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Exministros y ministras de la Concertación contra el Plan B para reformar la actual constitución

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Declaración frente al llamado “plan B”

 

Frente a la propuesta de reforma constitucional anunciada por algunos senadores, respaldada públicamente por la Derecha, iniciativa que parlamentarios de distintos signos han denominado un “plan B” para el Plebiscito sobre la nueva constitución que el pueblo chileno votará el 4 de septiembre próximo, exministros y ministras de la Concertación han levantado una declaración de repudio por la citada iniciativa.

 

1.- La nueva constitución que se va a plebiscitar es fruto de un proceso democrático y participativo único en nuestra historia. Nunca antes una constitución política ha tenido un origen tan democrático como la nueva constitución que votaremos el 4 de septiembre próximo. Además, el proceso constitucional que estamos viviendo fue la opción democrática suscrita por un amplio abanico de fuerzas políticas, para dar cauce institucional a las exigencias y demandas de vastos sectores de la sociedad que se movilizaron a partir del 18 de octubre del 2019. Justamente, ese contexto de movilizaciones y demandas explica el Acuerdo del 15 de noviembre de 2019 para realizar una reforma constitucional y convocar al país a un plebiscito para decidir si mantener la constitución del 80 o crear una nueva; y casi un 80% del electorado se pronunció en ese plebiscito rechazando la constitución de Pinochet.

 

2.- Existen sólo dos alternativas disponibles en virtud del Acuerdo Constitucional del 15 de noviembre del 2019, la reforma constitucional realizada y el Plebiscito del 25 de octubre del 2020: Aprobar o Rechazar el texto de nueva constitución que proponga la Convención Constitucional para el plebiscito del 4 de septiembre. Ambas alternativas fueron habilitadas por el Acuerdo. No hay una tercera alternativa porque no fue planteada en la reforma constitucional que posibilitó el plebiscito de salida. En consecuencia, el plan B es un espejismo y no tiene ningún sustento jurídico ni político.




 

3.- La reforma constitucional anunciada por algunos senadores para rebajar ahora los quorum de la Constitución del 80 con el supuesto propósito de su reforma, es una ficción extemporánea de la derecha que ya acordó votar por el Rechazo al nuevo texto constitucional, y que confunde al país, le permite recuperar su poder de veto, y mostrarse proclive a los cambios, pero siempre que se mantengan los elementos centrales de la constitución del ‘80, y específicamente el modelo económico que fue el causante de los abusos y desigualdades que gatillaron el estallido social. Cambiar los quórums para reformar la actual constitución de la dictadura implica dejar subsistente dicha constitución respecto a la cual, la ciudadanía en forma abrumadora se manifestó en contra en el plebiscito de octubre del 2020.

 

4.- El plan B no es una opción real. La ciudadanía quiere pronunciarse sobre alternativas claras y concretas y no sobre acuerdos cupulares respecto a una constitución que ya está muerta y cuyo texto no pudo ser modificado de manera sustancial durante treinta años.

 

 

5.- El llamado plan B pretende confundir a la ciudadanía al no separar el proceso de la Convención, que tuvo fallas y desaciertos, respecto al texto constitucional que se va a plebiscitar. Naturalmente siempre es posible mejorar determinados aspectos del texto constitucional, pero esto debe hacerse de cara al país y una vez que la soberanía se haya pronunciado aprobando dicho texto.

 

Yasna Provoste

 

Francisco Huenchumilla

 

Cecilia Valdés

 

Claudia Pizarro

 

Alejandra Krauss

 

Rodolfo Seguel

 

Nicolás Eyzaguirre

 

Fanny Pollarolo

 

Ricardo Núñez

 

Osvaldo Andrade

 

Adriana Muñoz

 

Clarisa Hardy

 

Luis Maira

 

Claudia Serrano

 

Marcelo Mena

 

Pablo Squella

 

Carlos Eduardo Mena

 

Sergio Aguiló

 

María Antonieta Saa

 

Víctor Barrueto

 

Francisco Vidal

 

Álvaro Ramis

 

Nivia Palma

 

Juan Claudio Reyes

 

 

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  1. Germán F. Westphal says:

    Gracias, don Serafín! Usted ha hecho bien! Para seguir con el tema, también cabe destacar que el origen democrático de la CC no está en cuestión como tampoco el carácter democrático de sus acuerdos. De la misma manera, tampoco está en cuestión que la decisión formal del plebiscito de salida es aprobar o rechazar la propuesta de la CC y que el plebiscito no contempla un Plan B, como se ha dado en llamarlo. Sin embargo lo cierto es que esto oculta la desconformidad transversal y mayoritaria con la propuesta, lo cual reclama y justifica un Plan B. Lo grave de esto es que dado el diseño del plebiscito de salida esta desconformidad va a permanecer oculta y va a dar lugar a posturas extremas y sin base real como la que se expresa interesadamente en la declaración en comento. Lo auténticamente democrático es reconocer dicha desconformidad y decidir cómo se le puede dar la mejor satisfacción posible a fin de evitar confrontaciones innecesarias e inconducentes.

  2. Serafín Rodríguez says:

    El problema del que adolece esta declaración es que desconoce el hecho de que la desconformidad con la propuesta de nueva Constitución está instalada incluso entre quienes votarían por el Apruebo el 4/S según la encuesta CADEM. Dicho porcentaje es un 34% de los encuestados. Si a este porcentaje se suma el 28% de los encuestados que votarían por el Rechazo dispuestos a aprobar una nueva Constitución, el total de encuestados desconformes con la propuesta de la CC es un 62% de los encuestados. Si este porcentaje efectivamente corresponde al conjunto de la ciudadanía, estaría claro qe el problema de fondo no es aprobar o rechazar a rajatabla sino que dentro de ambas posturas hay una fuerte desconformidad con la propuesta de la CC, algo que no se va a reflejar en el resultado del plebiscito del 4/S, lo cual va a dar lugar a falsas controversias y tomas de posiciones extremas y espurias,

    Ver en este medio la nota “Encuesta Cadem: Apruebo y rechazo bajan, mientras indecisos aumentan” y el comentario que he agregado a ella:

    https://www.elclarin.cl/2022/06/13/encuesta-cadem-apruebo-y-rechazo-bajan-mientras-indecisos-aumentan/

    • Serafín Rodríguez says:

      Este comentario es de don Germán Westpal y lo he copiado y pegado aquí pues aparentemente se equivocó al incluirlo al pie de otro artículo. Espero haber hecho ben.

  3. Felipe+Portales says:

    Efectivamente. El punto es que la derecha más tradicional ni siquiera quiere entregarle un triunfo simbólico a quienes posan de progresistas. ¡Son bien mal agradecidos! Después que les legitimaron, consolidaron y «perfeccionaron» el modelo económico, social y cultural que dejó la dictadura a través de sus sucesivos gobiernos en 20 años (Algo que, por cierto, no podían haber hecho ni Pinochet ni la «derecha» después de 1990). Después que les legitimaron la Constitución del 80 en 2005 (como hoy todos lo reconocen implícitamente). Después que el 15 de noviembre de 2019 estuvieron dispuestos a entregarle el pleno control de una «asamblea constituyente» al regalarle el previsible poder de veto del tercio. Y después que les están regalando ahora un seguro poder de veto respecto de la aprobación de leyes que concreticen (¡desnaturalizándola!) la nueva Constitución. En verdad, ¡son bien malagradecidos!

  4. Serafín Rodríguez says:

    Declaraciones más, declaraciones menos, independientemente del resultado del 4/S, la Constitución que regirá en Chile a partir de marzo del 2026 no será exactamente la que va a propoer la CC ni la actualmente vigente, con a sin Plan B, C o D!

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