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La conjunción del “amarillismo” y la derecha contra la CC ¿Todo ha sido por nada?

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Un filósofo de la sospecha, señalaba que la fe de algunos creyentes, sobre  presentar a la Creación como una obra perfecta,  llena de gran sabiduría y amor, es cuestionable, al menos por el sentido de que lo perfecto y sabio implica ahorro de esfuerzo y el amor también exige ahorro de sufrimientos, dos elementos que no se perciben en la lógica de la creación en este “valle de lágrimas”.

 

Sabemos que el sufrimiento es parte constitutiva de toda religión, y más de la cristiana. Pero no tiene por qué ser la lógica laica de la política, la que debe  alentar el uso del poder para aliviar la carga y el sufrimiento de los humanos.

 

Entonces, pareciera que la lógica del dogma religioso (el sufrimiento como mecanismo de reivindicación)  fue aplicado a la política, si miramos lo acontecido en el proceso constituyente que vive Chile.

 

Echemos una mirada a los acontecimientos.




 

El 80% del pueblo chileno estuvo desterrado por 50 años de las bondades del “Oasis”, de esa especie de Paraíso, del que fue expulsado con la dictadura cívico militar y que permaneció en el exilio, incluso cuando cambiaron los ángeles tutelares del “Edén” (Concertación).

 

Fueron tantas las miserias vividas por ese pueblo y tanto el olvido y distancia de los ángeles custodios, que esta humillada humanidad se rebeló de manera levantisca y amenazante.

Entonces los asustados y sorprendidos ángeles custodios se dignaron ofrecer una oportunidad de reivindicar las demandas, mediante un ejercicio de construcción de sus propias reglas. Es decir idear su propio “Paraíso”. A esto le llamaron Convención Constitucional.

 

Pero a este ejercicio le pusieron ciertas reglas o “pruebas”, pues para llegar a la residencia Celestial, las religiones exigen pasar por un Purgatorio. Entonces se les somete a la regla de 2/3 y a terminar ese constructo en 9 meses y con gracia de tres meses más. Se les niegan los recursos para actuar y se les somete a la tortura del descrédito, del desprecio, el escarnio y del infundio. Todos los ejércitos luciferinos comienzan a ejercer sus torturas mediáticas de manera sistemática y sin límites (se acusa que las huestes del “amarillismo” gastaron varios millones de dólares en financiar estas campañas alevosas). Los corifeos de la tragedia estuvieron voz en cuello cantando anticipadamente las fatalidades de la nueva Constitución.

 

Sin embargo, se superó la prueba de los 2/3, con holgura; se superó la cláusula del tiempo exigido, pero el salto del Purgatorio al primer círculo del Edén no estaba asegurado.

 

Ahora, llegado el momento de planificar las puesta en marcha de los articulados consagrados en la Nueva Carta, surge el problema de quién y cómo se va a  administrar la institucionalización de lo decidido soberanamente en esta lid legislativa.

 

Entonces los “ángeles custodios” de la vieja institucionalidad, resuelven ser ellos los que definan el cómo, el cuándo y el dónde se aplicarán las normas. SER y Tiempo, decía Heidegger, conforman los dos elementos del humano quehacer…y de ambos se apropian estos filósofos del SER y del Poder (poder que vienen representando hace rato lo que quedó atrás, en la carreta aletargada del pasado), y del Ser corrompido y envejecido en su decadencia. También se apropian del TIEMPO, pues ellos pretenden ahora parar el proceso reivindicativo. Como si todo hubiese sido un distractivo, un juego de mentirillas, de esos que se imponen a los niños descontentadizos para calmarlos un rato.

 

Como los manipuladores del poder, sacan siempre desde la chistera, cantidad impresionante de artilugios, ahora se les antoja que es el viejo Congreso, ese desacreditado hasta las heces, quien debe ordenar lo que se hará o no se hará con la Constitución. También definirán los tiempos que se tomarán para encarnarlos.

 

Si se permite esta jugada amarillista, simplemente modificarán tanto la letra y el espíritu de la Constitución manifiesta, y alargarán tanto los tiempos de su aplicación, que llegará un momento en que se borre de la memoria de los chilenos que hubo un acto democrático que dio respuestas  a un diversidad de demandas, y también se confundirán tanto las resoluciones que ya nadie podrá decir con claridad qué fue lo que se escribió en el texto original.

 

El pueblo está a punto de ser burlado de manera grosera por los burladores de siempre. Si no se moviliza la sociedad en las calles, habremos desplegado una energía enorme, para nada.

La lógica gatopardiana de la vieja Concertación habrá triunfado nuevamente y tendremos un país y un pueblo aplastado por la desesperanza, pero también tendremos una sociedad sometida a la peor de las violencias, esa que surge del nihilismo forzado, ese que se expresa sin miramiento a la autoridad  ni a las normas básicas del respeto. Ahí sí que la CAM tendría razón en desafiar por la vía fáctica a la sociedad del fraude.

Se deben renovar todas las autoridades y se deben adelantar por decretos ley las normativas que vayan habilitando la nueva institucionalidad. Es mentira -como lo aclaró el Contralor- que los decretos leyes temporales queden expuestos a la arbitrariedad del gobernante, pues tienen la tutoría y control de la corte  suprema y de la misma contraloría, siendo una facultad específica, acotada y temporal.

Los que se oponen a estos avances, pretenden paralizar el proceso por la vía burocrática y permanecer en sus privilegios por el tiempo que puedan, si el pueblo se lo deja pasar. La normativa del decreto con fuerza de ley está en esta Constitución y en la del 25 también.

Lo urgente es adelantar rápidamente los cambios ordenados en la Constitución, sin mediaciones espurias, pues sabemos que hasta pueden modificar lo que la nueva Constitución  establece, con la conjunción del “amarillismo” y la derecha.

Esta parece ser la “alternativa” o “la otra vía” planificada por los que se oponen a cambiar el modelo, gane o se rechace en el plebiscito de salida.

Quieren mantener un Congreso con las correlaciones actuales, cuando sabemos que eso significa la parálisis del gobierno y de la implementación de la nueva Carta Magna.

El gobierno actual cree poder negociar con esta mafiosa forma de manipular a los chilenos, que han ostentado por medio siglo. Están los socialistas y otros chantajeando al gobierno de Boric, por tener una votación bisagra en el Parlamento.

Si queda en manos del actual Congreso, lo esperable es que las normas importantes, que disgustan a la Concertación amarilla y a la derecha queden empantanadas y la respuesta de la gente no se dejará esperar, como pretenden estos diletantes del poder. La desacreditada institucionalidad existente se irá a la basura, entonces las formas de rebelión serán impredecibles.

Se está jugando con fuego; pero la cabra siempre tira para el monte y árbol que crece torcido, ya no se endereza.

El gobierno debe presionar con fuerza, esa fuerza moral que llega al extremo de renunciar a ejercer el gobierno si las cosas se mantienen en este nivel de contumaz irracionalidad.

 

Por Hugo Latorre Fuenzalida

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  1. Felipe+Portales says:

    Ciertamente que no hay que hacerse mayores expectativas. En la medida que la «izquierda» aceptó la legitimidad del antidemocrático quórum de los dos tercios ya tenía perdido el «partido». Una cosa era aceptar ir a las elecciones, pero denunciando al mismo tiempo -y con fuerza- el fraude de los dos tercios. Y otra, muy distinta, era ir a las elecciones ¡aceptando como propio dicho quórum fraudulento, calificándolo como positivo -igual que las dos derechas- con la peregrina idea de que «aseguraba» una Constitución más representativa y estable!… Tanto, que incluso el sorprendente y excelente resultado de la elección de convencionales de mayo del año pasado no sirvió de mucho en la medida que las dos derechas alcanzaron a rasguñar el tercio. ¡Y vaya que lo han hecho sentir respecto del cobre, del litio, del derecho de propiedad y de otras materias de alta importancia! Pero sin duda que lo peor ha sido la resistencia «socialista» a acabar con el Senado, forzando a la mayoría progresista a ir asignándole cada vez más prerrogativas, terminando así con la idea inicial del bicameralismo asimétrico. Y lo que ya desafía la imaginación más desbordante es el aprontarse a ¡permitir que los senadores actuales (casi la mitad de los cuales fueron electos en 2017, dos años antes que la revuelta de octubre de 2019…) continúen hasta 2026! Esto no sólo constituye algo absurdo e inédito en la historia constitucional mundial, sino que además le permitirá a los dos tercios que tienen las dos derechas en el Congreso cambiar (¡de acuerdo al Artículo 78 del Borrador!) la nueva Constitución en sus líneas esenciales (¡sin que lo impida un eventual nuevo quórum de 2/3 para toda la Constitución!) e impedir por cuatro años toda transformación de las leyes para aplicar lo que pueda quedar de la nueva Constitución…

  2. Nestor R Marin, Ph.D Agricultural Science, Phytopathologist, says:

    Hugo Latorre F., ha hecho un plantiemento (exposicion) muy triste, dentro de todas las posibilidades que existen. pero Hugo, lo ha hecho en forma muy pesimista, y en el peor de los casos, considerando que en nuestro pais hay tanta corrupcion, y se pueden identificar a los mas descarados, a los mas sinverguenzas y traicioneros, corruptos por donde se les mire, que todo puede suceder. Pero en las condiciones por las que estamos pasando, donde hay un pueble tremendamente expectante, que no va a querer tranzar con ninguno que practique una politica degenerada al maximo. Desafortunadamente ha ocurrido un fenomeno dentro de los Socialistas; como fue posible que este partido, que tuvo una gran participacion en el pasado, ahora, parte de ellos esten como un fantasma, poniendo en riesgo el futuro del pueblo Chileno que se ha levantado, pidiendo justicia y cambios que se estan logrando.
    En Septiembre, ganara con mucho margen el «Apruebo», y todos los que actuaron en forma traicionera, se lamentaran, hasta el resto de sus vidas. Despues del «Apruebo», el gobierno no debera dar ninguna oportunidad de negociar, con nadie, cerrar todas las puertas, y empezar a gobernar de una vez por todas, bajo la Nueva Constitucion !!!!!!

  3. Gino Vallega says:

    La votación de septiembre debe ganarse con propiedad y botar a los amarillos y concertacionistas derechistas del camino futuro.

  4. Germán F. Westphal says:

    Lo que ocurre es que el proyecto de nueva Constitución excluye mayoritariamente los intereses de quienes detentan una cuota importante del poder político y económico del país. Electoralmente, esta fuerza representa un 44% de la ciudadanía que fue derrotada con Kast a la cabeza en el último balotaje, pero que no por ello deja de ser significativa. Además, no es improbable que se le sume la centro-derecha y parte de la tal llamada «centro izquierda» que no votó por Boric sino que contra el extremista Kast en el balotaje. Por tanto, el movimiento a favor del rechazo y «el apruebo para reformar» es cosistente con esto y perfectamente esperable. En estas circunstancias, es perfectamente predecible que si el 4 de septiembre se aprueba la nueva Constitución, ésta va a terminar siendo negociada a nivel del Congreso en cuanto a las leyes que la implementen y la reforma de algunos de sus capítulos.

  5. Juan Cordova says:

    Hugo Bien negro el panorama que tu describes, negro y de miedo.
    El Pueblo Chileno no debe tranzar con nadie.
    Es el Pueblo, por El Pueblo y Para el Pueblo, parafraseando la frase olvidada por los hermanos de Estados Unidos, es El Pueblo quien decidirá y lo hará en el Plebiscito de Septiembre proximo, en una fecha que trae muchos recuerdos: En esa fecha votamos por Presidente y GANAMOS CON SALVADOR ALLENDE.
    Lo que se debe decir es que todo el Pueblo de Chile vote en Septiembre, y así se demostrara de una vez por todas que la Derecha es MINORIA, y Punto.

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