentó desde el 2022 un progresivo deterioro de su salud que la obligó a retirarse paulatinamente del ajetreo diario de la política, a pesar de lo cual, siguió activa, expresando sus opiniones en las redes sociales. Uno de sus últimos mensajes en la red X fue para destacar los avances del gobierno del presidente Gustavo Petro en el área de la vivienda.

Petro fue uno de los primeros en expresar su pesar por el fallecimiento de la senadora: Piedad Córdoba fue una mujer golpeada por una época y una sociedad. Luchó toda su vida por una sociedad más democrática. Su cuerpo y su mente no resistieron la presión de una sociedad anacrónica que aplaudía los ajusticiamientos de jóvenes, que odia el diálogo y la paz, que odia a los negros, a los indígenas y a los pobres, que la trataba como criminal.

El jefe de Estado recordó que cuando la Procuraduría le quitó sus derechos políticos –que luego ella recobró– él quiso resarcir el daño: ayudé a que hiciera parte de la lista del Pacto Histórico al Senado, sentí que lo merecía. Como congresista la conocí y como senadora murió. Una verdadera liberal ha muerto.

La vicepresidenta Francia Márquez se sumó a las condolencias, y destacó sobre Piedad: abrió las puertas de la política colombiana a las mujeres afrodescendientes.

El ex comisionado de paz Danilo Rueda destacó la perseverancia de la dirigente política. A su lado testificamos su arriesgada creatividad ante las violencias y la exclusión para crear una democracia profunda.

Contra Córdoba cursaba en la Corte Suprema de Justicia un proceso por supuesto enriquecimiento ilícito basado en testimonios de antiguos colaboradores que nunca ocultaron su ánimo de vengarse por presuntos maltratos laborales.

El año pasado, su hermano Álvaro fue extraditado a Estados Unidos bajo acusaciones de narcotráfico que él aceptó hace un par de semanas en una corte de Nueva York.

De acuerdo con versiones de familiares, Piedad llegó sin vida a una clínica de Medellín, su ciudad natal, luego de que sus escoltas la encontraran desmayada hacia el mediodía de ayer.

 

Fuente: La Jornada

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