
Al menos en política, siempre debieran provocarnos desconfianza los ponderados y nunca condescender con las posiciones eclécticas. Es cuestión de observar la historia para concluir que los que marcan huella son los empecinados, los irreductibles en su propósitos e ideas. Los países suben a sus pedestales a los grandes líderes, a los que se juegan […]