
En un gesto cargado de simbolismo político, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva abrazó este jueves a Cristina Fernández de Kirchner en el departamento donde la expresidenta argentina cumple prisión domiciliaria. La visita, la primera de un dignatario internacional desde que Fernández fue condenada y proscrita de ocupar cargos públicos, tuvo lugar en San José











