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El gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez fue llamado el de “los gerentes”. Los dos partidos de derecha, el Liberal y el Conservador, tenían poco poder frente al personalismo gerencial de Alessandri, que siempre tomo posiciones hacia la derecha, y su padre, don Arturo, lo consideraba el más neurótico de sus hijos. (Nunca se casó, pero no era homosexual – como lo acusaba el Gato Gamboa, en El Clarín -).

Don Arturo Alessandri, como presidente del Senado, tenía una mesada, destinada a visitar casas de “remolienda”, y su hijo, Jorge, en ese tiempo ministro de Hacienda, decía que su padre era un despilfarrador, (Jorge había despreciado a su padre por sus continuas aventuras extramaritales, que hacían sufrir a su madre, doña Rosa Ester Rodríguez).

El gobierno de los gerentes fracasó en su intento de aplicar las políticas de austeridad, recomendadas por la Comisión Interamericana Económica, Klein Sack, pues la inflación se disparó y las medidas de austeridad sirvieron de muy poco, salvo hacer que se multiplicaran las huelgas nacionales, a las cuales convocaba el combativo Clotario Blest, fundador de la Central Única de Trabajadores, (CUT).

Don Clotario era un católico convencido, y discípulo del sacerdote jesuita, Fernando Vives Solar, cuyas ideas eran mucho más avanzadas que las de los “señoritos” de La Falange, (los primeros eran seguidores de Jesús, el carpintero, mientras que los segundos lo eran de Cristo Rey). Don Clotario pertenecía – al igual que Gabriela Mistral – a la Orden Terciaria Franciscana -, y frecuentaba muy poco la sede de La Falange, ubicada en la Alameda, frente al Cerro Santa Lucía. (Para mi orgullo de nieto predilecto, la sala del Consejo de La Falange estaba presidida por una gran fotografía de mi abuelo Gumucio).




La Falange ¿fascistas o compañeros de ruta?

Don Clotario, junto a don Luis Emilio Racabarren han sido los dirigentes sindicales más valientes y comprometidos en la historia de Chile y, como consecuencia de su lealtad a la clase obrera, pasaban más tiempo en la cárcel que en la calle. Uno de los ´mayores defectos que tenía la izquierda en esa época era el “obrerismo”, es decir un exclusivismo de los dirigentes obreros, tanto en los Sindicatos, como en el Partido Comunista. El eje comunista-socialista hizo la vida imposible a don Clotario, y en sus últimos años de vida terminó militando en el MIR.

En 1957 expiró La Falange, y con este Partido, la idea del “vuelo del cóndor” y el grito “juventud chilena adelante”, que pregonaban la necesidad de la unión social y política del pueblo. La Falange se unió al Partido Conservador Socialcristiano, (el del abuelo de los Walker, don Horacio Walker, cuyos descendientes siguen siendo reaccionarios hasta nuestros días). El único dirigente que captó bien el peligro de tal alianza fue Jaime Castillo Velasco, ideólogo y formador de jóvenes idealistas, (sobre todo un gran hípico, al igual que mi padre).

También en este  mismo año tuvo lugar el Congreso Mundial de la Democracia Cristiana, que pretendía competir con la  III Internacional Comunista, la II Socialdemócrata, y la Liberal. Era evidente que estas Internacionales eran aprovechadas para trasladar recursos económicos de los países ricos a los pobres, (en el caso chileno, principalmente de la CDU alemana, dinero que también servía para favorecer las tendencias más derechistas dentro de la Democracia Cristiana latinoamericana).

En este Congreso Mundial participaron personalidades como el jefe del gobierno vasco, José Antonio de Aguirre; el líder del COPEI venezolano, Rafael Caldera; el presidente del Partido Peruano, Héctor Cornejo Chávez; Eduardo Frei Montallva, por Chile, entre otros líderes de la zona.

“Proteste con Gumucio”

El gobierno de Jorge Alessandri se vio forzado a integrar a los radicales a su gabinete ministerial, pero le sirvió de muy poco, pues la inflación continuaba aumentando, así como el descontento popular.

Un hecho fortuito, como fue la muerte del diputado por Curicó, Óscar Naranjo, permitió unas elecciones extraordinarias, en ese entonces, un pequeño pueblo agrícola, y en el verano proliferaban los políticos por sobre el número de habitantes: la derecha llevaba como candidato el  llamado “bolas locas”, Ramírez; la Democracia Cristiana, a Fuenzalida; la izquierda, liderada por Allende, a Óscar Naranjo, hijo. El triunfo de este último, en una zona netamente derechista y agraria, quebró el esquema político, pues la derecha, ante el miedo al comunismo, (que aún dicen sigue “comiéndose las guaguas”), decidió apoyar a Eduardo Frei Montalva, (a este tipo de derechistas se les llamaba FAF, (freístas a la fuerza).

Eduardo Frei Montalva aceptó el apoyo, pero pronunciando una frase para el bronce, muy común en los políticos, “no cambiaría ni una coma en su programa de gobierno”. Frei era el perfecto candidato de “la Alianza para el progreso” del gobierno norteamericano, la CEPAL y los Jesuitas.

La Democracia Cristiana, hay que reconocerlo, captó mejor que la izquierda la realidad chilena y los cambios que deberían implementarse: en primer lugar, venció en las elecciones de Federaciones de estudiantes; realizó una reforma universitaria que permitió una relación más cercana universidad-sociedad, y “las señoras democratacristianas” fueron lo suficientemente inteligentes para apadrinar a sus hermanas de género en las poblaciones marginales, y era divertido el escuchar los ´discursos´ de estas señoras beatas sobre temas como tratar a sus machistas maridos, así como hacer uso de los métodos contraceptivos.

 

La iglesia católica, por su parte, fue fundamental en el triunfo de Eduardo Frei Montalva, (1964): por un lado, se conformó el sector de la izquierda del cristianismo,  que tendría dos héroes en América Latina, el cura “guerrillero”, Camilo Torres, en Colombia, y el Obispo Arnulfo Romero, en El Salvador; además, se formó una red de grupos cristianos de izquierda a través de América Latina, y en Chile, por ejemplo, los llamados “Cristianos por el Socialismo, que se tomaron la Catedral de Santiago; en Argentina, “Cristianos por el Tercer Mundo”, en Colombia, “Golconda”, y así, en la mayoría de los países del área.

(Continuará)

Rafael Luis Gumucio Rivas (El viejo)

09/04/2021

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Historiador y cronista

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