
Ex oficial del Ejército condenado por el secuestro y asesinato de tres profesores en Linderos
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La Corte Suprema confirmó la condena en contra del ex oficial del Ejército Jorge Romero Campos por el secuestro y homicidio calificado de tres profesores de la localidad de Linderos, en la comuna de Buin, perpetrados en octubre de 1973. Sin embargo, el máximo tribunal decidió sobreseer de manera definitiva a Alfonso Faúndez Norambuena, también ex integrante de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), debido a su estado de demencia.
La Segunda Sala Penal, integrada por los ministros Manuel Valderrama, Leopoldo Llanos, María Teresa Letelier, María Cristina Gajardo y el abogado Eduardo Gandulfo, ratificó la sentencia dictada en enero de 2023 por la Corte de Apelaciones de San Miguel. En ella, Romero Campos recibió la pena de 15 años y un día de presidio mayor como autor de los homicidios calificados de Hugolino Arias Navarrete (35), Víctor Gálvez Norambuena (21) y Nelson Medina Letelier (23). Además, fue condenado a tres años y un día de presidio menor por secuestro simple en grado consumado.
En paralelo, la Corte confirmó el sobreseimiento definitivo de Faúndez Norambuena, quien en primera instancia había sido sentenciado a las mismas penas que Romero Campos. El fallo se basó en peritajes del Servicio Médico Legal y expertos externos que acreditaron su enajenación mental. Faúndez, quien fuera jefe de la Sección II de Inteligencia de la Escuela de Infantería de San Bernardo y luego miembro de la Brigada Purén de la DINA, quedó así fuera del proceso judicial.
Para Francisco Bustos, abogado querellante del Estudio Caucoto Abogados, la resolución representa “una sentencia muy importante porque pone término a un largo proceso y rechaza los recursos de la defensa, de modo que queda firme la condena a 18 años a uno de los autores”. No obstante, Bustos lamentó que “la impunidad biológica no permitió condenar a los demás oficiales involucrados”.
El abogado también subrayó el carácter simbólico de las víctimas: “Los profesores Hugolino Arias, Víctor Gálvez y Nelson Medina fueron secuestrados y asesinados precisamente cuando se restablecieron las clases en octubre de 1973. En ese sentido, son verdaderos mártires del magisterio”. Asimismo, expresó preocupación por la persistencia de discursos que justifican el golpe militar y sus crímenes, sin considerar las consecuencias humanas que estos dejaron en el país.
Crímenes en Linderos: los hechos
La investigación liderada por la ministra en visita extraordinaria de la Corte de Apelaciones de San Miguel reconstruyó el destino de los tres educadores. El 1 de octubre de 1973, tras la orden de reanudar las clases suspendidas desde el 11 de septiembre, Hugolino Arias, Víctor Gálvez y Nelson Medina salieron de sus casas hacia la escuela técnico rural de Linderos. En el trayecto, fueron detenidos arbitrariamente por carabineros de la Comisaría de Buin y entregados a una patrulla militar de la Escuela de Infantería de San Bernardo.
Posteriormente, fueron trasladados al campo de prisioneros del cerro Chena, bajo el mando de oficiales como Romero Campos y Faúndez Norambuena. Según la investigación judicial, el 2 de octubre los tres profesores fueron ejecutados con múltiples disparos, al margen del ordenamiento jurídico y sin haber sido puestos a disposición de ninguna autoridad judicial.
Este crimen se suma a las numerosas violaciones de derechos humanos cometidas durante los primeros meses de la dictadura militar. La Brigada Purén, a la que perteneció Faúndez, ha sido señalada como responsable de la desaparición de un número considerable de personas en diversas regiones del país.
El fallo de la Corte Suprema marca el cierre de un proceso judicial de décadas, pero también pone en evidencia las dificultades para obtener justicia plena en casos de crímenes de lesa humanidad, especialmente cuando el paso del tiempo impone la llamada “impunidad biológica” sobre los responsables.