Crónicas de un país anormal

Muere Fernando de la Rúa, recordado por el argentinazo del 19 y 20 de diciembre de 2001

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Según el dicho popular, “no hay muerto malo”, nadie elige dónde, cuando y en el seno de qué familia verá la luz del día, como tampoco la muerte, que nunca llega la víspera. La biografía del ex Presidente Fernando de la Rúa está marcada por el “corralito”, el argentinazo y su huida de la Casa Rosada en helicóptero.

 

En la historia política argentina hay varios determinismos: los Presidentes radicales en su mayoría  no han alcanzado a terminar su período, por ejemplo, el “peludo” Hipólito  Irigoyen, Arturo Frondizzi, Arturo Ilìa, Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa. Hasta ahora el único no peronista que, a lo mejor, termina en octubre su período presidencial, (no se sabe si es reelecto), es Mauricio Macri, sin embargo a este empresario lo persigue como  un fantasma el recuerdo del colapso de Fernando de la Rúa, recién fallecido, a la edad de 81 años de edad.

 

De la Rúa fue elegido como Mandatario en 1999 con un amplio apoyo popular; su compañero, candidato a la vicepresidencia, Carlos (Chucho) Álvarez, del Partido Frepaso equilibraba a los rancios radicales, pero al poco andar, en el año 2000 renunció a la vicepresidencia al sentirse incapaz de controlar la corrupta compra de parlamentarios por parte del gobierno de De la Rúa.

 

Como ocurre casi siempre, los gobiernos  no cumplen las expectativas que han despertado. En el caso de De la Rúa no pudo superar los dos períodos de implementación del neoliberalismo del corrupto Carlos Saúl Menem, quien hasta ahora escapa de la ley gracias al fuero parlamentario, y siguiendo la misma política neo liberal  de su predecesor condujo a Argentina hacia su peor crisis económica.




 

Hasta hoy, Argentina sufre de una hiperinflación, y Raúl Alfonsín tuvo que dejar el poder en manos de Carlos Menen al no poder controlar este flagelo.

 

Domingo Cavallo, ex ministro de la dictadura y, posteriormente del gobierno Carlos Menem como ministro de Economía, tenía como fórmula mágica para controlar la inflación la paridad del peso con el dólar. Fernando de la Rúa, luego de haber fracasado con varios ministros del ramo, nombró a Cavallo para que controlara el desastre de la inflación, y para mantener la paridad se hacía necesario multiplicar la deuda argentina ante el Fondo Monetario Internacional; cuando la situación se hizo insostenible este Organismo abandonó a De la Rúa a su suerte.

 

Domingo Cavallo apareció en la televisión anunciando que los ahorristas no podían sacar más de $500 pesos de su cuenta. Con esta medida expropiatoria anunciaba el famoso “corralito”.

 

Como no hay muerto malo, hoy muchos peronistas rendirán homenaje a Fernando de la Rúa, olvidando que hicieron lo imposible para que cayera, incluso, el 20 de diciembre de 2001 se negaron a salvarlo con la formación de un gobierno de unidad nacional. Durante su gobierno la propaganda peronista lo presentaba como un hombre incapaz de tomar decisiones.

 

El día 19 de diciembre de 2001 el problema se agudizó: por lado, protestaban los pequeños ahorristas frente a los  bancos del centro de Buenos Aires; por otro lado, la gente asaltaba los supermercados en los suburbios. A medida que pasaba el tiempo, las manifestaciones en la Plaza de Mayo crecían, y la policía, amparada en el Estado de sitio decretado por De la Rúa, reprimía con violencia. Al día siguiente, los enfrentamientos se radicalizaron, en especial los ataques de la policía  montada. Ya en la tarde de ese mismo dìa cundió el rumor de que De la Rúa renunciaría, y así lo hizo a través de una carta de su puño y letra. Acto seguido, subió al helicóptero que lo llevaría a Olivos. Era el segundo Presidente que huía en este medio de transporte. (Cada vez que le recuerdan a Mauricio Macri el tema del helicóptero le da lipiria).

 

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

10/07/2019                        

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