
Hay un hastío límite entre gente de izquierda que por años ha debido optar por el mal menor, el que, en breve, ha dejado extendida la estela de duda si ese no habrá sido el mal peor. O parecido. Como haya sido, lo cierto es que el neoliberalismo sigue con su agenda, y sectores autoproclamados de izquierda o centro izquierda cada vez más se parecen a aquello que poco antes














