Un memorial para Diana Aron: este sábado se descubrirá un monolito en Ñuñoa en su recuerdo
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Este sábado 16 de marzo a las 18 horas se descubrirá un monolito memorial a Diana Frida Aron Svigilsky en Plaza Fanor Blanco (Hamburgo con Emilia Téllez) del barrio de Ñuñoa donde la joven periodista vivió y a poca distancia del lugar donde fue detenida y desparecida hace casi 50 años atrás. El memorial es un proyecto gestionado por la Agrupación Judía Diana Aron (AJDA) que cuenta con el reconocimiento de parte del Consejo de Monumentos Nacionales y el apoyo de la Municipalidad de Ñuñoa.
En la ocasión, se dirigirán al público Emilia Ríos, la Alcaldesa de la Municipalidad de Ñuñoa, la psicóloga Ana María Arón, hermana de Diana, y María Loreto Rebolledo, decana de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, que fue amiga cercana de Diana. La cantautora Cecilia Concha Laborde acompañará la actividad con su música. El acto inaugural cuenta también con la colaboración del Parque por la Paz Villa Grimaldi, el Colegio de Periodistas y el Sitio de Memoria Clínica Santa Lucía.
A sus 24 años, Diana Aron Sigilisky, que llevaba un embarazo de 3 meses, fue una mujer asertiva y carismática de ideas claras tanto en las reuniones de pauta de periodista como también en la dirección política del MIR. El 18 de noviembre de 1974 fue secuestrada por agentes de la DINA en la esquina de calle Emilia Téllez con Avenida Ossa. El destino que le aguardaba el aparato represivo de la dictadura incluía Villa Grimaldi, donde fue sometida a tratos crueles y un recinto de calle Santa Lucía conocido como ”clínica” de la DINA, antes de darle muerte en circunstancias y en un paradero aún desconocidos.
Hace tres años que AJDA inició el proceso de gestión, diseño y planificación de un hito de memoria para honrar a quien es un faro para la organización judía progresista. Integrantes de AJDA han participado activamente en la Mesa de la Ruta de la Memoria convocada por la Municipalidad de Ñuñoa.
Sobre la relevancia del memorial, Alejandro Ancalao, el jefe del Departamento de Patrimonio de Ñuñoa, comenta: “No es solamente la construcción de un monumento; es la recuperación de la dignidad arrebatada y secuestrada. Marcar el espacio de nuestra comuna es reconocer la tragedia que marcó nuestra historia. Es un acto de reparación y homenaje a Diana Aron como mujer, como trabajadora y como vecina de nuestra comuna”.
El elocuente diseño de la arquitecta Estelí Slachevsky consiste en un monolito bifurcado. Atravesado por una brecha, representa el desgarramiento de la sociedad y la ausencia palpable de Diana, como detenida forzosamente desaparecida. El material orgánico que crecerá en sus huecos invocará la persistencia de la memoria. Sobre la faz superior del monolito se instalará la imagen de Diana realizada en la técnica de pintura sobre cerámica por el artista visual Carlos Lizama, que forma parte de la directiva de la APECH (Asociación de Pintores y Escultores de Chile).
El proyecto ha sido enteramente auto-gestionado y cada aspecto – desde la labor de la arquitecta, del artista y quienes construyeron la estructura de hormigón- fue realizado solidariamente, motivado solo por identificarse con los valores éticos que representa Diana Arón, su compromiso con una sociedad más justa y la exigencia por mantener viva la memoria.
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