Crónicas de un país anormal

El G7: ¿cuánto el vale el show?

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 54 segundos

Biarritz fue el balneario predilecto de Napoleón III y la emperatriz andaluza, Eugenia de Montijo y Guzmán (tenía recuerdos de su infancia en la antigua caleta de pescadores vasco-francesa). Luis Napoleón Bonaparte cortejaba a la bella española para llevarla al lecho, pero ella, como católica a ultranza, le decía que el camino era la parroquia, y que en la guerra de Francia con México había dedicado esta parroquia a la Virgen de Guadalupe.

 

En las playas de Biarritz el Canciller Bismark estuvo a punto de ahogarse, pero fue salvado por el guardián del faro, hecho del cual se arrepintió para toda su vida, pues el Canciller alemán derrotó a Francia en la batalla de Sedán.

 

El G7 agrupa a Alemania, Inglaterra, Francia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Italia, antes Rusia, expulsada a raíz de la ocupación de Crimea. Este Organismo fue creado durante la guerra fría, y hoy es ampliamente superado por el G20, que incluye, además, a Turquía, Argentina, Brasil, México, Corea del Sur, China, Indonesia, Arabia Saudita, India, Australia y Sudáfrica, y  el BRICS, (Brasil, Rusia, India China  y África del Sur). El G7 excluye a cinco de las principales potencias del mundo y, por ejemplo, hoy la India supera a Francia como potencia comercial.

 

Las figuras en el reciente encuentro  del G7 eran, fundamentalmente, su anfitrión, Emmanuel Macron, Donald Trump y Boris Johnson, los demás eran ilustres desapercibidos, (tanto que hasta el invitado Presidente de Chile, Sebastián Piñera, les robó las cámaras). Esta vez no tuvieron lugar los desaguisados de la anterior Cumbre,  celebrada de Canadá, pues Macron logró esta vez que el  mandatario norteamericano   se abstuviera de firmar la declaración final, pues  simplemente la eliminó.




 

Estos Encuentros internacionales son tan inútiles y fugaces como los de la FAO, (en que unos participantes, aparentemente muy bien alimentados hablan del hambre). El tema del Encuentro en Biarritz versó sobre la desigualdad en el mundo, lo que es muy ridículo, pues lo tratan quienes la provocan.

 

En las reuniones del G7 siempre se realiza una Cumbre alternativa: esta vez tuvo lugar en la ciudad española de Irún, pero careció de importancia significativa.

 

El ministro del Interior, Christopher  Castaner, tomó todas las previsiones posibles para que el G7 se desarrollara con normalidad, entre otras medidas, la de  cerrar el centro de la ciudad de Biarritz a fin de evitar la entrada de los veraneantes, con el  consiguiente desagrado de los comerciantes que dejaron de hacer “su agosto”.

 

Trump le prometió a Boris Johnson “el oro y el moro” si definitivamente dejaba la Unión Europea en la próxima fecha del 31 de octubre, pues le marca su ambición que se convierta en un aliado privilegiado de Estados Unidos.

 

Por otra parte y  con un muy buen sentido común, Emmanuel Macron invitó a más jefes de Estado y de Gobierno que los oficiales del G7: Biarritz se llenó de africanos, sudamericanos, (incluso el Presidente de Chile), e indios. El eje del pretexto de Macron era la autoridad moral de estos países para tratar el tema central del Encuentro: la desigualdad.

 

Sabemos que Macron es un actor consumado y preparó muy bien el golpe de efecto al invitar, por ejemplo, al ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamed Zarif, quien apenas estuvo unas pocas horas, (según Macron esta invitación fue conocida y visada por Trump). En la conferencia de Prensa, ambos mandatarios dieron a conocer que habría un encuentro bilateral Trump-Rohani.

 

El hecho más importante de la reunión del G7 fue la posibilidad de establecer un nuevo pacto entre Estados Unidos e Irán, y así terminar con la tensa situación en que se encuentra el mundo: por un lado, Irán está sufriendo el bloqueo económico por parte de Estados Unidos y, por otro, Irán amenaza con cerrar el Estrecho de Ormuz, vía principal del transporte marítimo del petróleo y gas natural.

 

Respecto al candente problema del incendio de miles de hectáreas del Amazonas, se acordó crear un fondo que, esta vez, no sería administrado por Jair Bolsonaro, sino por su amigo político, Sebastián Piñera. Como es lógico, el ultraderechista reaccionó con furia y las emprendió contra Brigitte Macron mostrando la fotografía como profesora del joven y apuesto Emmanuel Macron y comparándola con su joven esposa Camila, (¡Cuánta estupidez, frivolidad  e ignorancia hacen gala de estos ultraderechistas!).

 

En el balneario predilecto de la emperatriz Eugenia de Montijo y Guzmán los mandatarios y sus asesores, si bien no tuvieron tiempo para un baño de popularidad, adquirieron un tono cobrizo  de un día soleado y la suave brisa marina; y las mujeres, (¡para qué las invitan si sólo son sutilmente utilizadas como adorno y hasta robots, (véase a Melania, que aparece como la muñeca inflable, que apenas pestañea, esposa del  misógino Trump)!!!).

 

Dejemos de lado este despliegue de vanidad de vanidades de los hombres de poder y volvamos al libertario Henry David Thoreau, quien decía: “…la ley jamás hizo a los hombres un ápice más justos; y, en razón de su respeto por ellos, incluso, los mejor dispuestos se convierten a diario en agentes de la injusticia…El más rico es aquel cuyos placeres son los más baratos”.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

27/08/2019                       

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  1. Blaset Castro Sergio says:

    Todo muy bien, aunque discrepo de eso de que Rusia ocupó Crimea. Un profesional de lecturas como el autor debería informarse de otras fuentes. Le sugieron Russia Today o radio Sputnik, en la que trabajo. Por ellas se va a enterar del plebiscito efectuado en la península que se pronunció, por más de un 90%, a favor, del retorno a, o reunificación con Rusia.

  2. libertad joan franco alvarez says:

    Lo mejor del artículo es la conclusión final»la ley jamás hizo a los hombres un ápice más justos; y, en razón de su respeto por ellos, incluso, los mejor dispuestos se convierten a diario en agentes de la injusticia…El más rico es aquel cuyos placeres son los más baratos”.

  3. Gino Vallega says:

    Si el presidente Piñera se encarga de los fondos de la amazonía , veremos en el próximo Forbes su fortuna aumerntada
    en unos 10 milloncejos U$A como «gastos de oficina».

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