
Mario Vargas Llosa ha muerto a los 89 años. Fue un observador excepcional de nuestras sociedades. Con su talento y dominio del lenguaje fue capaz de retratar en sus novelas nuestras fracturas latinoamericanas. Fue genial en situar sus historias, muchas de ellas a partir de vivencias personales, en estructuras y contextos sociales y políticos del siglo XX.













