
¿Realmente Donald Trump busca la Paz para Ucrania?
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El Presidente de los EEUU dice desde antes de su elección de que desea la Paz para Ucrania. Guerra que ha dicho terminaría en un día, plazo que ha ido cambiando con el pasar de los días, pero que hoy la pone de urgencia. Dice que desea terminar esa guerra ahora. Se lamenta a diario de los cientos de miles de muertos en una guerra donde su país, a través de la OTAN, ha sido derrotado. Derrota reconocida por el Pentágono y la Casa Blanca. De allí que no quede otro camino que negociar la paz.
Según las diarias declaraciones de las nuevas autoridades norteamericanas, pareciera que ellos no tuvieron nada que ver con esta guerra. La culpa sería del gobierno del ex-Presidente Biden. No se reconocen culpables de nada. Con ellos, dijeron, comienza la edad de oro de EEUU.
Enunciando su política exterior, pareciera que cambia toda la agenda geoestratégica de EEUU. Esto no es bien así. Han ciertamente cambiado las formas de la diplomacia. Pero su estrategia principal de continuar a ser la potencia dominante en el mundo es la misma. Ahora luchando para mantener su lugar de número uno, dado que su papel hegemónico es hoy contestado. El enemigo principal estratégico continua siendo China. Y tienen razón. Esta los ha derrotado en el plano económico y tecnológico[i]. Rusia no lo es, a pesar de ser hoy la principal potencia militar mundial al menos en el campo de las armas convencionales. Sin embargo en su estrategia, así como era y es importante mantener a Rusia separada de Alemania, también lo es y más aún mantenerla separada de China. Y para esto, nada mejor que ser “amigos” de Rusia pretendiendo en ese proceso de separarla de China. Algo casi imposible pero que piensan deben intentar.
La OTAN continúa siendo el brazo armado de la diplomacia de EEUU. El país sigue siendo dominado por un puñado de enormes empresas multinacionales. Las que estaban antes de Trump y otras que se han sumado al carro de la victoria, donde destacan hoy las empresas digitales. El complejo militar-industrial, siempre tan importante en la política exterior del país del Norte, no cambia.
Reconoce Marco Rubio, Secretario de Estado de Trump, explícitamente que vivimos en un mundo multipolar, también declara que los EEUU sigue siendo la principal potencia mundial. Y es verdad. Su moneda todavía es mayoritaria en los intercambios internacionales, y las instituciones que permiten los intercambios tales como el sistema SWIFT y CHIP son determinantes. Lo que representa un porcentaje muy importante del PIB norteamericano. Ellos pretenden continuar siendo ese actor fundamental en los intercambios internacionales.
Todo esto continuará después que haya terminado la guerra en Ucrania. Cuando esta se haya rendido, Rusia anexará las regiones ganadas en el campo de batalla y conseguido la neutralidad de esta.
De modo que lo esencial de la diplomacia norteamericana sigue teniendo la misma agenda de siempre.
Reconociendo que ha perdido una batalla, pero no la guerra, EEUU se plantea modernizar sus FFAA las que, de omnipotentes después de la Segunda Guerra Mundial, han quedado casi obsoletas frente al nuevo desarrollo de las tecnologías de la maquinaria de guerra. La electrónica, los sistemas de control y la informática han revolucionado la economía mundial. También el arte de la guerra. Es en este contexto que el anuncio no confirmado sobre el retiro de tropas norteamericanas instaladas en Europa y otras regiones ha producido alegría en algunos comentaristas pensando que los EEUU han decidido dejar de ser el guardián del mundo. Nada más lejos de la realidad. Se trata solamente de modernizar las FFAA porque cambió toda la tecnología y con ella la estrategia y táctica militar. No significa que EEUU se retire militarmente del teatro mundial. Se trata de tener contingentes más pequeños, más eficientes y eficaces y solamente donde es necesario.
¿Qué es lo que ha cambiado entonces?
Desde luego la forma. La retórica de Trump no es precisamente aquella de la diplomacia tradicional. Diplomacia que está siendo reemplazada por el lenguaje de la política comercial. El lenguaje que conoce el empresario inmobiliario Donald Trump. Pocas veces el lenguaje diplomático, que endulza con amaneradas palabras la realidad del poder militar y político se había visto brutalmente reemplazado por el lenguaje comercial puro y duro. Solo negocios, ganancias y pérdidas. La que va de acuerdo con el modelo neoliberal del Capitalismo.
Un ejemplo de la política como negocio es el que hoy la Casa Blanca le pasa la factura a Ucrania hablando de la “inversión” que hizo en ese negocio. El negocio no funcionó pero se cobra igual. Más de 200 billones de dólares “invertidos”. La cifra varia de acuerdo con la situación del cliente. En la última reunión fracasada con Zelensky del 28/2 se habló de 350 billones. Inicialmente se había hablado de 500 billones. Como cualquier discusión de negocios, las cifras no son reales sino apenas argumentos que hacen parte de la negociación.
Otro ejemplo de esta óptica es la propuesta de anexar Canadá. Desde el punto de vista comercial, esto es como adquirir una empresa más pequeña por parte de una más grande con todos los beneficios que esto supone para mejor posicionarse en el mercado.
¿Trump busca realmente con urgencia la paz en Ucrania?
La guerra de Ucrania fue planificada, organizada y apoyada logísticamente por EEUU. Se sabía positivamente que esta era y es todavía una guerra que no se podía ganar. Esto último es clave para tratar de entender lo que realmente se persigue. Tras la derrota y un millón de muertos, se le exige a esta entregar sus valiosos recursos naturales como pago por la ayuda fallida. Sin ofrecer protección militar como seguridad que pide Ucrania. Dado que esta no acepta el negocio, al menos este, se decide congelar toda ayuda militar pero solo temporalmente, incluida posteriormente la fundamental información por satélite. Cuando Ucrania se decida a firmar la entrega de sus recursos a EEUU, entonces la ayuda militar puede volver nuevamente ha dicho Trump. Con esta declaración el supuestamente ansiado fin de la guerra queda completamente en entredicho. Porque si Ucrania finalmente firma el contrato con EEUU -y todo indica que no tiene otra alternativa – entonces la guerra puede continuar. Lo que muestra un personaje que nos dice por un lado que le importan mucho los miles de muertos diarios en el campo de batalla y quiere terminar la guerra cuanto antes. Por la otra está dispuesto a seguir vendiendo armas de modo que continúe la masacre. ¿Cómo es posible pensar que Trump busca genuinamente ahora el fin de la guerra como dice?
EEUU y Rusia discuten de otros negocios en sus negociaciones actuales. Se engañan quienes creen que la prioridad en estas reuniones es acordar el fin de la guerra en Ucrania. Discuten sobre sus relaciones diplomáticas y políticas prácticamente rotas durante los últimos tres años. Sobre todo discuten de la seguridad colectiva que exige Rusia. No solo es cuestión de tener una Ucrania neutral fuera de la OTAN. Se trata de una seguridad colectiva y permanente desde los Urales hasta Lisboa. La misma que reclamaba Gorvachov en 1991. En algún momento deberán por esto participar también los europeos para ratificarlo. Discuten también sobre la devolución a Rusia de los $USD 300.000.000 bloqueados en bancos occidentales. Además Rusia pide el levantamiento de más de 19.000 (si, diez y nueve mil) sanciones aplicadas que dañan la economía rusa. Negocios como se ve.
Hasta hoy y pasados dos meses desde que asumió Trump, no hay ninguna propuesta concreta de paz sobre la mesa. Se habla tal vez de una tregua. Si llegamos a abril y todavía no hay nada concreto, será señal inequívoca que para Trump lo de Ucrania no es prioritario. Ucrania nunca ha sido una cuestión estratégica para EEUU. En el tablero de la geopolítica mundial es totalmente irrelevante.
Eventualmente la guerra tendrá que terminar como dijimos, una vez Rusia haya conseguido sus objetivos. Pero no será ciertamente en los términos y plazos que desea Trump. Y en este capítulo ni hablar de Europa. Ellos se apuntan a la guerra. Al menos eso parece por ahora.
¿Se romperá la relación de la UE con EEUU y con ello desaparecer la OTAN?
Algunos creen ver en la aparente actual disputa de Europa (la Unión Europea (UE) + Reino Unido) con EEUU un distanciamiento entre estos. Los más entusiastas creen ver también que este será el fin de la OTAN. Nada más lejos de los objetivos de EEUU no disponer de su brazo armado para su política exterior. Siempre ha sido así. La Historia lo confirma. Las agresiones que hace EEUU en el mundo necesitan de aliados que apoyen y ayuden a justificar lo injustificable. La OTAN sirve para eso y ayudar en el costo de la guerra. Los europeos han seguido la política exterior de EEUU, incluyendo el apoyo al criminal Netanyahu en el genocidio en Palestina. Esto es así porque la UE es en buena medida la obra de EEUU. Terminada la Segunda Guerra Mundial fueron estos, utilizando entre otras herramientas el conocido Plan Marshall los que ayudaron a levantar la destruida economía europea. El gran triunfo estuvo en que las empresas norteamericanas pasaron a instalarse en fuerza en el Viejo Continente. Recomiendo leer el famoso ensayo del político y periodista francés Jean Jacques Servan-Schreiber (“El Desafío Americano”, 1967) donde se explica este proceso en detalle y lo que significó para Europa de ahí en adelante.
Política y diplomáticamente desde entonces, con una Europa ocupada militarmente hasta hoy por miles de tropas estadounidenses, la UE ha seguido casi siempre la política de EEUU y su brazo militar la OTAN, donde están todos los países europeos incluido el Reino Unido, socio fiel desde siempre de los norteamericanos, tanto como lo es Israel en el Medio Oriente. O más. No hay ningún motivo que justifique a los ojos de EEUU terminar con la OTAN. Si Trump decidiera unilateralmente terminar con ella, significaría efectivamente una buena señal para buscar la Paz en el mundo. ¿Porqué entonces no lo ha hecho? Es una decisión que la puede tomar en un minuto. Pero no lo ha hecho. ¿Es así que se busca la paz? Lo que él dice de la OTAN es otra cosa distinta. Los socios europeos de la alianza deben gastar más dinero en su manutención. Punto. Esta es objetivamente otra señal de que Trump no busca realmente la paz con Rusia. Se trata de recomponer fuerzas y prepararse mejor para la próxima vez. Porque una vez armada Europa, no tengamos dudas que continuará la guerra contra Rusia vía la OTAN, rol que hasta ahora cumplió Ucrania. La UE declara en voz alta que está en peligro. Que debe defenderse. Que Rusia es el enemigo. No ha dicho una palabra sobre terminar la guerra en Ucrania en su última reunión de inicios de Marzo. Una actitud guerrera que nada tiene que ver con la Paz. Difícil de creer que para esto Europa no cuente con la anuencia de la potencia que ha seguido los últimos 70 años. Trump no solo no se ha opuesto a esta política guerrera. El, pendiente siempre de los negocios, les dice que deben armarse, pero comprando armas al complejo militar-industrial de su país. ¿Paz? ¿Cual Paz?
¿EEUU y Rusia amigos?
El “reset” del que habla EEUU para normalizar relaciones con el oso ruso no es más que otro episodio en la ya larga lista de “resets” que se han hecho con Rusia en el pasado. Con Obama por ejemplo había sido la última vez. Solo se trata ahora de recular después de haber perdido la batalla de Ucrania, entendiendo que será preciso armarse en términos modernos para poder competir con la maquinaria militar rusa en el futuro, hoy invencible[ii]. De modo que la estrategia de EEUU en este punto con Rusia sigue su curso. Pretende de manera diplomática “hacerse amigos” dando a Rusia lo que esta quiera en Ucrania. Y con esto separarla de China. Olvida los tratados estratégicos entre esos países. Más todavía, olvida que Rusia y China saben que si EEUU derrota a una vendrá luego por la otra.
La misión de EEUU para Europa
La tarea actual que le deja EEUU a Europa la ha explicado en detalle el Secretario de Defensa Pete Hegseth en un discurso en Febrero pasado. Se trata de hacer una división del trabajo con los socios europeos ha dicho. Ellos se encargarán ahora de Rusia para lo cual deben gastar más dinero en armamento. EEUU se volcaría a China. EEUU espera que el Primer Ministro británico Keir Starmer dirija el lote de la OTAN europea. Para esto es que él y posteriormente su Ministro de Defensa han viajado a Washington muy recientemente.
Claro, está siempre Macron quien pretende ser la cabeza del pelotón, para lo cual no tiene problema hoy en amenazar con guerra atómica a Rusia. Digamos a este respecto que toda la prensa occidental siempre nos está diciendo que Rusia amenaza y provoca permanentemente. De la amenaza de Macron no dirán que es una amenaza. Está prohibido decirlo en Europa en todo caso.
Los actuales dirigentes europeos siempre dispuestos a servir los intereses norteamericanos, han recogido de inmediato la propuesta de EEUU. Piensan tal vez salir de la crisis económica emitiendo millones en deuda pública para el desarrollo armamentista. Y con esto tener crecimiento económico desaparecido hace años. Se proponen gastar hasta $USD 800.000.000.
El complejo militar-industrial, el gran vencedor en todos los tableros.
Un ganador sin duda en todo esto es el complejo militar-industrial europeo además del estadounidense.
Y decimos complejo europeo aunque la realidad es otra. Parte importante del complejo militar industrial europeo tiene participación accionaria de empresas norteamericanas. La compañía Rheinhmetall, la mayor de Alemania y la UE con sede en Dusseldorf por ejemplo, tiene participación de accionistas de EEUU en un 37% y un 23% de accionistas “otros privados” donde hay también empresas de EEUU[iii]. Encontramos allí entre otras a los conocidos Goldman Sachs, BlackRock, Morgan Stanley, Bank of America y otros pesos pesados de las empresas y bancos norteamericanos[iv].
Este gigante de la fabricación de municiones, morteros y otros tiene filiales en Africa del Sur, India y varios otros países en parcerías de diferentes tipos. Vende armas a Ucrania y a Rusia entre muchos otros[v].
La presencia de empresas norteamericanas grandes en el tejido empresarial de Europa no debe sorprender a nadie. Están allí desde la Segunda Guerra Mundial como indicamos arriba. Presencia asegurada por la presencia permanente de miles de tropas hasta hoy, principalmente en Alemania.
El complejo militar-industrial es el gran vencedor. Y los pueblos europeos, sus trabajadores, particularmente Ucrania los grandes perdedores. Porque será con deuda y dinero de los contribuyentes que se enriquecerá aún mas a las empresas de armamentos. Y esto, en unos EEUU y Europa donde los pobres viven con muchas dificultades materiales[vi].
El siguiente cuadro muestra las ganancias proyectadas de la empresa alemana de armamentos Rheinmetall. Sin mayores comentarios.
https://www.marketscreener.com/quote/stock/RHEINMETALL-AG-436527/consensus-revisions/
La rusofobia y el miedo como arma para convencer la población de que la guerra es inminente
¿Algún democrático gobierno europeo ha preguntado a su población si desean más pobreza porque hay que gastar el dinero en armamentos? ¿Si desean continuar la guerra en Ucrania? Ninguno. La Comisión Europea, esa entelequia democrática de acuerdos entre gobiernos, sin Constitución para regirla, toma sus decisiones de manera autoritaria y sin consultar a nadie. Argumenta que ese demonio de Putin no parará hasta llegar con sus tanques hasta Lisboa, argumento falso que se repite y para el cual no existe ni una sola prueba concreta. Ninguna. Pero que de tanto que se repite, muchos europeos que solo reciben la información oficial mediante una gigantesca campaña de desinformación, creen que serán efectivamente invadidos. Y como con un demonio no se puede negociar nada, entonces solo queda el camino de la guerra. Y con ello se justifica gastar billones en armamento. La enormemente falsa analogía de comparar a Putin con Hitler consigue este efecto. El odio a todo lo ruso es patente hoy en Europa. Los países bálticos por ejemplo acaban de terminar con el barato suministro de energía eléctrica que les llegaba desde Rusia. Han hecho una fiesta para celebrarlo. Pagarán ahora cuatro o cinco veces más cara la factura de energía. Pero están felices por no depender del demonio ruso. Toda propaganda en exceso crea en muchos un fanatismo ciego e irracional. Y los gobiernos y sus sistemas de desinformación son peritos en esta materia de engañar a los Pueblos.
Hoy el demonio es Putin. Mañana será segurante Xi Jinping.
El neoliberalismo aplicado a escala planetaria
Vivimos una nueva época de las relaciones internacionales donde los organismos internacionales pierden cada día respeto y autoridad. El neoliberalismo ha terminado con el Estado del Bienestar en los países individualmente considerados. Congruente con eso, ahora la ultra-derecha con Trump a la cabeza pretende hacerlo extensivo en el mundo de las relaciones internacionales. Los organismos internacionales no interesan en los negocios. No tienen sentido los organismos de la ONU dedicados a la ayuda a los pueblos más pobres, o a sus instituciones de Justicia. Mucho menos el respeto por algunas normas elementales de convivencia. La OMS, la UNICEF, la FAO, o el Tribunal Penal de Justicia o la defensa de los DDHH solo son un gasto y su diplomacia lenta y burocrática un problema para los negocios. Igualmente es una traba la Defensa del Ambiente la que ponen en duda o niegan derechamente. De allí los ataques a dichas instituciones. El fin de la USAID de EEUU, si bien es cierto era muchas veces utilizada como pantalla por la CIA para cometer tropelías en todo el mundo, también prestaba alguna ayuda humanitaria. Su fin decidido el primer día del gobierno de Trump nos dice cual es su filosofía política. Un ultra-derechista con todos los visos del autoritarismo propio de esa ideología. En su mundo no hay reglas sino oportunidades de negocios.
Trump es solo un comerciante. No le interesa la Paz como un valor humano en si mismo. De lo contrario no apoyaría como lo hace a Netanyahu en el genocidio de Gaza, donde propone construir una Riviera sobre los cadáveres y las ruinas palestinas. La paz de Ucrania no está en su agenda como algo prioritario. Mientras los europeos fustiguen desgastando a Rusia, todo va bien. Al final terminará la guerra de Ucrania de una u otra manera. Y todos ellos como buitres se repartirán sus riquezas.
Patricio Serendero
[i] Según el Instituto Australiano de Politica Estratégica, China aventaja a EEUU en 37 de 44 áreas tecnológicas importantes. https://www.aspi.org.au/report/critical-technology-tracker
[ii] Recuerden los lectores el misil ruso Avellano que puede cargar cualquier tipo de bomba y que es imparable hoy por su velocidad y movimiento durante el vuelo pudiendo alcanzar varios miles de kilómetros. Nadie más tiene hoy tal arma.
[iii] Datos obtenidos del portal web de Rheinmetall, hasta 2023. Ver https://ir.rheinmetall.com/investor-relations/share/shareholder-structure/
[iv] Ver igualmente: https://ir.rheinmetall.com/investor-relations/news/voting-rights-announcements/
[v] Ver el interesante artículo sobre este gigante mundial: https://www.investigate-europe.eu/posts/arming-the-world-rheinmetalls-secretive-ammunition-factory-program
[vi] El senador norteamericano Bernie Sanders ha dicho que 65% de los pensionados norteamericanos viven en la linea de pobreza. Miles de ellos viven en casas rodantes, incapaces de pagar un arriendo. O si ya tenían casa, de pagar las contribuciones municipales después de jubilados.
Ricardo says:
Lo absurdo es que nunca en la historia ha habido soldados rusos invadiendo Paris o Londres,en tanto Moscú sí ha visto soldados euro-occidentales ocupando sus calles , y en más de una oportunidad . En cualquier caso , hoy el peligro mayor es para nosotros en América lat., donde Trump probablemente quiere dejar cumplido, antes de morir , su sueño de terminar con la Cuba independiente, y también con Venezuela y Nicaragua.
ilsita says:
El comentarista olvida que hay otra arista que cuenta y es la de los ingleses que alientan junto a von der Leyen, Macron, y pedrito sánchez, que la guerra siga. No hay tal unidad entre Usa e Inglaterra, son competidores en el tablero de dominio. Fue el chascón Johnson quien impidió a última hora la firma de la paz y prometió al actor ex presidente, seguir ayudando. Y es este eje el que montó con el payaso esta escena de rebelión frente al mandamás del imperio, donde en seguida se fue a la reunión con esos europeos que sí desean guerra con Rusia. Por eso Trump no pudo aún tener el resultado tan rápido. Ni será muy pronto, porque al revés de lo que se cree no hay tantas tierras raras y en todo caso están en el lado ruso y Putin sí tiene acuerdo con Usa para venderle. La comedia seguirá otro tiempo ahora que ya se dieron cuenta estaban blufeando, pues la guerra siempre estuvo perdida y al pobre pueblo perdedor y a europa toca pagar la fiesta, cada vez más cara mientras más demore la comedia.